martes, 8 de octubre de 2013

OLIVERIO GIRONDO




Al gravitar rotando


En la sed
en el ser
en las psiquis
en las equis
en las exquisitísicas respuestas
en los enlunamientos
en lo erecto por los excesos lesos del erofrote etcétera
o en el bisueño exhausto del "dame toma date hasta
el mismo testuz de tu tan gana"
en la no fe que rumia
en lo vivisecante los cateos anímicos la metafisirrata
en los resumiduendes del egogorgo cósmico
en todo gesto injerto
en toda forma hundido polimellado adrroto a ras afaz subrripio
cocopleonasmo exotro
sin lar sin can sin cala sin camastro sin coca sin historia
endosorbienglutido
por los engendros móviles del gravitar rotando bajo el prurito
astrífero
junto a las musaslianas chupaporos pulposas y los no menos
pólipos hijos del hipo lutio
voluntarios del miasma
reconculcado
opreso entre hueros jamases y garfios de escarmiento
paso a pozo nadiando ante harto vagos piensos de finales
compuertas que anegan la esperanza
con la grismía el dubio
los bostezos leopardos la jerga lela
en llaga
al desplegar la sangre sin introitos enanos en el plecoito lato
con todo sueño insomne y todo espectro apuesto
gociferando amente en lo no noto nato



YANINA MAGRINI




sólo por hoy


Tengo menos compasión que gato hambriento.
La visión y el contacto con las bestias
o con hombres que se comen entre ellos de un bocado
es belleza de fuego.
El tocarlo todo
medirlo con vara del infierno,
desear las piernas ajenas, la boca del otro,
los muslos, el gemido, el fondo oscuro de las cosas.

Y no hablo de calmar esas bestias;
lejos de mí, tal vez,
hable del silencio como un animal que persiste en el centro de la casa,
brutal casi
                                           ebrio.


De “avusos”)



MARTA N. CAPUTI




Senti / miento



XIV


Vela, velo, que desvelo
velar de velas
sin viento.
Desvela la vela
un velo que no tengo.
Vela, velar, velando
un velar sin velas.
Se corre el velo
y cae el velo.
Se eleva la vela
por los aires con un aire
y el velamen
despliega todo su vuelo
tras otro velo que se corre.
Vela, velar, velando
con desvelos, ya sin velos.
Con un velar
de velas que arden
y otras velas, ya sin tiempo.



CARLOS LEVY





III


Con la última luz que se rezaga
de esta tarde de octubre que no vuelve
he muerto un poco más que de costumbre,
que de costumbre,
un poco más:
dice mi epitafio:
yace en este bar
carlos levy
bebiendo ginebra
con más tedio que otras veces.



JUAN GELMAN





Preguntas


Ya que navegas por mi sangre
y conoces mis límites,
y me despiertas en la mitad del día
para acostarme en tu recuerdo
y eres furia de mi paciencia para mí,
dime qué diablos hago,
por qué te necesito,
quien eres, muda, sola, recorriéndome,
razón de mi pasión,
por qué quiero llenarte solamente de mí,
y abarcarte, acabarte,
mezclarme en tus cabellos
y eres única patria
contra las bestias del olvido.


JORGE LUIS BORGES




Al idioma alemán


Mi destino es la lengua castellana,
El bronce de Francisco de Quevedo,
Pero en la lenta noche caminada,
Me exaltan otras músicas más íntimas.
Alguna me fue dada por la sangre-
Oh voz de Shakespeare y de la Escritura-,
Otras por el azar, que es dadivoso,
Pero a ti, dulce lengua de Alemania,
Te he elegido y buscado, solitario.
A través de vigilias y gramáticas,
De la jungla de las declinaciones,
Del diccionario, que no acierta nunca
Con el matiz preciso, fui acercándome.
Mis noches están llenas de Virgilio,
Dije una vez; también pude haber dicho
de Hölderlin y de Angelus Silesius.
Heine me dio sus altos ruiseñores;
Goethe, la suerte de un amor tardío,
A la vez indulgente y mercenario;
Keller, la rosa que una mano deja
En la mano de un muerto que la amaba
Y que nunca sabrá si es blanca o roja.
Tú, lengua de Alemania, eres tu obra
Capital: el amor entrelazado
de las voces compuestas, las vocales
Abiertas, los sonidos que permiten
El estudioso hexámetro del griego
Y tu rumor de selvas y de noches.
Te tuve alguna vez. Hoy, en la linde
De los años cansados, te diviso
Lejana como el álgebra y la luna.