viernes, 12 de diciembre de 2025

ANTONIO ARROYO SILVA

  

 

 

Irremediablemente, estar
cuando nada es preciso. Tomo
la carga de lo inútil, planto
algo irreconocible, le doy nombre
secreto a un día fuera de los siete
acostumbrados. No quería ser
el dedo ni la llaga bajo el palio
de luz de inmensas catedrales,
pero así son las cosas
de los iconoclastas de Bizancio.

 

De: “Las horas muertas”

 
 

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