"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 5 de marzo de 2025
FADWA TUQAN
Qué azar…
Qué
azar
Dulce parecido a un sueño azar
Nos Reunión aquí en esta tierra distante
Aquí dos almas extrañas nosotros
Fuimos unidos por la Musa
Que nos llevó de viaje
Nuestras almas convirtiéndose en una canción
Flotando en un aire de Mozart
En su precioso mundo
Tú dijiste: Qué profundos tus ojos
Qué dulce eres
Lo dijiste con un callado, resonante deseo
Ya que no estábamos solos
Y en tus ojos una invitación
Y en mis profundidades intoxicación
Qué intoxicación
Soy una mujer así que discúlpale a mi corazón su vanidad
Cuando tu murmullo lo acaricia: Qué profundo tus ojos
Qué dulce eres
Oh
Poeta, en mi país
Mi amado país
Tengo un enamorado esperando
Él es mi compatriota no he de derrochar
Su corazón
Él es mi compatriota no venderé
Su amor
Por los tesoros del mundo
Por las estrellas brillantes
Por la Luna
Sin embargo la intoxicación aferra mi corazón
Mientras en tus ojos derivan sombras de amor
Y la invitación centellea
Como una luz trémula
Soy
una mujer de modo que perdónale a mi corazón su vanidad
Cuando tu murmullo lo acaricia: Qué profundos tus ojos
Qué dulce eres.
CHARLOTTE BRONTË
Pasión
Algunos
han ganado un placer salvaje,
Por arriesgarse ante el dolor salvaje,
Yo podría esta noche ganar tu amor
Y sufrir mañana el peligro de la muerte.
Podría
extremacerte en la batalla,
y arrancar una mirada de tu ojo.
¡Qué frágil es el corazón que arde,
Embriagado de intentos y anhelos!
Bienvenidas
las noches de sueños rotos,
Y los días de crueles matanzas.
¿Puedo considerar que llorarías
al oír mis acechantes tribulaciones?
Dime
si con errantes peregrinos
Deambulas lejos de todo,
¿Vagas tú por aquellos campos distantes
Sin extraviar tu espíritu?
Salvaje,
profundo, suena un cuerno en la distancia,
Déjádme, déjádme ir,
Dónde el sheik y el británico luchan,
Sobre las márgenes de los ríos.
La
sangre ha tratado aquellas riberas
Con manchas escarlatas, lo sé;
Las fronteras se cubren de tumbas,
Y sin embargo, déjame ir.
Aunque
la crueldad del holocausto
Suba como el vapor de las naciones,
Con placer me sumaría a las huestes muertas,
Si la orden me fuese dada.
La
esencia de la pasión debe templar mi brazo,
Su ardor agita mi vida,
Hasta que la fuerza humana tema el encanto
Deberán sucumbir entre gritos de alarma,
Como los árboles abatidos luchan con la tormenta.
Si
yo, excitada por la guerra, buscase tu amor.
¿Te atreverías a estar a mi lado?
¿Te atreverías a reprobar mi pasión,
presa del desprecio, del orgullo más exasperante?
No,
mi voluntad sometería la tuya,
Tan alta y libre,
Y el amor dominaría esa alma altiva.
Si, con ternura me amarías.
Leeré
mi victoria en tus ojos,
contemplando, y probando el cambio;
Luego dejaré, indiferente, mi noble premio
En manos de las armas distantes.
Desearía
morir cuando se alce la espuma,
Cuando el vino resplandezca alto;
Sin esperar que en la copa exhausta
Caiga la abúlica vida en hediondas mentiras.
Entonces
el amor será coronado con dulces recompensas,
Bendecido con esperanza y plenitud.
Desearía montar aquel corcel, desenvainar la hoja,
y perecer entre los aullidos de la batalla.
CÉSAR BRAÑAS
Estuario
Aquí está mi canto taciturno y desvelado,
mi esencia traicionada,
mi poder perdido y la amorosa luz huida
por el húmedo camino de mis vértebras
hacia los más consistentes olvidos.
El tiempo huraño de sus brazos me abandona,
hostil la flor y letal el surco
nocturno en que el sueño me recoge
en lentas navegaciones desvanecidas.
¡Estuario de sus palabras con pájaros
ocultos entre los granados,
en el temblor del inseguro día
de arterias rotas y fulgurantes álamos!
Ay, ya no prendido en tus caderas
mi sollozo se derrama,
amarga sed de un bien desposeído,
ausencia de luceros en el agua,
huella de suspiros en la arena.
¿Adónde mi flecha se dirige
en el universo vacío de mis sentidos?
¿Adónde cabalga su potro oscuro el deseo
encabritado aún en las desiertas
albas del regreso y en el espanto ardido?
Déjame tu símbolo escueto,
tu imagen sin tierra ni ternura,
tu sonrisa de materia cristalizada y sin penumbra,
el trino de marfil de tus pájaros en la memoria,
para que florezcan, limpios, en la cal de mis huesos,
en el confín de mis vértebras,
más allá de lo que en mí ha muerto,
de lo que en mí no muere,
en la universal entraña de mi gemido!
ORFILA BARDESIO
El tocar
La Cabellera quema el filo
entre la piel y el cielo
con sus llamas:
las encinas no alumbran su follaje
en las florestas lejanas,
los leopardos no encantan
entre verdes cortinas,
las piedras no recuerdan historias
en milenarias intimidades,
el sol no estalla espigas en una tierra azul.
En la mano desnuda
es donde todo sucede.
GALO GHIGLIOTTO
Cómo erigir una casa embrujada
elija
construir su casa en un largo periodo de tiempo
contrate
un amplio staff de albañiles y peones
disponga
todos los materiales de una vez a libre disposición
elimine
las rejas que protegen la vivienda
deje
abiertas las puertas por las noches
elija
arena en vez de concreto para los cimientos
los
materiales higroscópicos suelen ser los indicados
exponga
la madera a altas temperaturas
no
haga planos, improvise
mucho
menos acuda a las autoridades a regularizar la vivienda
evite
designar la obra y su lugar con un nombre específico
levante
las habitaciones por separado
sin
preocuparse de que cuadren las medidas de una y otra
una
vez levantado el primer piso instale camas en los dormitorios
no
se preocupe de decorar o instalar papeles murales
deje
que los perros entren a devorar ratas y otros
lo
que sea necesario para alejar a los gatos
instale
un refrigerador inútil y desvencijado en la cocina
haga
fiestas con abundante licor y poca comida
confunda
a las visitas indicándoles erróneamente la ubicación de los baños
aliente
la fornicación entre invitadas e invitados a sus fiestas
se
sugiere el uso de máscaras para ocultar la identidad
permita
que su esposa fornique con los obreros que ella elija
escúchela
gemir escondido detrás de una puerta
invite
a sus amigos a masturbarse mirando por las ventanas
levante
el segundo piso de una sola vez sobre la edificación baja
para
el techo elija materiales permeables
corte
las plantas que hayan crecido en el patio de preferencia flores
reemplácelas
por maceteros desperdigados por el piso de la casa
elija
un ataúd para colocar en la puerta de entrada
lleve
a vivir ahí a todos sus seres queridos
e
inaugure una noche su casa
llena
de fantasmas
CAROLINA SARMIENTO
Vértigo
Culebrea
una serpiente bajo la camisa,
se arrastra a ras de pecho,
se alimenta de cobardía,
su nombre es Vértigo
y conoce tu riesgo de dejarte ser mordida.
De: “Vértigo en la boca”