lunes, 9 de marzo de 2015

PABLO NERUDA


 
Soneto XLVII

 

Detrás de mí en la rama quiero verte.
Poco a poco te convertiste en fruto.
No te costó subir de las raíces
cantando con tu sílaba de savia.

Y aquí estarás primero en flor fragante,
en la estatua de un beso convertida,
hasta que sol y tierra, sangre y cielo,
te otorguen la delicia y la dulzura.

En la rama veré tu cabellera,
tu signo madurando en el follaje,
acercando las hojas a mi sed,

y llenará mi boca tu sustancia,
el beso que subió desde la tierra
con tu sangre de fruta enamorada.

 

 

 

GUSTAVO SOLÓRZANO ALFARO


  

                                             A Jacques Prévert

  

Calmada estaba la Aurora.
Callados los pechos heridos los hados.
La piedra secular pulida
la estatua grande y monumental.
Las calles extraviadas
y los muros abiertos.
La extraña ausencia de una dama,
burdel de incienso cura del ángel,
sombra inerte descuidado el llanto.
El paseante que adula,
la belleza que entra
en un purgatorio de ebrios.
La fuente ya seca
la tarde que la finge.
El edificio de las palomas rojas
abriendo sus puertas al oscuro diciembre.

Tus piernas que crujen cenizas del viento,
yo que me acerco y mi madre que llama,
llora, llora y gime que me acerque
-la tumba es demasiado angosta sutil el cuerpo-.
Mi padre ha fallecido
la hermana ríe los perros la siguen,
la estancia lejos la ventana se abre,
el sol que entra y el paseante ausente.
¿Qué nos va quedando detrás del hambre?

El hastío harto de sí mismo.
Con una linterna que alumbra su desnudez apócrifa;
su belfo limpio y disecado.
Efuminación latente del crisol del Alba.
El hastío aguardando y me detengo.




JORGE DEBRAVO


 

 

Desde que el primer hijo -en noche de tortura-
se desprendió de ti como un brazo viviente,
la carne se te ha hecho una fruta madura
y el amor como un pan se te ve y se te siente.

Tus mejillas se han vuelto suaves como pañales,
la voz se te ha llenado de ternuras y almohadas,
palpitan en tus ojos dos tiernos animales
y son como dos sombras tus manos sosegadas...



 

VILMA VARGAS ROBLES




Mediodía

 

Duele el poema.
Hay una paloma abriéndo el pecho.
El sol salta como una llama
hasta quedar en el pavimento.
No hay regreso. Prisa es la mañana.
El perro siguió la cadena de su amo.
Hecho polvo un hueso.
Se fue la paloma desnuda
sin ser mirada.
El calor se deshace en un charco de imágenes.
El papel va sudando.

 

 

LAUREANO ALBÁN


  

Hacia otra Luz

A Ruth y Carlos Bousoño

 

El otoño se enciende ante mi puerta
como un manso misterio
invocando cegantes lejanías.

Yo reconozco en él lo que no ha sido.
Es casi una pasión transfigurándose
en la móvil frontera de las cosas.
Es un vencido mar que baja al polvo.
En su dormida voz
se agita el tenso límite
de la piedra y la luz

El otoño nos deja la pureza,
nos salva del dolor por milagro.
Arde su luz en nuestra voz incierta
y vence sin herir, sin corromper,
transmutando los sueños
como un espejo de infinita calma
en donde nos miramos reflejados
en otra eternidad.

 

 

CÉSAR VALLEJO


  

Los dados eternos

                                 Para Manuel González Prada,
                              esta emoción bravía y selecta,
                    una de las que, con más entusiasmo,
                         me ha aplaudido el gran maestro.

  

Dios mío, estoy llorando el ser que vivo;
me pesa haber tomado de tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios mío, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.