"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 25 de abril de 2020
ALVARO HERNÁNDEZ
Helechos
Tersas
vestimentas vuelcan sobre la tierra
su
razón de cantarse y de quebrarse a sí mismas
de
hallarse extremas sujetas al desorden al vapor del
/
camino
Del
silencio se observan, se ajustan al sendero
te
calman la agonía contrastan la dureza
No
tienen dueños ni nada que las cubra
si
llega el invierno nadie las reclama nadie las busca
angustia
no es la palabra
son
silvestres por sobre todo silvestres.
GIORGIO CAPRONI
Kodak
Mi hija como una novia.
Ah, vacaciones, sentados
a
la sombra de una verde arcada
de
la Tour Eiffel.
Hablamos
de
nada.
O estamos callados.
Roma
está lejos.
Un gorrión.
Una pareja excitada
que
escribe una postal.
Toda una resonante bandada
(nos
unimos) de saludos.
FERRUCCIO BRUGNARO
La hierba entre el cemento
Marzo.
La hierba ha crecido por doquier
en la fábrica donde ha encontrado
un poco de tierra.
La más fina y luminosa
ha aparecido entre el cemento,
en las franjas de tierra grises y negras.
La más bella ha asomado
la cabeza
entre escorias de plástico y hierro.
Es algo estupendo.
La primavera ha traído
a la fábrica
en estos días
la vida
con toda su fuerza y alegría.
en la fábrica donde ha encontrado
un poco de tierra.
La más fina y luminosa
ha aparecido entre el cemento,
en las franjas de tierra grises y negras.
La más bella ha asomado
la cabeza
entre escorias de plástico y hierro.
Es algo estupendo.
La primavera ha traído
a la fábrica
en estos días
la vida
con toda su fuerza y alegría.
VICENT ANDRÉS ESTELLÉS
Mañana será una canción
Ab
dol, ab gauig, ab mal, ab sanitat.
Pere March
Pere March
Animal
de recuerdos, lento y triste animal,
ya no vives, sólo recuerdas. Ya no vives, sólo recuerdas
haber vivido alguna vez en alguna parte.
Felicidad suprema, la hora de escribir los versos.
No los versos astillados, apresurados, que escribías,
sino los versos solemnes —¿solemnes?— del recuerdo.
Te permites recordar con un paisaje y todo:
las butacas del cine, el film que se proyectaba,
al que no hicisteis ningún caso, claro está;
y evocas la Albereda, las ranas del río,
las carcasas abriéndose en el cielo de la feria,
toda Valencia en llamas la noche de San José
mientras hacíais el amor en aquella terraza.
Animal de recuerdos, lento y triste animal,
ahora evocas y piensas en la carne fresca y suave
por donde tus manos o tus besos andaban,
la gloria de unas telas alegres y ligeras,
los caballetes de tejas enmohecidas, la maleza
que crecía, adorable, de pronto, entre unas tejas.
Animal de recuerdos, lento y triste animal.
ya no vives, sólo recuerdas. Ya no vives, sólo recuerdas
haber vivido alguna vez en alguna parte.
Felicidad suprema, la hora de escribir los versos.
No los versos astillados, apresurados, que escribías,
sino los versos solemnes —¿solemnes?— del recuerdo.
Te permites recordar con un paisaje y todo:
las butacas del cine, el film que se proyectaba,
al que no hicisteis ningún caso, claro está;
y evocas la Albereda, las ranas del río,
las carcasas abriéndose en el cielo de la feria,
toda Valencia en llamas la noche de San José
mientras hacíais el amor en aquella terraza.
Animal de recuerdos, lento y triste animal,
ahora evocas y piensas en la carne fresca y suave
por donde tus manos o tus besos andaban,
la gloria de unas telas alegres y ligeras,
los caballetes de tejas enmohecidas, la maleza
que crecía, adorable, de pronto, entre unas tejas.
Animal de recuerdos, lento y triste animal.
FANOR TELLEZ
Lamento
Ahora
que los héroes se han marchado,
qué quieto parece el país a quien lo mira.
Hay una niebla que vuelve impreciso el horizonte,
las meditaciones reverberan en el aire.
Meto las manos en los bolsillos del blue jean,
y orillado, lamento el mutismo
y la soledad de estos días.
qué quieto parece el país a quien lo mira.
Hay una niebla que vuelve impreciso el horizonte,
las meditaciones reverberan en el aire.
Meto las manos en los bolsillos del blue jean,
y orillado, lamento el mutismo
y la soledad de estos días.
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