Señas de identidad
Piso
la arena de mis playas
y veo tendido el niño que fui.
Mirando el cielo de oscuridad, cavilando
en la cuenta caigo,
que en las noches claras
las nuevas y antiguas
se abren ante mí, ciertas bondades.
El
niño escribe un poema
y juega en la arena,
aventurero, corsario,
pirata y bajel.
Navega
al fondo de la noche,
las estrellas, profundas,
y después, más hondo,
más por encima,
unas escaleras suben al cielo desde el horizonte cercano.
Vuela, me dicen las estrellas.
¡Bendita ilusión!, la realidad del sueño.
Y así, piso la arena de mis playas
y veo tendido el niño que fui.
De: “Donde habita tu rostro”
No hay comentarios:
Publicar un comentario