USA
Folk Song
My daddy was a miner,
And I’m a miner’s son
He’ll be with you fellow workers
Until this battle’s won.
Florence
Reece
Buen, Ginsberg,
retiro tu hombro desollado
de la máquina
(aquella que no mata
fascistas)–
no te traigo vendajes, no mientras
(sigas sangrando), y te cuento
que ando
sentimental, soñando
con un Partido Comunista
de los Estados Unidos de América
didácticamente disponiendo
cartuchos de dinamita
por toda la isla
de Manhattan
(que desparecerá del mapa
en memoria
de los desaparecidos
y de otros fantasmas). He estado
serio y angelical, melancólico
y hambriento,
pensando en la disciplina de Fred Hampton,
en el acto de Sacco y Vanzetti en Santos,
en las minas de cobre chilenas
en la maquinaria imperfecta
de los libros
venidos
de Europa (tan puros e impuros
como lo que escribimos–
tú, americano
yo, americano,
en la América
de los chicos de Scottsboro
y de los chicos brasileños).
Recuerdo que aprendí contigo
el perdón
en un
sutra
falso e ilusorio y por cierto compuesto
en un puesto de Texaco
mientras tu ojo
–Texas bajo
el imperio–
miraba México (¡viva Zapata,
las soldaderas,
Frida Kahlo!)
lleno de mitos
y putas
y putos}
y campesinos llenos
de marihuana en los bolsillos
(mucha tierra, poca libertad)
un reportero, en vivo,
anunciando el asesinato
(vía CNN)
de otro miembro
del Partido de las Panteras Negras
para Autodefensa.
Tú, Allen Ginsberg, y tu América,
deberían vernos
leyendo a Marx (y a Mariátegui)
todos los viernes
por la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario