Soneto
Duerme.
La curva de su casto pecho
que alza su seno al respirar tranquila,
como ola mansa voluptuosa oscila
en el mar de blancura de su lecho.
Pecho armonioso y al suspiro estrecho
que a los aires su bálsamo destila;
nieves en que se abisma la pupila;
busto que el arte y el amor han hecho.
Redondeces de espuma en que se embriaga
como torrente de oro desatado
la luz que en vuestro piélago naufraga:
Formó esa curva sobre el mar salado,
Venus, cuando al nacer, flotante y vaga,
rasgó la onda su seno nacarado.
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