"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
Heridas
Son cuchillos que cortan el viento,
también la calma. Es esa voz que cincela sin piedad.
Palabras afiladas acarician mi piel antes del ruego y el perdón.
Soy confusión.
De: “Mientras el roble cede a la noche”
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