El espíritu vacío
Consiguió
crear siempre
una atmósfera de sospecha
alrededor de nuestro propio mundo.
Es
imposible saber de su vida.
Nunca
busca cobijo
en nada que lo ampare.
Nunca
dijo su verdad.
Nunca dice la verdad.
Nunca nos dirá nuestra verdad.
Sus
armas preferidas
son las voces del viento.
Sus
ojos no se encuentran con tus ojos
y se pierden en lo oscuro,
en lo oscuro de lo oscuro.
Un
ser extraño y más que loco, que ama
y dicta tu final.
En
un mundo donde solo la muerte
nos dicta la verdad,
ya no hay nombres para Dios.
Tampoco
para el Diablo.
De: “Las reliquias de un sueño”
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