jueves, 9 de mayo de 2013

PALACIO MUNICIPAL, NACOZARI DE GARCÍA, SONORA

JESÚS RINCÓN Y SERNA





No duermas más


No duermas más,
déjame aspirar el efluvio
de tus nardos,
déjame acariciar tus palomas.
Bajo el sol del desierto
reverberan los días,
sobre las ramas pasa un
viento errante.
Florecerán jazmines cuando
vengas conmigo.
Se abrirá la semilla del dátil.
Flotará junto al agua el
olor del narciso.
No duermas más,
déjame esparcir tus cabellos,
déjame acariciar tus palomas.

MARTHA LUCÍA USAQUÉN





Cuestión de piel



A menudo naufrago en tus ojos
Corro el peligro de ahogarme
O me extravío en tus bosques
Caminándote espesamente.
Abres tu mano y mi brújula señala
Cinco nortes inciertos
Cierras los labios
Y el planeta se vuelve inexpugnable.
Pero hay días en que la suerte me sonríe
Mejor dicho, tú sonríes
Y del túnel hermético y oscuro
Van surgiendo bandadas de reticentes pájaros
Irreflexivos pájaros
Incontenibles pájaros
Que en sus alas y picos inexpertos
Llevan, enamorados,
Retazos de mi cuerpo.


ALFONSO OSORIO CARVAJAL





¿Sabes cuánto te amo…?



¿Sabes cuánto te amo?
La medida yo la tengo.
La dimensión es sencilla:
Cabe toda en mis recuerdos.
Un puñado de caricias,
por un puñado de besos,
una palada de auroras
y un costalado de versos.
¿Sabes cuánto te amo?
Pregúntale a los luceros
que brillan porque los pulo
para entregártelos luego.
¿Sabes cuánto te amo?
Si quieres te lo confieso:
No cabe el cariño mío
en este vasto universo.
En el aire que respiro,
en los jardines que tengo,
y en la punta de mis labios
está tu nombre en suspenso.
¿Sabes cuánto te amo?
Te lo contaré en silencio,
sólo mírame a los ojos
y lograrás comprenderlo…


JORGE BUCKINGHAM


  

Retorno de lo inefable



Estamos reunidos aquí y ahora,
Jugando contigo levanto mis ojos del Cielo
Y vuelvo a arrastrar las mismas palabras,
Que se resbalan en una copa de lágrimas.
Ahora seguimos bailando,
Y nos sacudimos en este frío sideral,
Ahora no hay tiempo para medias verdades
¿Aún nos importan los rasguños de la revancha?
Dejaste mi corazón hipnotizado,
Para dar vida a mares y delirios de alcohol.
Y, ahora te siento.
Ahora te espero,
Mientras todos observan la vida que pasa,
Y mis preguntas siguen creciendo.




ALDO PELLEGRINI






La fiesta de las arañas




¿Ah sí, te has despertado?

una mañana prodigiosa abre de par en par las ventanas

el último árbol de la noche ha dejado una huella

sobre la piel de tu frente.

Sí, te has despertado

agitando tu manto de telarañas de sueño

ahuyentaste el tropel de ratas ciegas

que te roían dormida.

Ya estás despierta, ¿adonde vas ahora?

abandonas tu riqueza nocturna por el gran vacío del día

y con la pálida debilidad construyes tu marcha sin objeto.

Ya estás despierta, subamos

por la angosta escalera hasta el confín del tiempo

para sorprender allí a los minutos perdidos

fugados de la vida.

No

un brusco desaliento te detiene

frente al espacio sin cielo donde nieblas aterradas

con inexplicable dulzura

transforman en viento a los que avanzan.

Algas marinas de la esperanza

horas inútiles se ocultan tras la puerta dorada

las palabras se encadenan a un profundo secreto

el diamante del desaliento brilla hacia adentro

los que se atreven a sonreír pierden su lugar en el mundo.

¿Adonde vas sin mí? buscas tu fiesta única

tu borrachera de signos y cataratas

tu jaula de libertad

donde amigos desconocidos beben tus gestos líquidos

y el veneno te mira con ojos fosforescentes.

Prepárate para tu fiesta

la fiesta de las manos que se resquebrajan

la fiesta del sudor de los crujidos

allí donde el letargo de tu carne

se precipita en una oscura danza.

Tu fiesta es la fiesta de las arañas

que devoran ferozmente tu riqueza nocturna

para alimentar su miseria inagotable

allí sumergida en un olvido sin límites

comprarás motivos para tu risa

comprarás estruendo para llenar tu silencio.


FRANCISCO HERNÁNDEZ





19



Peregrinar por la Isla. Acercarse al desplumadero de las aves. Al playón sin rumores de los quelonios. A las faldas del volcán de humo. Al criadero de medusas donde todo lo invisible es transparente o pasear alrededor del obelisco, donde siguen apareciendo palabras sin que yo sepa quién las escribe.
Estas corresponden a hoy:

“Mi corazón de pobre no agoniza
Y un perfume con luz me nombra gobernante
De la Isla de las Breves Ausencias”. 


De “Una isla de breves ausencias”