lunes, 26 de marzo de 2018


FERNANDO DEL PASO





V



Es natural que el solo pensamiento
sea de la rosa, vana y ambiciosa,
unirse al esplendor: esplendorosa
queda la rosa de este casamiento.

Se entiende así por qué su atrevimiento,
por qué insiste la rosa jactanciosa
en amar al primor, pues primorosa
la rosa queda de su ayuntamiento.

Candorosa, amorosa, cuánta henchida
reunión de nombres, y qué bien le vienen;
bien hace sólo al preferir lo bello

y mejor todavía, cuando olvida
que el rencor y el dolor también la tienen
agarrada, a la rosa, por el cuello.


De: “Sonetos de la rosa enamorada de sí misma”

ZOFIA BESZCZYNSKA





¿quién?



¿quién asusta los patos del vado?
ya que no se ve nadie al lado

¿quién toca de noche a la puerta?
¿quién come las guindas de la huerta?

¿quién vuela de día por el cielo?
¿plumas tiene, garras o pelo?

¿quién vaga por todas partes
haciendo lo que quiera?
¿a quien no puedo ver
sentir ni oír siquiera?


Traducción de la autora


Revisión de Laura Vargues Sánchez



NIZAR QABBANI




  
Pintar con palabras



No me pidas cuentas de mi vida:
la conversación se alargará.
En todas las épocas estoy presente, como si
tuviera un millón de años.
Mis maletas se han cansado del largo viaje
y yo me he cansado
de mi caballo y de mis conquistas.
No ha quedado ni un pecho, blanco o negro,
en cuyo territorio no haya plantado mis banderas.
No ha quedado ni un rincón en el cuerpo de una bella
por el que no haya pasado mi caravana.
De la piel de las mujeres he confeccionado un manto,
he construido pirámides de sueños
y he escrito poemas a cuya magia sólo se asemejan
las palabras de Dios en la Torah.

Hoy me siento en la cubierta de mi barco
cual ladrón buscando el camino de salvación,
giro la llave del harén y no veo
en la sombra más que calaveras de muertos.
¿Dónde están los prisioneros?
¿Dónde están mis pertenencias?
¿Dónde está el incienso que fluía de mis habitaciones?
Hoy los pechos se vengan
y me devuelven las puñaladas.

Las tristezas de Harún Al Rashid"1" son amargas.
¡Si conocieras la amargura de la tristeza!
Soy como la antorcha del camino, amiga mía,
lloro, pero nadie ve mis lágrimas.
El sexo fue un calmante que probé:
no acabó con mis tristezas ni mis crisis
y el amor entero se tornó
semejante a las hojas en los bosques.
Soy incapaz de amar ni una hormiga
o una nube, de amar cualquier guijarro.
He practicado mil y una religiones
y he descubierto que la mejor
es adorarme.

Tu dulce boca no soluciona mi caso:
mi problema está en mi cuaderno y mi tintero.
Todos los caminos entre nosotros están cerrados:
nuestra salvación es pintar con palabras.


De: “Pintar con palabras”

Versión de maría luisa prieto


[1]  (764-809) Quinto califa abbasí. Su suntuosa y legendaria corte aparece reflejada en los cuentos de Las mil y una noches.


VIOLETA LUNA





Si supieras...



Si supieras,
si sólo una milésima,
si sólo un pedacito,
un lado de mí misma conocieras
sabrías que estoy hecha de ciruelas,
de almendras y duraznos.
Sabrías que por dentro soy de azúcar, que sólo un dedo tuyo
y un término rosado es suficiente
para que pierda mi alma el equilibrio.
Una mirada sola,
clarísima y brillante,
un simple yo te quiero
podrían encender mi vieja lámpara
y hacer que tras la tarde
se moje de pasión alguna orquídea.
Si supieras
que sólo soy de vientos primitivos,
de aquellos que hacen fuego
y avivan las fogatas campesinas.
Si sólo una milésima,
un lado de mí misma conocieras
sabrías que estoy hecha de aceitunas,
de abejas y geranios,
sabrías que la noche es mi cuaderno
con un redondo verso que es la luna.
Sabrías que por dentro tengo cítaras,
que sólo una caricia
podría convertirme en oleaje,
en lluvia de amapolas y campanas.
Si supieras
que estoy de ti tan llena
que sólo bastaría que te acerques
para nacer de nuevo.
No sabes que soy frágil,
que sólo soy de piel ansiosa y húmeda
que sólo soy mujer,
así sencillamente,
sin rótulos ni farsas, tan sólo soy así:
aquella que te espera contra todo.


FEDERICO GARCÍA LORCA





VIII Casida de la muchacha dorada



La muchacha dorada
se bañaba en el agua
y el agua se doraba.

Las algas y las ramas
en sombra la asombraban
y el ruiseñor cantaba
por la muchacha blanca.

Vino la noche clara,
turbia de plata mata,
con peladas montañas
bajo la brisa parda.

La muchacha mojada
era blanca en el agua,
y el agua, llamarada.

Vino el alba sin mancha,
con mil caras de vaca,
yerta y amortajada
con heladas guirnaldas.

La muchacha de lágrimas
se bañaba entre llamas,
y el ruiseñor lloraba
con las alas quemadas.

La muchacha dorada
era una blanca garza
y el agua la doraba.




VIRGILIO DÁVILA





La palma real



La palma real es un tesoro
de mucho más valor que el oro.
Sirve a los campos de ornato,
a hombres y brutos dá sustento:
y es de recursos una mina
para la choza campesina.

La palma real es un adorno
en el solar puertorriqueño:
luce la forma de un paraguas
que tiene un mango gigantesco
(columna hermosa y elegante,
obra del Maximo Arquitecto)
con un extremo fijo en tierra
y un verde toldo al otro extremo,
de donde su saludo al dia
dice el pitirre mañanero.

La palma real es generosa
a hombres y brutos el sustento:
tiene el palmillo para el hombre,
y tiene el fruto para el cerdo.

La palma real da lo preciso
para la choza del labriego:
él hace estantes de unos troncos
y de otros troncos hace luego
la tablazón que necesita
para los pisos y los setos.
¿Que falta el techo del bohío?
¡Ahí va la yagua para el techo!

¡Arbol bendito de mi tierra
que tu pimpollo alzas al cielo
como un regalo de Borinquen
agradecida al Ser Supremo!

¡Que nunca el rallo te aniquile,
ni te maltrate el rudo viento,
y sigas siendo en el terruño
abrigo y pan para el labriego,
admiración para el extraño,
y orgullo del puertorriqueño
.