"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 12 de abril de 2018
JAIME TORRES BODET
Corrí
las persianas azules de la siesta
sobre el oasis del jardín.
En la colmena del reloj
se adormeció el enjambre de las horas.
Olía a trigo de setiembre el sol.
Afuera, el ruido fresco
de la fuente mojaba
la arena del silencio
y el canto sin color de la cigarras.
Como una copa demasiado llena
el corazón se derramó del cuerpo.
Sentí
en el pecho un gran hueco feliz.
Una paloma del jardín
se puso a picotear el tiempo
en el oro granado del maíz.
las persianas azules de la siesta
sobre el oasis del jardín.
En la colmena del reloj
se adormeció el enjambre de las horas.
Olía a trigo de setiembre el sol.
Afuera, el ruido fresco
de la fuente mojaba
la arena del silencio
y el canto sin color de la cigarras.
Como una copa demasiado llena
el corazón se derramó del cuerpo.
Sentí
en el pecho un gran hueco feliz.
Una paloma del jardín
se puso a picotear el tiempo
en el oro granado del maíz.
NIZAR QABBANI
Una mujer camina dentro de mí
Nadie
ha leído mi taza
sin que
sepa que eres mi amada,
nadie
ha estudiado las rayas de mi mano
sin que
descubra las cuatro letras de tu nombre.
Todo se
puede negar
salvo
el olor de la mujer amada,
todo se
puede disimular
salvo
los pasos de la mujer que se mueve dentro de nosotros,
todo se
puede discutir
salvo
tu feminidad.
¿Dónde
ocultarte, amor mío?
Si
somos dos bosques que arden,
y todas
las cámaras de televisión están fijas en nosotros.
¿Dónde
esconderte, amor mío?
Si todos
los periodistas quieren convertirte
en la
estrella de las portadas,
y a mí
en un héroe griego
y en un
escándalo gráfico.
¿Dónde
llevarte?
¿Dónde
me llevarás?
Si
todos los cafés conocen de memoria nuestra cara,
todos
los hoteles conocen de memoria nuestro nombre
y todas
las aceras conocen de memoria la música de nuestros pasos.
Estamos
al descubierto como una terraza marina
y nos
observan como a dos peces dorados
en una
vasija de cristal.
Nadie
ha leído mis poemas sobre ti
sin que
conozca las fuentes de mi lenguaje,
nadie
ha viajado en mis libros
sin que
llegue sano y salvo al puerto de tus ojos.
No hay
nadie a quien haya dado mi dirección
que no
se dirija hacia tus labios.
Nadie
abre mis cajones
sin que
te encuentre allí, dormida cual mariposa.
Nadie
ha desenterrado mis hojas
sin que
conozca la historia de tu vida.
Enséñame
una forma
de
encerrarte en la ta marbuta [1]
e
impedirte salir.
Enséñame
a dibujar en torno a tus pechos
un
círculo violeta
e
impedirlos volar.
Enséñame
una forma de retenerte, como el punto y aparte,
enséñame
una forma de caminar bajo la lluvia de tus ojos sin mojarme,
oler tu
cuerpo, perfumado con especias de la India, sin marearme,
y
despeñarme desde las elevadas cumbres de tus pechos
sin
estrellarme...
Levanta
la mano de mis pequeñas costumbres,
de mis
pequeñas cosas,
de la
pluma con la que escribo,
de las
hojas en las que hago garabatos,
del
llavero que porto,
del
café que sorbo
y de
las corbatas que poseo.
Levanta
la mano de mi escritura:
no es
lógico que escriba con tus dedos
y
respire con tus pulmones.
No es
lógico que me ría con tus labios
ni que
tú llores con mis ojos.
Siéntate
conmigo un momento
para
tornar la vista al mapa del amor que trazaste
con la
dureza de un conquistador mongol
y el
egoísmo de una mujer que ordena a un hombre:
"Sé.
Y será".
Háblame
con democracia;
en mi
país, los varones de la cábila
practican
el juego de la represión política,
y no
quiero que practiques conmigo
el
juego de la represión sentimental.
Siéntate
para que veamos
dónde
está la frontera entre tus ojos
y mi
tristeza,
dónde
comienzan tus aguas territoriales
y
termina mi sangre..
Siéntate
para acordar
en qué
parte de mi cuerpo
se
detendrán tus conquistas
y a qué
hora de la noche
comenzarán
tus algaradas.
Siéntate
conmigo un momento
para
acordar una forma de amar
en la
que no seas mi esclava
ni yo
una pequeña posesión
en la
lista de tus colonias
que no
cesa, desde el siglo diecisiete,
de
reivindicar ante tus pechos la liberación.
Pero no
escuchan,
no
escuchan.
[1] Letra árabe que, generalmente marca el
femenino.
ALICIA SALINAS
Rambla
Del
puerto parte el barco en lo que tarda un cigarro
en apagarse. Busca la noche faros
para que el horizonte vista de camino. El río
cobija brisas dulces, plata
en el oleaje lejos.
en apagarse. Busca la noche faros
para que el horizonte vista de camino. El río
cobija brisas dulces, plata
en el oleaje lejos.
Pide el
susurro un poema como si fuera fácil
descubrir el alma sin aviso. Igual
carne viva en el silencio de este instante
que no vuelve. Patria,
donde el amor afinca y se queda.
descubrir el alma sin aviso. Igual
carne viva en el silencio de este instante
que no vuelve. Patria,
donde el amor afinca y se queda.
Brota
espuma del golpe en las piedras y espero
donde esa patria aguarda sumergida pero no quieta
en las vetas que refulgen, fija al viento.
Pero el viento pasa
y pasa.
donde esa patria aguarda sumergida pero no quieta
en las vetas que refulgen, fija al viento.
Pero el viento pasa
y pasa.
OMAR JAYAM
V. La magia de la viña
63
Y si esta esencia fuese de Dios un atributo,
¿Quién blasfemar osara de la vid como un lazo ?
Y si es un crimen ¿quién nos mandó su tributo?
Antes, pues, como gracia gustemos de su fruto.
ZOFIA BESZCZYNSKA
casas de ojos verdes
casas
de ojos verdes
en las encrucijadas de caminos
detrás está sólo el cielo
en las encrucijadas de caminos
detrás está sólo el cielo
piedras
cortadas por las venas
migajas diáfanas que se parecen
a las uñas
migajas diáfanas que se parecen
a las uñas
calles
que no saben decidirse:
subir
o bajar
subir
o bajar
el
viento envuelve viejos muros
y cruces con sus cintas de seda
los difuntos yacen entre las hierbas
desde lejos se ven
sus pies de piedra
y cruces con sus cintas de seda
los difuntos yacen entre las hierbas
desde lejos se ven
sus pies de piedra
son
mágicos los árboles
su piel antigua está llena
de nudos y rejas
a veces se hace notar la huella
de un niño traído en ofrenda
su piel antigua está llena
de nudos y rejas
a veces se hace notar la huella
de un niño traído en ofrenda
en los
templos hay ventanas sin vidrio
detrás vive un resplandor
invisible
detrás vive un resplandor
invisible
Traducción de Krystyna Rodowska
Revisión de Laura Vargues Sánchez
VILMA TAPIA
Imágenes previas a la tuya
La
juntura del color del musgo y el de la piedra
carece
de
sentido
pero hoy tarde
con
pulcritud escalo su acantilado
Mi
cráneo es también lugar
para
los pájaros
adquieren
innumerables voces
y
presumo:
el
gorrión que brinca a mi vista
de
alguna manera
me
ignora
como la
hierba ignora la indecisión del sol
y la
flor única de la retama el pastar
que en
soledad se cumple
Esta
inmovilidad mía es asistida
por una
caricia
tuya
repentina
y otras
palabras me arrastran
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