jueves, 7 de marzo de 2013

PEDRO GARFIAS



  

Acordes

A Wladyslaw Jahl


XIV

Van quedándose atrás
mis pasos pensativos
y en la mañana tierna cada hora que pasa
me deja su rama de olivo



IRENE DUCH GARY






Aves de paz




Bajo la sombra secreta de tus brazos
aves de paz hacen su nido.
Aroma dulcísimo del viento
meciendo las ramas interiores,
hogueras de sabor a hierba
antigua llama
donde nace temprana la promesa del mar.
El mar borrando toda huella
todo exilio,
dibuja en la tarde una sonrisa húmeda.
La tarde
sin eco de fantasmas,
sin eco de relámpagos
ni lluvias consteladas;
la tarde serenísima, de incendios decantada,
¿Quién sino ella
Para fraguar la lágrima?
Astilla,
dardo tenaz de humo en sombra cauta
por tacto incendiadote tu cuerpo y el mío,
va dejando una espuma de fiebre que calcina.
Marea de fuegos en un amanecer azul.
Intacto.
Espíritu infinito el que bordean
aves de paz,
tu corazón y el vuelo.

De “Astillas de luz”

EDUARDO MILÁN






Por qué amo tu locura...



¿Por qué amo tu locura,
tu desparpajo, tu falta
de reloj y tus atajos
cuando estoy prácticamente a punto
de caer de cabeza en el abismo?

O sea en ti. Pero no sólo
eso: hay mucho más de ti que quiero
y no revelo. Esa lámpara
que enciendes en el fondo.



BLANCA VARELA





Destiempo





Se fue el día,
las escamas del sueño giran.

Todo desciende,
la noche es el tedio. 

En el desierto, a oscuras,
temerosa del amor
la ostra llora a solas.
Caen las lívidas hojas de tu frente,
Te alejas, negra burbuja sin destino. 

Se abren súbitamente mil calles,
arrecifes en llamas
retienen tu cuerpo helado como una lágrima,
nada te hiere,
el coral clava su garra en tu sombra,
tu sangre se desliza, inunda praderas,
salta de las ventanas como un rojo sonido
y todo esto no es sino el otoño.


JOSÉ MARÍA PEMÁN




  
Yo te siento en la rosa...



Yo te siento en la rosa.
Tanto más grande siento yo mi alma,
cuanto son más pequeñas
las cosas que la mueven.

¡Ay esas almas lentas
como animales hartos,
que van a Ti pisando mansamente
sobre el fango sonoro y necesitan
para reconocerte
la voz de la tormenta o la engolada
frase inmensa y solemne!

Señor:
Yo te siento en la rosa
y en la nieve
y en la rama sin flores
y en el plátano verde
que sombras, en el centro
de la plaza, la fuente.


ELSA LÓPEZ





El Extranjero



Tú eres Aquiles, el hermoso perdedor,
el de la espada de hierro,
el de la radiante cabeza coronada,
el mejor.
La verdad que sí,
¡Oh dioses inmortales!
que eres realmente bello.
Y no me extraña en absoluto
que Helena perdiera el aliento

y su peplo de seda,
al verse frente a ti
arrojadas al mar sus sandalias de cuero.

Yo soy Tersites, el guerrero aplastado por tu brazo
y el peso brutal de tus caballos.
Yo soy el que te ama
en medio del fragor de las batallas,
mordido y ensangrentado por tus perros.

De "La fajana oscura"