"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 8 de agosto de 2021
ALEJANDRO PALIZADA
Nos
iremos alejando
Nos
iremos alejando cada vez más
El
horizonte será un lienzo manchado de vino
Habrá
pájaros en pleno vuelo
mientras
caen pesadamente las horas de un último día
y
habrá nardos y jacarandas
que
elevarán un aroma triste de despedida.
Fuiste
agua viva, savia de verbos.
Fuiste
un aroma exquisito: eres una trampa.
Fuiste
jardín callado, serás la lluvia que daña.
Eres
un dibujo de notas cromadas
encerrada
en una postal de verano, partitura del aire.
Y
nos iremos alejando cada vez más
estaremos
huyendo a todas las citas, a todos los sexos
mientras
afuera la rutina, los horarios, la ciudad.
Yo
quiero elevarme como el incienso en la tempestad.
Yo
voy a buscar los caminos al fondo del fuego.
Lanzaré
de nuevo los dados, bocanada de sueño.
Desapareceré
cruzando un laberinto
cuyos
caminos son de luz y de viento.
Pero
no voy a evitar ese otro río de imágenes y presencias silenciosas,
así
que, aunque no te quiero amor mío,
aunque
no espero de ti la redención, jamás te olvido.
No
quiero nada de ti
y
aunque te tengo por completo
al
borde de la boca, en la palabra, prefiero abdicar.
Puedo
arrojar el recuerdo a la hoguera
para
que no seamos ni ceniza.
Pero
si enciendo ese fuego vuelve el juego suave y melódico
de
tocarte a través del recuerdo.
No
lo sabrás: serás polvo de mi memoria.
No
lo sabrás: y yo lo sabré.
Y
para entonces estaremos tan lejos
Y tu
boca hablará otro idioma
Y tu
cuerpo velará otros secretos
Y yo
estaré jugando al rompecabezas
como
un pájaro de recuerdos fragmentados.
ALMA VELASCO
-Un
vampiro infeliz
En
la ciudad de Sangre Envenenada
vivía un vampiro que comía ensalada,
odiaba el ataúd,
tocaba en su laúd,
quería cambiar. Llegar a ser un hada.
De: Horripilantario
HOMERO PUMAROL
Voy
a matarme a pajas entre los álbumes de la familia.
¿Para qué quiero salir o hacer visitas?
Odio esa costumbre de las parteras y los prestamistas,
Odio las salas de espera y las sonrisas naturales,
Los nervios ajenos me acaban los cigarros,
me quitan las ganas de beber.
¿Acaso estoy enfermo o soy un nursery boy?
¿Qué tengo yo que ver con los enfermos?
De sólo imaginarlo se me pone duro.
AMANDA BERENGUER
XIX
( el
coco )
Un
solo coco se ha instalado
en
el comedor.
Me
acerco a un circo de mi niñez.
Un
cachorro leonado? Tiene
pelo
áspero y duro
como el tronco de la canela.
Un
mono amaestrado
se
arroja en mitad de la arena
desde
un altísimo trapecio.
En
la palmera que da los cocos
hay una calesita.
Doy
vueltas sobre un caballo blanco.
Ese
caballo blanco era de leche
Y
estaba dentro del coco.
VÍCTOR RIVERA
Pájaros
De
ti ha quedado un bosquejo
Como si se tratara del pájaro que alguien traza en la arena,
Y no lo olvida el corazón del océano,
Aunque lo lleve en sus minúsculas sales,
A lo más desconocido y oscuro de sus pliegues.
Yo
señalé en la playa esa línea,
Y perdí mi mano con la vista como se pierden las aves marinas,
Finalmente invisibles entre las monótonas olas.
Vi
rodar la espuma áspera por el casco de un barco consumido
Por donde subía un molusco ajeno a los embates.
Vi juncos secos que crecían en la costa
Donde el viento movía con poco ritmo esa raya amarilla de cabellos vegetales.
Qué
clara fue mi visión escapándose por un sol ensangrentado.
Qué robusta la intuición de que ya no volvería el mismo mar
A golpear las porosidades de un cuerpo marino que devenía en el borde,
Y parecía haber sido arrojado desde el otro lado del mundo.