jueves, 15 de mayo de 2025


 

BORIS PASTERNAK

 

  

Festines

 

 

Bebo la amargura de los nardos,
la amargura de cielos otoñales,
y en ellos el chorro ardiente de tus traiciones.
Bebo la amargura de las tardes, las noches,
y las multitudes,
la estrofa llorosa de inmensa amargura.

La sensatez de engendros de talleres no sufrimos.
Hostiles somos hoy al pan seguro.
Inquieta el viento aquel de los coperos brindis,
que, muy posiblemente, jamás se cumplirán.

Heredamiento y muerte son comensales nuestros.
Y en la serena aurora, los picos de los árboles llamean.
En la galletera, cual ratón, rebusca un anapesto,
y Cenicienta cambia con premura de vestido.

Suelos barridos, en el mantel… ni una migaja.
El verso es sereno cual beso infantil.
Y corre Cenicienta, en su coche si hay suerte,
y cuando no hay ni blanca, con sus piernas también.

  

Versión de César Astor

 

CHARLES SIMIC

 


 

Nada

 

 

Quiero verle cara a cara
Y luego intentaré desatar un infierno
No, no tengo nada preparado
Voy a confiar por entero en la inspiración
Además en mis ancestros que
Justo ahora comienzan a reír a carcajadas.
Con toda probabilidad, voy a hacerle al tonto
Me alejaré sonriendo estúpidamente
Encenderé un cigarro con
Manos temblorosas
Preguntaré sobre el clima:
Sobre aquella nube, que asemeja
Un morral de medicinas
Flotando tan quieto en el cielo sin viento.

 

MANUEL PADORNO

 

 

 

Boca del agua

 

 

No hay nada parecido: un beso blanco.
Un beso azul, en el encuentro manso
a la orilla del mar, en la tiniebla,
en plena tempestad, mañana blanca
bajo un bosque de luz, la hierba blanca,
un sol desconocido enfrente, arriba
una gaviota lentamente, nubes blancas,
florecen peñas blancas, yodo blanco
el viento arrastra toda la blancura
y un beso cae en la boca del agua.

 

 

ANTONIO CARVAJAL

 

 

 

A ti, siempre alegría 

Es el pagaros gloria tan subida
que cuanto más os pago, más os debo.

 

A ti, siempre alegría
si jazmín amanezcas
o canario en la jaula
de mi ventana seas.
Pero más si tu cuerpo
en mi amor se concreta,
de una herencia celeste
suavísimo albacea.

Mucho más cuando carne
de mi carne te entregas
y ante tus labios pálidas
son todas las anémonas,
si luna, porque clara;
si mar, porque serena;
si vegetal, por ser
prisión para la estrella.

Pues te debo alegría
y esperanza y certeza
y ser quien soy sin ti
no puede ser sin mengua,
tómame por rehenes
de mi amorosa deuda
y canario en la jaula
de tu ventana sea.

Y todavía, entonces,
¿cómo no te debiera
el alpiste y el agua
y la lechuga tierna?
Tenme como un jazmín
silvestre que, a tu vera,
se nutra de suspiros,
mi amor, mientras sesteas.

 

 

MARI LUZ ESCRIBANO

 

 

 

Cuando me vaya

 

 

Dejaré un silencio en el recuerdo,
sonidos de una voz que fue muy joven,
y un aroma de sándalo y cipreses
para que no me olvides.

Y ahora, cuando el sol desaparece,
y hay promesa de una noche clara,
las estrellas se esconden
y están muertas de tanta nívea luz.

Dejaré abierta la ventana.
Un gorrión divulgará mi huida,
y un frescor de mañana
anunciará mi marcha,
con trémula voz para llamarte.

Cuando me vaya
perderé las praderas,
los bosques encendidos de noviembre,
el verde del jardín en primavera,
la tenue luz de los planetas,
la sonrisa de un niño,
el calor de un amigo,
lágrimas de dolor por los caminos
que transité tan alta,
la caricia de un perro
que dio fuego a mis manos.

Cuando me vaya
habré perdido tantas cosas,
que creceré en trigal
por no morirme.

 

 

JOSÉ MIGUEL ULLÁN

 

 

 

De corazón a corazón

 

 

De corazón a corazón
hirientes
aluvional la carta y la alianza
voy a buscarte en roca compañera
deslizando los naipes por la manga
los naipes por el pecho
los naipes por la casa
y aquel fuego de flechas sin manzanas
yo te diré
que no aguardo feliz junto al estrago
de la tormenta patria

apasionadamente cruzaremos
la frontera de tierra maniatada
mientras prevés la hora bajo las catedrales
y te arrojas al músculo
porque te llamo en nombre del andamio
porque de acumularte mi memoria repica
y aquí las decisiones
los versos apagados
narrar calladamente el olor del destino
del pájaro maldito
de las llaves sumisas
(ah el traidor rendimiento)
que descubren la cama
y amigos siempre amigos
bebedores de muerte
que decimos a todos
venid venid venid
este es el llanto

cuánta desesperanza milenaria
al trenzar el cordón bajo la encina
mientras el beso a poco
la hoguera por mañanas
letanías vigentes de joaquín
húmedas letanías
y decirte que adiós que hasta la tarde
pero con una duda
imperdonable
amada
por su sabor a no sé qué sabido
en las dolidas calles
repletas de tristeza
repletas de amargura
bofetones pacíficos

todo está caro
amor
por las esquinas
y ayer peor y qué vendrá mañana
obligado silencio sempiterno
cerca del descubrir la dentadura
la calavera en fiebre
por encima de tanto salmo al padre
nosotros no diremos el vocablo sufrido
como dice ramón
palabras anchas
y para darme cuenta
para amarte sabiéndonos con miedo
del hachazo en la espalda
rompo todo naufragio
me levanto del féretro
te tomo de la mano
rompo las prohibiciones ya previstas
o sea rompo todo
rompo a llorar a silenciar las cosas
el labio solitario
por ti y por mí
por cuantos
renunciamos a hablar del arcoiris
y desfilan amigos como félix
estimulando el grito
velozmente la red
enumerados
(mucho perdón os pido)
como quien relatara
una fila de muertos entrañables
relatada por muertos
como tú y yo
como la noche misma
como abanicos muertos
pese al miedo en la palma de la mano
el corazón la carta y la alianza