"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 10 de agosto de 2012
FELIX LOPE DE VEGA
A
Mis Soledades Voy
A
mis soledades voy,
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No
sé qué tiene el aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo,
no puedo venir más lejos.
donde vivo y donde muero,
que con venir de mí mismo,
no puedo venir más lejos.
Ni
estoy bien ni mal conmigo;
mas dice mi entendimiento
mas dice mi entendimiento
que
un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo
lo que me basta,
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
y solamente no entiendo
cómo se sufre a sí mismo
un ignorante soberbio.
De
cuantas cosas me cansan,
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
fácilmente me defiendo;
pero no puedo guardarme
de los peligros de un necio.
Él
dirá que yo lo soy,
pero con falso argumento;
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
pero con falso argumento;
que humildad y necedad
no caben en un sujeto.
La
diferencia conozco,
porque en él y en mí contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
porque en él y en mí contemplo
su locura en su arrogancia,
mi humildad en mi desprecio.
O
sabe naturaleza
más que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
más que supo en este tiempo,
o tantos que nacen sabios
es porque lo dicen ellos.
«Sólo
sé que no sé nada»,
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
dijo un filósofo, haciendo
la cuenta con su humildad,
adonde lo más es menos.
No
me precio de entendido,
de desdichado me precio;
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
de desdichado me precio;
que los que no son dichosos,
¿cómo pueden ser discretos?
No
puede durar el mundo,
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
porque dicen, y lo creo,
que suena a vidrio quebrado
y que ha de romperse presto.
Señales
son del juicio
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más,
otros por carta de menos.
ver que todos le perdemos,
unos por carta de más,
otros por carta de menos.
Dijeron
que antiguamente
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
se fue la verdad al cielo;
tal la pusieron los hombres,
que desde entonces no ha vuelto.
En
dos edades vivimos
los propios y los ajenos:
la de plata los estraños,
y la de cobre los nuestros.
los propios y los ajenos:
la de plata los estraños,
y la de cobre los nuestros.
¿A
quién no dará cuidado,
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
si es español verdadero,
ver los hombres a lo antiguo
y el valor a lo moderno?
Todos
andan bien vestidos,
y quéjanse de los precios,
de medio arriba romanos,
de medio abajo romeros.
y quéjanse de los precios,
de medio arriba romanos,
de medio abajo romeros.
Dijo
Dios que comería
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento;
su pan el hombre primero
en el sudor de su cara
por quebrar su mandamiento;
y
algunos, inobedientes
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
a la vergüenza y al miedo,
con las prendas de su honor
han trocado los efectos.
Virtud
y filosofía
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
peregrinan como ciegos;
el uno se lleva al otro,
llorando van y pidiendo.
Dos
polos tiene la tierra,
universal movimiento,
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
universal movimiento,
la mejor vida el favor,
la mejor sangre el dinero.
Oigo
tañer las campanas,
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
y no me espanto, aunque puedo,
que en lugar de tantas cruces
haya tantos hombres muertos.
Mirando
estoy los sepulcros,
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
cuyos mármoles eternos
están diciendo sin lengua
que no lo fueron sus dueños.
¡Oh,
bien haya quien los hizo!
Porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños.
Porque solamente en ellos
de los poderosos grandes
se vengaron los pequeños.
Fea
pintan a la envidia;
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
yo confieso que la tengo
de unos hombres que no saben
quién vive pared en medio.
Sin
libros y sin papeles,
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir,
piden prestado el tintero.
sin tratos, cuentas ni cuentos,
cuando quieren escribir,
piden prestado el tintero.
Sin
ser pobres ni ser ricos,
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones ni pleitos;
tienen chimenea y huerto;
no los despiertan cuidados,
ni pretensiones ni pleitos;
ni
murmuraron del grande,
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, firmaron
parabién, ni Pascuas dieron.
ni ofendieron al pequeño;
nunca, como yo, firmaron
parabién, ni Pascuas dieron.
Con
esta envidia que digo,
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
y lo que paso en silencio,
a mis soledades voy,
de mis soledades vengo.
AURORA LUQUE
Interior
A
menudo converso con mis sueños.
Los invito a salirse de la noche
y se sientan, con trajes neblinosos,
junto a mi mesa sucia de papeles.
y les pregunto sobre su sintaxis
porque se ofenden si hablo de semántica.
Hoy he recuperado de sus manos
un fragmento de ti tan exquisito .
como una noche de junio en Gil de Biedma,
un otoño de Keats o aquel sabor a polo de naranja
de las viejas mañanas de domingo.
Los invito a salirse de la noche
y se sientan, con trajes neblinosos,
junto a mi mesa sucia de papeles.
y les pregunto sobre su sintaxis
porque se ofenden si hablo de semántica.
Hoy he recuperado de sus manos
un fragmento de ti tan exquisito .
como una noche de junio en Gil de Biedma,
un otoño de Keats o aquel sabor a polo de naranja
de las viejas mañanas de domingo.
De "Problemas de
doblaje"
INGRID VALENCIA
En
el sueño yo muero
En
el sueño no muero, me traslado
con
la flama hacia mi cuerpo
No
hay más ruinas que levantar
acaso
la máscara que me vio partir
rumbo
a la noche blanda, eléctrica. No
muero,
me sostengo en cada paso
que
enciende la nube
y
callo
—Aquí,
decía el poeta y voy al vértice
Hay
montañas que tienden al precipicio
soy
la caída, la ondulación
Hay
gente que señala hacia las piedras
Hay
un pozo al centro de la plaza
y
cabezas lanzadas desde su brocal
van
al llanto, a la bala
en
el grito, el último
Ayer
se moría para ceder la entrada al túnel
hoy
los engranes del silencio transgreden
una
piel que me devora
Hay
un jardín de raíces pudriéndose
en
estos ojos sumergidos en el amanecer
en
la sangre de una bóveda calcinada
He
dejado de partir
la
pupila se contrae
al
centro de un cielo amniótico
ya
no atiendo a la prisa de la duda
ni
escucho al rostro disperso del muro
pero
aunque no muero sé que el viento
me
humilla al despertar en otro sol
de
claves marchitas
de
nieve azulada que brota de los poros, de la boca
En
el sueño hay un río que se lleva el cadáver
y
un árbol que sujeta el temblor
Aquí,
en el negro inmóvil, bajo un viento artificial
La
vida se demora.
SERGIO GARCÍA
La
labor de Cupido
Tensa
la mano la cuerda
Tensa
la cuerda el arco
Tensa
al amor la ausencia
Surca
el aire
La
flecha esperanzada
De
herir tu corazón
De “Versos Marianos”
ZAZIL ALAÍDE COLLINS
Poética
La
palabra es tan orgánica como el cuerpo. Las palabras retumban en él, pues,
sobretodo, hacen sentido cuando lo sacuden; la poesía reverbera, gime: es
canto. La poesía la mueve.
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