miércoles, 26 de junio de 2019


DENISSE VEGA FARFÁN





Cigarras en Beijing



Es la temporada en la que el sol se defiende
de las gélidas masas de nuestros corazones
y madura un tallo de vapor
en el inviolable coto de su rareza.

Confundidas entre los sauces llorones ellas cantan,
libando el durmiente juicio de las hojas,
mientras el tiempo es de alcanfor fuera de los árboles.

Similares años a los de mi primera infancia
han permanecido bajo tierra,
preparando el impasible oficio de su canto,
oyendo a nuestros muertos,
anticipando la contienda de los vivos,
celebrando la ceguera de nuestra habitación última,
endureciendo de savia el instrumento que ahora consuela
la fatiga de los viajantes por el demorado vuelo de retorno
al remo duro del Atlántico.

Deben ser ya cuarenta grados,
por cuanto el cuerpo es un estorbo
como un poema corregido por años
sin la retribución del reconocimiento.
En cambio, sus tórax son más propicios
para el clamor del cortejo,
los élitros cortan el aire monótono
con el furor del cortaplumas
sobre la nuca del invisible enemigo.

Ha de haber un centenar en ése árbol.
Podrían batir hasta calcinarse.

Hacen un sonajero del mundo.

Terminada la estación,
no serán más que cáscara
conteniendo nuestro vicio abandonado.


Beijing, 2013.


ROSABETTY MUÑOZ





Furor de yegua



Pasa una manada de potros
por el río corriendo
         las crines erizadas
restallando el agua contra el lomo.

Espumajo y caricia
en el lomo mío ahora
bañándome a toda prisa
todavía en el hedor
             y con el aire espeso.




ROBINSON QUINTERO





Hormigas



Descansen descansen laboriosas

Toda la jornada
debajo de la mesa
han cargado
rumbo al escondrijo
las migas de mi comida

¿A qué tanto afán?

Les diría:
cosechen ahora
vendrán días de escasez

Pero el poema es azaroso
–llevará tiempo–
y otras migajas rodarán al piso
junto al papel hecho trizas

No apuren pues obreras
Tengan alegre recreo

Que yo
como otra hormiga
–solitaria–
seguiré mi tarea
hasta que no caigan más de mi mesa
estos versos



RICARDO MUÑOZ MUNGUÍA





El vuelo de tus manos,
mariposas nocturnales en su imperio,
son puertas que abren camino al polvo
lentamente esparcido por otras manos,
las que hurgan en la textura dócil de mis cicatrices;
veo clavarse cada uña en cada borde
hasta descarnarlas hasta recordarles el baile
alrededor de los hilos del viento,
ahora son fuertes hachazos
en medio del corazón del árbol.
Mariposa herida,
eterna injusta de lacerante acento
regresas a mis llagas,
pozo donde alivias la sed
con esta sangre,
mi
s
a
n
g
r
e


ANNA DE NOAILLES




  
Fragancias



Mi corazón está lleno de perfumes flotantes palacio
Quién duerme a veces los pliegues de mi memoria,
y el repentino despertar sus ramos latentes
- Bolsas arrastraron la esquina de la caja profunda
Levante la cubierta de mis placeres fallecidos
y relaja su triste llanto tiras ... ¡
Poder exquisito, dioses evocadores, perfumes,
déjame fumar tus cassolettes ricas!
Fragancia de flores de abril, olor a heno,
olor a fuego en las habitaciones húmedas,
aromas diseminados en casas antiguas
y desvanecimiento con el terciopelo de cortinas rígidas;
Sabor calmante que se escapa del horno,
Parfum que se emborracha con ataduras oscuras,
Un recuerdo olvidado de nuestro joven amor
Quien despierta y suspira al gusto del cabello;
Aroma del vino que crece la blasfemia brutal,
Suavidad del grano de incienso que te hace humilde,
aroma mañana jubilosa de azur,
Perfume tierra exasperada suavizado;
Aliento algas de mar y cargado de sal,
abrigo caliente del establo lleno
letargo de clausura esparció las páginas del misal,
Acre cerca de fumar suelo después de la lluvia;
Huele a bosque al amanecer y espalderas calientes,
frescura intoxicante que fluye de la lavandería , bálsamos revitalizantes
con olores familiares,
canto de té cantando mientras trepas las vigas.
- Tengo en mi corazón un parque donde mis problemas se extravían,
jarrones transparentes donde la lila se desvanece,
un escapulario donde duerme la caja de ramas sagradas,
frascos de veneno y esencia profana.
Las frutas recogidas demasiado temprano maduran lentamente
en un rincón retirado en las esteras de paja,
y el aroma sutil de su aborto
emerge a través de un truco invisible ...
- Y mi mirada fija mirando en la noche
Conoce una bóveda secreto que la mirra perfuma,
donde mi plañidero, empalidecido y reducido pasado
es un montón de cenizas calientes y humeantes.
- Voy a beber aliento y fluidez Los
olores se enfrían porque el viento se dispersa,
E hice de mi corazón, a los pies de la voluptuosidad,
Un jarrón de Oriente donde quema una bolita ... 


SERGIO BRICEÑO





Pérdida



No hay forma
de encenderlo.

Ni con chispa
o fogata.

Ni soplando
en la base
para que encarne
el fuego.

Ni rociando butano
o kerosén.

No es posible encender
ni siquiera una vela
en esta cueva oscura
en que se oculta
la bestia
del amor apagado.