jueves, 31 de marzo de 2022

LALO BARRUBIA

 

 

María la del barrio

 

 

ya no va a las fiestas pero se levanta con resaca igual
tiene el corazón hecho una pasa de uva
se aprendió las reglas y le manda el mensaje equivocado a la persona
equivocada en el momento equivocado igual
puede borrarlo descartarlo hacer de cuenta que no existe ni el mensaje ni ella

misma ni su foto en la pared
pero el pobre tipo que no entiende nada igual lo va a leer

no te confundas maría
que hoy es otro día que se va quemando
vos tenés la boca como calle rota
y una lucecita que se va apagando

ella nació equivocada pero tuvo que crecer igual
dentro de su pecho había una pasa de uva
y era en un país hundido entre dos ríos con delirios de grandeza y ficciones de poder
le dijeron que era culta que era fina que era blanca
que éramos campeones
que éramos hermanos
la largaron a la vida con dos espejitos
diez dedos helados
una bolsa con semillas
y unas curvas espigadas que todos los hombres querían tener
y una lucecita brillando brillando
pero abrió la boca demasiado grande
las palabras le salieron a montones incendiando el aire
cuantas más salían más daño le hacían

no te distraigas maría
que hoy es otro día
y que te están mirando
vos tenés la boca llena de pavadas
y una lucecita que se va apagando

caminaba por los bordes pero puso comida en la mesa igual
se abrió el pecho y entregó toda la pasa de uva
tuvo suerte que llegó con la espalda derecha
a cruzar el túnel y a subirse al tren
con los brazos hechos grúas hechos barcos
hechos trenzas paisajes abrigos
con los brazos hechos cuerdas hechos alimentos
cajitas recuerdos
con los brazos hechos ramas hechos brotes
con pelos al viento
y cayó en otro país hundido entre dos mares fríos
con diez veces más delirios de grandeza y diez
y veces más ficciones de poder
y jugó a las escondidas que tenía derecho
allí nadie conocía que venía del barrio ni lo que
había hecho
y si lo supieran no lo entenderían

ya no tiene más problemas pero hay algo que le
falta igual
dentro de su cuerpo hay una fiesta a la que nadie va
puede mostrarle al primero que sonría todas sus
heridas su boca partida
y la lucecita que se va apagando
puede enfermarse descartarse en una cama hacer
de cuenta que no existe y dejar de comer
pero el pobre tipo que no entiende nada igual lo va
a saber

ya a nadie le importan tus historias de pendeja
ni si el mundo te ha tenido entre ceja y ceja
ya estás casi sola
ya estás casi vieja
es la vida que tenemos
o la tomas o la dejas como las lentejas

¿por qué no crecés maría?
que hoy es otro día que te está esperando
vos tenés la boca llena de sorpresas
y una lucecita que sigue aguantando

  

Nota: Lalo Barrubia, seudónimo de María del Rosario González

 

 

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