"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 9 de octubre de 2022
ADRIENNE MONNIER
A
Sylvia Beach
¡Te
saludo, oh mi hermana nacida allende el mar!
He aquí que mi estrella se juntó con la tuya,
No fundida en el fuego del primitivo sol,
Mas viva, exacta y nueva en su gracia extranjera,
Pródiga de tesoros que recogió en su curso.
Atenta
a las promesas que en los ojos del hombre
Escribe nuestra Madre, cantaba, solitaria,
El brillo y el oriente de diamantes y perlas.
Ocultaba en mi pecho como un pájaro frágil,
La esperanza medrosa que se nutre de mieles.
Consagraba al pudor, cruzados lienzos blancos,
La conciencia naciente bautizada con llantos.
¡Gracias a ti, oh hermana, puedo escapar, ahora,
A esos tormentos, a esas miserias y pesares
!Recobro ya mis fuerzas, y si amo la Noche,
Si escruto todavía sus últimos terrores
Es para madurar la paz de un día postrero.
Ya
nos ve Mediodía una frente a la otra
De pie en nuestros umbrales, al borde de la calle,
Suave río de sol que tiene en sus riberas
Nuestras dos Librerías.
Tras la labor levanta Mediodía tus manos
Y las mías, es hora de almuerzo y de silencios,
Y aviva los destellos, en las señas que hacen,
De la llama que esconden aún nuestros países.
Versión
de Carlos Cámara y Miguel Ángel Frontán
HENRI MICHAUX
Yo
remo
Maldije
tu frente tu vientre tu vida
maldije las calles que tu andar enfila
los objetos que tu mano aprehende
maldije el interior de tus sueños
Puse
una charco en tu ojo que ya no ve
un insecto en tu oreja que ya no oye
una esponja en tu cerebro que ya no comprende
Te
enfrié en el alma de tu cuerpo
te congelé en tu vida profunda
el
aire que respiras te sofoca
el aire que respiras tiene un olor a sótano
es un aire ya espirado que fue desechado las hienas
el estiércol de ese aire ya nadie lo puede respirar
Tu
piel está toda húmeda
tu piel suda el sudor del gran miedo
tus axilas exhalan a lo lejos un olor a cripta
Los
animales de detienen cuando pasas
los perros aúllan por la noche, con la cabeza
enderezada hacia tu casa
no puedes huir
no te llega ni siquiera una fuerza de hormiga a la
punta del pie
tu cansancio hace tronco de plomo en tu cuerpo
tu cansancio es una larga caravana
tu cansancio llega hasta el país de Nan
tu cansancio es inexpresable
Tu
boca te muerde
tus uñas te arañan
ya no es más tuya tu mujer
ya no es más tuyo tu hermano
la planta de tu pie es mordida por una serpiente
furiosa
Han
babeado sobre tu progenitura
han babeado sobre la risa de tu hijita
han babeado frente al rostro de tu morada
El
mundo se aleja de ti
Yo
remo
remo
remo contra tu vida
remo
me multiplico en remeros innumerables
para remar más fuertemente contra ti
Caes
en lo vago
careces de soplo
te fatigas ante el menor esfuerzo
Yo
remo
remo
remo
Te
vas, ebrio, atado a la cola de un mulo
la ebriedad como un enorme parasol que oscurece
el cielo
y junta las moscas
la ebriedad vertiginosa de los canales semicirculares
comienzo mal atendido de la hemiplejía
la ebriedad no te abandona ya
te tumba a la izquierda
te tumba a la derecha
te tumba sobre el suelo pedregoso del camino
Yo
remo
remo
remo contra tus días
En
la casa del sufrimiento entras
Yo
remo
remo
sobre una faja negra se inscriben tus acciones
sobre el enorme ojo blanco de un caballo bizco
rueda tu por venir
Yo
remo
ANNA DE NOAILLES
VIII
Cada
día escucho cómo en silencio
se desprende insensiblemente
de mi ser algún elemento
que componía mi poder.
Cada
hora roba a mi destino
un poco del radiante misterio
que mi orgullo no ha sabido callar,
¡y que constituyó mis numerosos apogeos!
Siento,
en todos los minutos,
precipitarse desde mi corazón secreto
al ágil flautista
cuyo movimiento te embriagó.
¡Y,
mientras que en la humilde orilla
parezco retenida todavía,
corro, frustrando a los corazones que viven
hacia la alegría de la muerte!
De:
“El honor del sufrimiento”
SAINT-JOHN PERSE
La
semilla
En
una maceta la enterraste: la purpúrea semilla
adherida a tu traje de piel de cabra.
Y no ha germinado.
De:
“Imágenes para Crusoe”
MANUEL JULIÁ
El
parque
Pido
una Coca-Cola y me quedo ensimismado
con
unos cómicos andantes que llenan la plaza
metidos
en fluorescentes uniformes del pasado. Un violín
ahoga
un poco el ruido de los niños sobre las baldosas.
Destella
una canción del ayer en labios del payaso,
se
apodera de la bruma de insectos que sale
de
la yerba, las flores mojadas. Estoy feliz,
todo
está en su sitio, hay un frescor vivo en la materia,
una
canción de cuna en la herida de los árboles.
Estoy
feliz porque veo llegar a los niños riendo
con
sus labios llenos de horchata, porque suena
la
canción del payaso ya no viniendo de ayer
sino
del viento de ahora que atrapa las chispas
de
la fuente de colores que inunda la noche.
Estoy
feliz porque creo que me miras
más
allá del tiempo de ayer de hoy o mañana,
me
miras desde una vida que no ha helado la muerte.
Desde
tu fe en la sombra todo florece dos veces,
en
mi memoria y en tu sed de no perderme.
De:
“Madre”
ÁLVARO TATO
Eras
Juventud,
eras
fervor
fugaz,
luz
en agraz,
red
de quimeras,
casa
de fieras,
fino
antifaz,
rapaz
sin paz,
burla
de veras.
Esquiva
dama
que
olvidarás
a
quien te ama,
pues
ya te vas
ven
a mi cama
una
vez más.
