sábado, 15 de febrero de 2025

LUIS RAMOS DE LA TORRE

 

 


 

AHÍ está el misterio yendo hacia sí mismo,

reencontrándose,

y el rubor ascendiendo al limbo de los labios;

cunde el deseo, mas no el beso.

Las llambrias del amor,

la levedad de la deriva injusta

de los gestos no entendidos,

relegados a veces

a ser solo la pauta exangüe de su sombra.

Llaga que laya el alma,

                                  herida,

que nunca alcanza el cierre de su hechura.

 

 

De: “Lo que funda el silencio”

 

 

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