miércoles, 24 de agosto de 2022


 

ÓSCAR CASTRO

 

 

La cabra

 

La cabra suelta en el huerto
andaba comiendo albahaca.

Toronjil comió después
y después tallos de malva.

Era blanca como un queso,
como la luna era blanca.

Cansada de comer hierbas,
se puso a comer retamas.

Nadie la vio sino Dios.
Mi corazón la miraba.

Ella seguía comiendo
flores y ramas de salvia.

Se puso a balar después,
bajo la clara mañana.
Su balido era en el aire
un agua que no mojaba.

Se fue por el campo fresco,
camino de la montaña.

Se perfumaba de malvas
el viento, cuando balaba.

 

MANUEL ANDROS FLORES

 

  

Corrido Mexicano

 

Corramos mano me decía ella,
estaba oscuro y estábamos desnudos
y yo no me sabía la letra

 

 

BERNARD NOËL

 

  

26

 

 

una quijada de burro el ruido de un golpe
el comienzo valía ya el fin
con toda esa sangre manando en la fuente
el tiempo pliega allí su primer sudario
el puñado de tierra cae sobre la boca

 

 

GONZALO ARANGO

 

  

Poema ser

 

 

ser un semáforo bajo la lluvia
ser un rayo sobre un pararrayo
ser un papagayo
ser un aviso luminoso a las 6 de la tarde
ser un revólver y una bala
un enemigo peligroso
un día cualquiera en la hoja del almanaque
unos hilos de lluvia sólida
un poco de frío
un edificio mojado de 14 pisos bajo la lluvia
el cielo hace su propia revolución
los hombres se esconden de miedo
en los recintos cerrados
en los aleros
en los escampavías
ser la velocidad de un automóvil
ser el comandante de la revolución celeste
ser una golondrina retardada en el imperio
de la lluvia
los hilos telegráficos destilan gotas
ser la terraza en el firmamento
el transeúnte que no puede llegar tarde a su trabajo
la novia que va para una cita de amor
la motocicleta estacionada en la mitad de la calle
ser la basura que corre
los vidrios resfriados
el calor dominado
ser como mi mujer que me invita al lecho por su
cuenta
ser un instante en compañía de otro instante
cualquiera
ser una carta abierta
un telegrama sintético con una mala noticia
el pedal de un dentista
un arroyo que pasa sin inmutarse
por las hojas que lleva a la desembocadura
una sumadora de besos
una restadora de dudas
una multiplicadora de instintos bajos
una divisora de penas
ser el premio mayor de la lotería
un florero con anémonas y gladiolos
una flor de saúco
una hoja de verbena
un pistilo estambrado
una declaración de guerra
un armisticio de paz
una revolución develada
un muerto
un vivo
unas ganas de orinar
como mi mujer que no piensa
luego existe
ser una y otra vez
indefinidamente
yo mismo
gonzaloarango

 

MYRIAM ALBISU

 

 

 

¿Dónde estás?

 

 

Quisiera encontrarte
a la vuelta de una esquina o en la mesa de un café
dibujar en el vidrio empañado la inicial de tu nombre
sin saber quién sos
mirar hacia la puerta y verte entrar, aún sin rostro
solo una silueta viniendo hacia mí
ir a tu encuentro y quemarnos
atravesarte.
Irme… ¡sin saber quién fuiste!

 

LUIS CARLOS LÓPEZ

 

 

Se murió casimiro

“A muertos de mogollón
da de balde la parroquia”.
Quevedo

 

 

Se murió Casimiro el campanero
de la iglesia rural. Y esta mañana
lo llevaron al último agujero
con tres o cuatro dobles de campana…

Se lo llevaron bajo un aguacero
definitivamente. —Y quedó Juana,
su sobrina, sin sol y sin alero,
¡y tan hermosa como casquivana!

…¡Y quién podrá decir que Casimiro
no apuró sorbo a sorbo, en un suspiro
y otro suspiro, un cáliz de amargura,

conociendo la lengua viperina
de las devotas! ¡Conociendo al cura!
¡Y conociendo tanto a su sobrina!