martes, 19 de octubre de 2021

ANTONIO ENRIQUE


 

La sopa

 

 

Las letrinas eran como los dormitorios:
Donde hileras de literas,
poyetes con agujeros.
Y las moscas aplacadas en el techo,
abultados sus ojos
por la gula.
Las letrinas se anunciaban
desde la Puerta donde
Arbeit Macht Frey,
el trabajo nos hace libres.
En verano a las seis y media,
a las ocho y media durante invierno
nos levantaban, porque antes no había sol.
Pero a la una o las tres era la sopa
de tubérculos, nabos o remolacha.
No había más. Los más sabios
remoloneaban en la cola:
en el poso está la sustancia.
Las letrinas son como dormitorios
donde en vez de dormir se defeca.
Es un cuerpo el Campo
y su cloaca la fosa ilíaca.
Dormido en cuclillas quedabas.
Las moscas con los ojos abultados
velan tus sueños de pesadilla.
La sopa es el alma.
Así como en el Campo entras sólido
para salir hecho tufo por la chimenea,
la sopa viene a ti
para convertirse
en detrito deletéreo de la letrina.
Somos nosotros la sopa del exterminio.

 

De: “La palabra muda”

 

 

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