Brujas
a mediodía
(Hacia
el conocimiento)
I
No
son cosas de viejas
Ni
de agujas sin ojo o alfileres
Sin
cabeza. No salta,
Como
sal en la lumbre, es sencillo
Sortilegio,
este viejo
Maleficio.
Ni hisopo
Para
rociar ni vela
De
cera virgen necesita. Cada
Forma
de vida tiene
Un
punto de cocción, un meteoro
De
burbujas. Allí, donde el sorteo
De
los sentidos busca
Propiedad,
allí, donde
Se
cuaja el ser, en ese
Vivo
estambre, se aloja
La hechicería.
No es tan sólo el cuerpo,
Con
su leyenda de torpeza, lo que
nos
engaña: en la misma
Constitución
de la materia, en tanta
claridad
que es estafa,
guiños,
mejunjes, trémulo
carmín,
nos trastornaba. Y huele
a toca
negra y aceitosa, a pura
bruja
este mediodía de septiembre;
y en
los `pliegues del aire,
en
los altares del espacio, hay vicios
enterrados,
lugares
donde
se compra el corazón, siniestras
recetas
para amores. Y en la tensa
maduración
del día, no unos labios
sino
secas encías,
nos
chupan de la sangre
el
rezo y la blasfemia,
el
recuerdo, el olvido,
todo
aquello que fue sosiego o fiebre.
Como
quien lee en un renglón tachado
El
arrepentimiento de una vida,
Con tesón,
con piedad, con fe, aun con odio
Ahora,
a mediodía, cuando hace
Calor
y esta apagado
El
sabor de contemplarnos
El
hondo estrago y el tenaz progresa
De
las cosas, su eterno
Delirio,
mientras chillan
Las
golondrinas de la huida.
II
La
flor del monte, la manteca añeja,
El
ombligo de niño, la verbena
De
la mañana de san Juan, el manco
Muñeco,
la resina,
Buena
para caderas de mujer,
El azafrán,
el cardo bajo la olla
De
Talavera con pimiento y vino,
Todo
lo que es cosa de brujas, cosa
Natural,
hoy no es nada
Junto
a este aquelarre
De
imágenes, que ahora,
Cuando
los seres dejan poca sombra,
Da
un reflejo: la vida.
La
vida no es un reflejo
Pero,
¿cuál es su imagen?
Un
cuerpo encima de otro
¿siente
resurrección o muerte? ¿Cómo
Envenenar,
lavar
¿Este
aire que no es nuestro pulmón?
¿Por
qué quien ama nunca
¿Busca
verdad, sino que busca dicha?
¿Cómo
sin la verdad
¿Pueden
existir la dicha? He aquí todo.
Pero
nosotros nunca
Tocamos
la sutura
Esa
costura (a veces un remiendo
A
veces un bordado),
Entre
nuestros sentidos y las cosas,
Esa
fina arenilla
Que
ya no huele dulce sino a sal,
Donde
el rio y el mar se desembocan,
Un
eco en otro eco, los escombros
De
un sueño en cal viva
Del
sueño aquel por el que yo di un mundo
Y lo
seguiré dando, entre las ruinas
Del
sol, tiembla
Un
nido con calor nocturno. Entre
La
ignominia de nuestras leyes, se alza
El
retablo con viejo
Oro
y vieja doctrina
De
la nueva justicia. ¿en qué mercados
De
altas sisas el agua
¿Es
vino, el vino sangre, sed la sangre?
¿Por
qué aduanas pasa
De
contrabando harina
Como
carne, la carne
Como
polvo y el polvo
¿Como
carne futura?
Esto
es cosa de bobos. Un delito
Común
este andar entre pellizcos
De
brujas. Porque ellas
No
estudian sino bailan
Y
mean, son amigas
De bodegas,
y ahora,
a
mediodía,
Si
ellas nos besan desde tantas cosas,
¿Dónde
estará su noche,
Donde
sus labios, donde nuestras bocas
Para
aceptar tanta mentira y tanto
amor?
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