viernes, 11 de enero de 2019


ARLETTE LUÉVANO






Si de pronto pudiera gritar tu nombre
bastaría la invocación para trasponer la muerte

Polvo al polvo
algo de destino nos es mutuo


SARA VANEGAS COVEÑA




  
coro de sombras en un jardín sin cielo (atrás del
mar la noche continúa). el eco petrificado de tu
voz. y el tiempo lentamente. oxidándose


MARITZA CINO ALVEAR





4



Dejé de escribir
Con la exactitud del calendario
Después de que me embalsamaran
                                          /sus textos
y me convirtiera en pirámide.

Ahora lo sé
por sus olores mortales
signos de luto
que fermentan las tumbas,
mientras yo transito invertid
con otra voz que me viene,
de la escritura de un dios
que no es el dios de los muertos.
  

De: “Cuerpos guardados”



GABRIEL ALEJANDRO PAZ





Número siete



Para escribir tu póstumo en la sepultura de este no-amanecer.
Mi no-poema de Agosto huyendo de mi sol.
Aún con los calzoncillos fogosos, el poema se viste y se va, apagando las luces
Como un tifón romperá la finca vacía, subirá por los aires matando las aves, y se irá para siempre escupiendo la voluntad, disparando a discreción


FLORENCIA LOBO





Archipiélago

Penetra surdamente no reino das palavras
Carlos  Drummond de Andrade



Se entra en la palabra archipiélago
buscando islas

pero dice la etimología
que lo único hallable ahí
es el mar

no un tejido de orillas
un islario bordado
por la espuma y el tiempo

solo el mar, el mar inmenso,
el archimar

por lo demás, nada sorprende:
toda palabra es por fuera un borde
y en el fondo agua
siempre removida.


ELICURA CHIHUAILAF





Para sanarte vine, me habló el canelo 



Para sanarte vine, me habló el árbol sagrado
Ve y recoge mis hojas, mis semillas
          me está diciendo
De todas partes vinieron tus buenas machi
          mis buenos machi
desde las cuatro tierras, desde las cuatro aguas
mediaremos, me están diciendo sus poderes
en tus nervios, en tus huesos, en tus venas
¿O deseas acaso abandonar a nuestra gente?
Elevaré mis rogativas, le digo
Ay, mis pensamientos se apartaron
          de los apacibles ríos de mi corazón

Piedra transparente será éste, por mí, dijiste
Oo Ngvnechen, envíame tu aliento
tu resollar de aire poderoso
Este va a ser cantor, dijiste, entregándome
          el caballo azul de la palabra
Hasta la tierra de arriba llegará en sus sueños
confundiendo al mensajero de sus enemigos
Me oirá cuando hable desde la savia
de las plantas y de las flores. Así dijiste

Mas yo quise olvidar el consejo de las Ancianas
          y de los Ancianos
por eso estoy enfermo ahora
Mis pensamientos se alejaron
          de los apacibles ríos de tu corazón

Mírame, estoy soñando que he subido
          por tus hojas
La cascada azul de la mañana vino a mojar
          mis labios con sus aguas
Subí, subí con ellas, pero me sujetó
          el murmullo de los peces
Caminé luego sobre el aroma de los bosques
Después baile. En él estaba colgado mi poder
Las buenas visiones y los buenos sueños
          lo rodeaban
Lloré entonces, lloré, abrazado
          por el espíritu de mi canelo.