"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 14 de abril de 2016
FEDERICO GARCÍA LORCA
Mañana
A Fernando
Marchesi.
Y la
canción del agua
es
una cosa eterna.
Es la
savia entrañable
que
madura los campos.
Es
sangre de poetas
que
dejaron sus almas
perderse
en los senderos
de la
Naturaleza.
¡Qué
armonías derrama
al
brotar de la peña!
Se
abandona a los hombre
con
sus dulces cadencias,
La
mañana está clara.
Los
hogares humean,
y son
los humos brazos
que
levanta la niebla.
Escuchad
los romances
del
agua en las choperas.
¡Son pájaros
sin alas
perdidos
entre hierbas!
Los
árboles que cantan
se
tronchan y se secan.
Y se
tornan llanuras
las
montañas serenas.
Mas
la canción del agua
es
una cosa eterna.
Ella
es luz hecha canto
de
ilusiones románticas.
Ella
es firme y suave
llena
de cielo y mansa.
Ella
es niebla y es rosa
de la
eterna mañana.
Miel
de luna que fluye
de
estrellas enterradas.
¿Qué
es el santo bautismo,
sino
Dios hecho agua
que
nos unge las frentes
con
su sangre de gracia?
Por
algo Jesucristo
en
ella confirmóse,
por
algo las estrellas
en
sus ondas descansan.
Por
algo madre Venus
en su
seno engendróse,
que
amor de amor tomamos
cuando
bebemos agua.
Es el
amor que corre
todo
manso y divino,
es la
vida del mundo,
la
historia de su alma.
Ella
lleva secretos
de
las bocas humanas,
pues
todos la besamos
y la
sed nos apaga.
Es un
arca de besos
de
bocas ya cerradas,
es
eterna cautiva,
del
corazón hermana.
Cristo
debió decirnos:
“Confesaos
con el agua
de
todos los dolores,
de
todas las infamias.
¿A
quién mejor, hermanos,
entregar
nuestras ansias
que a
ella que sube al cielo
en
envolturas blancas?”
No
hay estado perfecto
como
al tomar el agua,
nos
volvemos más niños
y más
buenos: y pasan
nuestras
penas vestidas
con
rosadas guirnaldas.
Y los
ojos se pierden
en
regiones doradas.
¡Oh
fortuna divina
por
ninguno ignorada!
Agua
dulce en que tantos
sus
espíritus lavan,
no
hay nada comparable
con
tus orillas santas
si
una tristeza honda
nos
ha dado sus alas.
7 de agosto de 1918. (Fuente Vaqueros,
Granada.)
RUBÉN DARÍO
VI
Hay
un verde laurel. En sus ramas
un
enjambre de pájaros duerme
en
mudo reposo,
sin
que el beso del sol los despierte.
Hay
un verde laurel. En sus ramas
que
el terral melancólico mueve,
se
advierte una lira,
sin
que nadie esa lira descuelgue.
!Quien
pudiera, al influjo sagrado
de un
soplo celeste,
despertar
en el árbol florido
las
rimas que duermen!
!Y
flotando en la luz el espíritu,
mientras
arde en la sangre la fiebre,
como
"un himno gigante y extraño”
arrancar
a la lira de Becquer!
De: Rimas (1887)
CONCHA LAGOS
Por volverlo a escuchar
Urgente la presencia te reclamo,
eje te quiero de mi todavía,
la espuma de tu orilla por la mía
ascendiendo sedienta tramo a tramo.
Prolongado oleaje del te amo
que de mi playa aleje la agonía.
Por volverlo a escuchar deshojaría
hasta el último sueño de mi ramo.
Vuelve y vuelve otra vez, vuelve a cantarme,
repíteme el compás a cada hora,
quédate detenido en mi presente.
Hoy sé que una campana va a sonarme
anunciando la vuelta de otra aurora
la razón de esta lucha por mi frente.
Urgente la presencia te reclamo,
eje te quiero de mi todavía,
la espuma de tu orilla por la mía
ascendiendo sedienta tramo a tramo.
Prolongado oleaje del te amo
que de mi playa aleje la agonía.
Por volverlo a escuchar deshojaría
hasta el último sueño de mi ramo.
Vuelve y vuelve otra vez, vuelve a cantarme,
repíteme el compás a cada hora,
quédate detenido en mi presente.
Hoy sé que una campana va a sonarme
anunciando la vuelta de otra aurora
la razón de esta lucha por mi frente.
UMBERTO SENEGAL
Abrazaremos…
para asistir al concierto de Morrison
agonizando sobre agujas
de la pesadilla.
“Me rodearon ligaduras de muerte,
y torrentes de perversidad
me atemorizaron. Ligaduras del Seol
me rodearon, me tendieron lazos de muerte”.
CONSTANTINO KAVAFIS
Monotonía
A un día monótono otro
monótono, invariable sigue: Pasarán
las mismas cosas, volverán a pasar -
los mismos instantes nos hallan y nos dejan.
Un mes pasa y trae otro mes.
Lo que viene uno fácilmente lo adivina:
son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer.
Y llega el mañana ya a no parecer mañana.
Versión de Miguel Castillo Didier
A un día monótono otro
monótono, invariable sigue: Pasarán
las mismas cosas, volverán a pasar -
los mismos instantes nos hallan y nos dejan.
Un mes pasa y trae otro mes.
Lo que viene uno fácilmente lo adivina:
son aquellas mismas cosas fastidiosas de ayer.
Y llega el mañana ya a no parecer mañana.
Versión de Miguel Castillo Didier
FRANCISCO HILARIO SAAVEDRA BARRIOS
Se desgarra,
se desgarra
el
corazón late penas
con
un sordo grito se ahoga
y se
desgarra.
Se
desangra, se desangra
la
carne abierta se derrama
sobre
el filo de la soledad.
No,
no grites, no hay furia
sólo
el deceso de un momento.
Thanatos,
amor de lo obscuro
amante
de las noches tormentosas
meces
en tus manos huesudas y blancas
mi
cabeza cansada y somnolienta.
Se
desgarra en silencio se desgarra
cada
sueño que nunca llegó a buen puerto.
¿Y si
apoyo mi cabeza en tus faldas?
que
no están y nunca estuvieron.
Quizás
por fin sienta descansos, en el silencio
que
abre de soledades eternas
quizás
por fin tenga algún sentido
el
abandono del que todo yace.
Es
negro el amanecer de mis inviernos
es
fría la caricia que no llega.
No
hay amor, solo silencio.
Y un
corazón, lleno de angustia ... espera
Y
mientras espera se marchita.
Thanatos
amor de nadas tristes
toma
mi corazón y devóralo
hasta
que no quede más que un recuerdo...
Y ni
siquiera eso.
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