jueves, 24 de enero de 2013

FERNANDO PESSOA*





"Paso y me quedo como el universo...



El guardador de rebaños


Desde la ventana más alta de mi casa,
con un pañuelo blanco digo adiós
a mis versos, que viajan hacia la humanidad.
Y no estoy alegre ni triste.
Ése es el destino de los versos.

Los escribí y debo enseñárselos a todos
porque no puedo hacer lo contrario,
como la flor no puede esconder el color,
ni el río ocultar que corre,
ni el árbol ocultar que da frutos.

He aquí que ya van lejos, como si fuesen en la diligencia,
y yo siento pena sin querer,
igual que un dolor en el cuerpo.

¿Quién sabe quién los leerá?
¿Quién sabe a qué manos irán?

Flor, me cogió el destino para los ojos.
Árbol, me arrancaron los frutos para las bocas.
Río, el destino de mi agua era no quedarse en mí.
Me resigno y me siento casi alegre,
casi tan alegre como quien se cansa de estar triste.

¡Idos, idos de mí!
Pasa el árbol y se queda disperso por la Naturaleza.
Se marchita la flor y su polvo dura siempre.
Corre el río y entra en el mar y su agua es siempre la
que fue suya.

Paso y me quedo, como el Universo.


*Del heterónimo Alberto Caeiro 

PABLO NERUDA





Poema 03


Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose,
lento juego de luces, campana solitaria,
crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca,
caracola terrestre, en ti la tierra canta! 

En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye
como tú lo desees y hacia donde tú quieras.
Márcame mi camino en tu arco de esperanza
y soltaré en delirio mi bandada de flechas.

En torno a mí estoy viendo tu cintura de niebla
y tu silencio acosa mis horas perseguidas,
y eres tú con tus brazos de piedra transparente
donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida. 

Ah tu voz misteriosa que el amor tiñe y dobla
en el atardecer resonante y muriendo!
Así en horas profundas sobre los campos
he visto doblarse las espigas en la boca del viento.


JUAN CARLOS QUIROZ






Carta



Juan Gelman:

Este hombre con el corazón roto, agradece tu poesía.


Este hombre lleno de miedos y de frágil voluntad,
agradece tu poesía.


Este hombre con su mente enmarañada, agradece tu poesía.


Este hombre que ama el símbolo profundo de las aguas del mar, agradece
tu poesía.


Este hombre con los ojos tristes, agradece tu poesía.


Este hombre que observa las estrellas en plena madrugada,
a  g  r  a  d  e  c  e           t u                                     p  o  e  s  í  a.


Este hombre con su alma cobarde, a. t. p.


Este hombre que le gusta mirar cuando cae la lluvia, a           t
P
g              u
o
  r
e
a
s
  d
í
e
a.
  c

e

Este hombre con su fe de polvo, ecedarga
ut
aíseop.


Este hombre perdido por el mundo, sono gradito della tua poesia.

Juan Gelman, 


este hombre,


este simple hombre, AGRADECE TU POESÍA.

FEDERICO GARCÍA LORCA






Preciosa y el aire




Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros  duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
Y los gitanos del agua
levantan por distraerse
glorietas de caracoles
y ramas de pino verde.

*

Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
Al verla se ha levantado
el viento que nunca duerme.
San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira a la niña tocando
una dulce gaita ausente. 

Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.

*

Preciosa tira el pandero
y corre sin detenerte.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente. 

Frunce su rumor el mar.
Los olivos palidecen.
Cantan las flautas de umbría
y el liso gong de la nieve.

¡ Preciosa, corre, preciosa,
que te coge el viento verde!
¡Preciosa, corre, Preciosa!
¡Míralo por donde viene!
Sátiro de estrellas bajas
con sus lenguas relucientes.

*

Preciosa, llena de miedo,
entre en la casa que tiene,
más arriba de los pinos,
el cónsul de los ingleses. 

Asustados por los gritos
tres carabineros vienen,
sus negras capas ceñidas
y los gorros en las sienes. 

El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe.

Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquella gente,
en las tejas de pizarra
el viento, furioso, muerde.


DINO G. SALINAS





De pronto los abrazos…



De pronto los abrazos son más importantes que los besos.
De pronto estar juntos es como estar en casa.
De pronto cada uno moriría por el otro.
Ha comenzado el amor…
Oler al abrazar,
hacer al regalar,
sentir al hablar.
Verbo sobre verbo, así se ama…

MARIZEL ESTONLLO





Partida



Igual a la herida que hace esta lluvia en el cristal
Como si la ventana partida por este rasguño
abriera en su grieta
una nueva ventana aún en sombras

y la lluvia
con esa cualidad de humedecer recuerdos,
ese peligro de agitar cenizas
y de encontrar aún
alguna pequeña braza encendida
restos embriagados por el licor del fuego.

Ahora he levantado las persianas
ha cesado de llover
Del cristal herido emerge
una esperanza.
      La acróbata da el salto,

                             el trapecio aguarda sus manos nuevas.