"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 6 de marzo de 2018
LUCIANA JAZMÍN CORONADO
El jardín
llegué
al jardín
y estaba impregnado
de materia oscura;
en contraste
las arañas eran blancas
y estaba impregnado
de materia oscura;
en contraste
las arañas eran blancas
lo miré
y volví a mirar
esperaba
no sentirlo tan cerca
no perder la visión
en lo negro
esperaba
no sentirlo tan cerca
no perder la visión
en lo negro
me
acerqué con la tijera
corté un aloe jugoso
que derramó
su petróleo brillante
un olor inmenso a santos
corté un aloe jugoso
que derramó
su petróleo brillante
un olor inmenso a santos
lamí
despacio
una gota en mi dedo
y de mi lengua
se escaparon los pájaros
una gota en mi dedo
y de mi lengua
se escaparon los pájaros
ya
estoy en otro lado
prendo
un fósforo
podré todavía balbucear un lenguaje
podré todavía balbucear un lenguaje
MINERVA MARGARITA VILLARREAL
Indispuesta
Te
quejas de que no hay hombres
y
cuando llegan los espantas.
¿Fea?
No, la
boca abres
y no
precisamente llueven besos,
es tu
amargura la que arrecia.
DANIEL MIRANDA TERRÉS
La frecuencia de mi
corazón
cambia
por las noches.
Puedo
sentir en el pecho
su
marcha forzada,
su
prisa por cumplir
con el
resto de latidos
que le
quedan.
Mi
pulso se acelera
cuando
la luz del día se ha ido:
me
aterra sentir el filo de la noche
en la
vena más ancha de mi cuello.
En la
oscuridad de la casa
mi
corazón se vuelve mar picado,
golpea
por dentro con la fuerza de una ola.
JOSÉ KAN
Tanta falta de tacto
Tanta
urgencia de hombre enredado en la memoria
nos
hace vulnerables ante los golpes del olvido.
Porque
tu mirada no es otra sino la muerte
y tus
hijos son los hijos de madres muertas de llanto y partida.
La
pregunta que da vueltas una y otra vez
y que
hemos decidido dejar pasar como a una caries.
Un
simple resfriado que no logra alterar el curso del universo,
ni los
lugares asignados por aquellos padres en la mesa a la hora
de
comer. Porque ese almuerzo no llegara nunca.
Y si
llega será después, allá a lo lejos, cuando ya no importe.
Pues
los hijos habrán crecido, los gritos habrán sido callados,
las
calles oportunamente pavimentadas por la voz de un
vendedor
de elotes.
Y esta
cicatriz que traigo en los ojos,
será el
maullido de un gato que alcanza a ver a los fantasmas
de una
vida tranquila en este país.
MIGUEL ILDEFONSO
Elanor
Ella
era anarquista
le
llegaba altamente las formalidades también
no
toleraba las ataduras de familia
de
escuela / de normas / mucho menos de amor
(si es
que el amor era de cadenas de hierro)
ella se
jugaba los ovarios
entre
conciertos anarko punk
comida
barata
viajes
largos por Europa sin correa de seguridad
ella
era libre hasta de su libertad: tenía un cuerpo
de
chica del Renacimiento
(su
belleza iba por ahí también)
bostezaba
en las iglesias / en los callejones
en las
peluquerías
tenía
un piercing en la ceja izquierda
(y eso
era lo único que la ataba a esta vida)
De: “El Hombre Elefante y Otros Poemas”
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