miércoles, 5 de marzo de 2025


 

FADWA TUQAN

 


 

Qué azar…

 


Qué azar
Dulce parecido a un sueño azar
Nos Reunión aquí en esta tierra distante
Aquí dos almas extrañas nosotros
Fuimos unidos por la Musa
Que nos llevó de viaje
Nuestras almas convirtiéndose en una canción
Flotando en un aire de Mozart
En su precioso mundo
Tú dijiste: Qué profundos tus ojos
Qué dulce eres
Lo dijiste con un callado, resonante deseo
Ya que no estábamos solos
Y en tus ojos una invitación
Y en mis profundidades intoxicación
Qué intoxicación
Soy una mujer así que discúlpale a mi corazón su vanidad
Cuando tu murmullo lo acaricia: Qué profundo tus ojos
Qué dulce eres

Oh Poeta, en mi país
Mi amado país
Tengo un enamorado esperando
Él es mi compatriota no he de derrochar
Su corazón
Él es mi compatriota no venderé
Su amor
Por los tesoros del mundo
Por las estrellas brillantes
Por la Luna
Sin embargo la intoxicación aferra mi corazón
Mientras en tus ojos derivan sombras de amor
Y la invitación centellea
Como una luz trémula

Soy una mujer de modo que perdónale a mi corazón su vanidad
Cuando tu murmullo lo acaricia: Qué profundos tus ojos
Qué dulce eres.

 

 

CHARLOTTE BRONTË

 

  

Pasión

 


Algunos han ganado un placer salvaje,
Por arriesgarse ante el dolor salvaje,
Yo podría esta noche ganar tu amor
Y sufrir mañana el peligro de la muerte.

Podría extremacerte en la batalla,
y arrancar una mirada de tu ojo.
¡Qué frágil es el corazón que arde,
Embriagado de intentos y anhelos!

Bienvenidas las noches de sueños rotos,
Y los días de crueles matanzas.
¿Puedo considerar que llorarías
al oír mis acechantes tribulaciones?

Dime si con errantes peregrinos
Deambulas lejos de todo,
¿Vagas tú por aquellos campos distantes
Sin extraviar tu espíritu?

Salvaje, profundo, suena un cuerno en la distancia,
Déjádme, déjádme ir,
Dónde el sheik y el británico luchan,
Sobre las márgenes de los ríos.

La sangre ha tratado aquellas riberas
Con manchas escarlatas, lo sé;
Las fronteras se cubren de tumbas,
Y sin embargo, déjame ir.

Aunque la crueldad del holocausto
Suba como el vapor de las naciones,
Con placer me sumaría a las huestes muertas,
Si la orden me fuese dada.

La esencia de la pasión debe templar mi brazo,
Su ardor agita mi vida,
Hasta que la fuerza humana tema el encanto
Deberán sucumbir entre gritos de alarma,
Como los árboles abatidos luchan con la tormenta.

Si yo, excitada por la guerra, buscase tu amor.
¿Te atreverías a estar a mi lado?
¿Te atreverías a reprobar mi pasión,
presa del desprecio, del orgullo más exasperante?

No, mi voluntad sometería la tuya,
Tan alta y libre,
Y el amor dominaría esa alma altiva.
Si, con ternura me amarías.

Leeré mi victoria en tus ojos,
contemplando, y probando el cambio;
Luego dejaré, indiferente, mi noble premio
En manos de las armas distantes.

Desearía morir cuando se alce la espuma,
Cuando el vino resplandezca alto;
Sin esperar que en la copa exhausta
Caiga la abúlica vida en hediondas mentiras.

Entonces el amor será coronado con dulces recompensas,
Bendecido con esperanza y plenitud.
Desearía montar aquel corcel, desenvainar la hoja,
y perecer entre los aullidos de la batalla.

 

 

 

CÉSAR BRAÑAS

 

  

Estuario




Aquí está mi canto taciturno y desvelado,
mi esencia traicionada,
mi poder perdido y la amorosa luz huida
por el húmedo camino de mis vértebras
hacia los más consistentes olvidos.
El tiempo huraño de sus brazos me abandona,
hostil la flor y letal el surco
nocturno en que el sueño me recoge
en lentas navegaciones desvanecidas.

¡Estuario de sus palabras con pájaros
ocultos entre los granados,
en el temblor del inseguro día
de arterias rotas y fulgurantes álamos!

Ay, ya no prendido en tus caderas
mi sollozo se derrama,
amarga sed de un bien desposeído,
ausencia de luceros en el agua,
huella de suspiros en la arena.

¿Adónde mi flecha se dirige
en el universo vacío de mis sentidos?
¿Adónde cabalga su potro oscuro el deseo
encabritado aún en las desiertas
albas del regreso y en el espanto ardido?

Déjame tu símbolo escueto,
tu imagen sin tierra ni ternura,
tu sonrisa de materia cristalizada y sin penumbra,
el trino de marfil de tus pájaros en la memoria,

para que florezcan, limpios, en la cal de mis huesos,
en el confín de mis vértebras,
más allá de lo que en mí ha muerto,
de lo que en mí no muere,
en la universal entraña de mi gemido!

 

 

 

ORFILA BARDESIO

 

 

El tocar



La Cabellera quema el filo
entre la piel y el cielo
con sus llamas:
las encinas no alumbran su follaje
en las florestas lejanas,
los leopardos no encantan
entre verdes cortinas,
las piedras no recuerdan historias
en milenarias intimidades,
el sol no estalla espigas en una tierra azul.

En la mano desnuda
es donde todo sucede.

 

 

GALO GHIGLIOTTO

  


 

 

Cómo erigir una casa embrujada

elija construir su casa en un largo periodo de tiempo

contrate un amplio staff de albañiles y peones

disponga todos los materiales de una vez a libre disposición

elimine las rejas que protegen la vivienda

deje abiertas las puertas por las noches

elija arena en vez de concreto para los cimientos

los materiales higroscópicos suelen ser los indicados

exponga la madera a altas temperaturas

no haga planos, improvise

mucho menos acuda a las autoridades a regularizar la vivienda

evite designar la obra y su lugar con un nombre específico

levante las habitaciones por separado

sin preocuparse de que cuadren las medidas de una y otra

una vez levantado el primer piso instale camas en los dormitorios

no se preocupe de decorar o instalar papeles murales

deje que los perros entren a devorar ratas y otros

lo que sea necesario para alejar a los gatos

instale un refrigerador inútil y desvencijado en la cocina

haga fiestas con abundante licor y poca comida

confunda a las visitas indicándoles erróneamente la ubicación de los baños

aliente la fornicación entre invitadas e invitados a sus fiestas

se sugiere el uso de máscaras para ocultar la identidad

permita que su esposa fornique con los obreros que ella elija

escúchela gemir escondido detrás de una puerta

invite a sus amigos a masturbarse mirando por las ventanas

levante el segundo piso de una sola vez sobre la edificación baja

para el techo elija materiales permeables

corte las plantas que hayan crecido en el patio de preferencia flores

reemplácelas por maceteros desperdigados por el piso de la casa

elija un ataúd para colocar en la puerta de entrada

lleve a vivir ahí a todos sus seres queridos

e inaugure una noche su casa

llena de fantasmas

 

 

CAROLINA SARMIENTO

 


 

Vértigo

 

 

Culebrea una serpiente bajo la camisa,
se arrastra a ras de pecho,
se alimenta de cobardía,
su nombre es Vértigo
y conoce tu riesgo de dejarte ser mordida.

 

 

De: “Vértigo en la boca”