viernes, 25 de enero de 2019


TRISTAN TZARA





Poema mundano



Poema mundano, cómo vivir nuestra vida -pregunta-
Estoy aburrido, soy la tierra rotulada en el otoño
y la literatura es el gusano que roe el camino subterráneo
por donde vendrá el agua para nutrir la cosecha del verano.

Fotografía empolvada sobre el piano y encontrada viva después
en la provincia donde los padres daban clase
para conservar la fe -ha pensado que es mejor venir
a la gran ciudad con fiestas para la enajenación de la conciencia.

Mi alma: una mujer mundana que sale con cualquiera
Las mozas no son fieles, ni los violines son verdaderos
Bailarinas flores derrumbadas bailarinas trasegadas
muéstranos el secreto despojado de las hojas de algod6n.

En el escenario silencio mujer desnuda, en la sala embarazo, pero
ni menos un pensamiento que te duela, ni un actor que se muera
El negro de la luna desciende (deleitosamente) como el gorrión sobre un violín
y si lo quieres, amada mía, si lo quieres te pagaré un capricho


Versión de Darie Novácenau

CLARA LECUONA VARELA




  
IX



Me penetras dulce quisiera escribir
hoy la hierba me alucina
no creo en la idea del que escribe
no creo en mis palabras
estas son  mis ideas,  sólo son polvo,  pura ceniza de Papa,
Gutten Nacht, olvidé decir.
A menudo se olvidan las luces
y sólo veo un ángel a toda velocidad por la avenida .
Gracias a los ángeles no creo en los ángeles
así pues vivo penetrándome pausadamente
este poema,  protofalo.  Heme aquí,
no teman mirar.


EDITH SÖDERGRAN





La noche estrellada



Inútil dolor,
inútil espera,
el mundo está vacío como tu risa.
Caen las estrellas -
noche fría y espléndida.
El amor sonríe en el sueño,
el amor sueña la eternidad...
Inútil temor, inútil pena,
el amor es menos que la nada,
de la mano del amor al abismo se desliza
el anillo de la eternidad.


Versión de Renato Sandoval e Irma Sítanen

 

RENE SEGURA





Miedo



Tengo miedo de sembrar un árbol y terminar ahorcándome en él
de ser inmolado en el fuego de la verdad
de tener deseos
De no poder eliminarme.

Tengo miedo de escribir en una hoja
frases que  me acuchillen

De tener un hijo y que algún día me maldiga
De tener pareja y perderme en el laberinto del tu y yo.
De perder el miedo y volverme libre
Tan libre como para asesinarme con cariño.


ROXANA ELVRIDGE-THOMAS





Jabalíes



Son legión y son la muerte.
La tierra se acongoja con su paso.
Trote ungulado, huellas que son cráteres exhaustos. Nada crecerá tras de su avance.
Siete veces siete ciclos han corrido. Fieras bajas, piara agreste con eréctiles pelajes.
Qué potencia dio el Porquero a esas patas.
Qué consigna de yermar y expeler entre colmillos los vapores.
Corren, queman. La furia de los dueños se perpetra, la sangre de los prados se calcina.
Quien coma hierba o fruto circundante, ve explotar sus vísceras, expira entre vómitos y espasmos.
Toda agua agitada por un golpe de pezuña envenena con gases al que pasa.
Corren, bufan, arremeten, siete veces, siete ciclos.
Se acercan sus llamas.


ANDREA CABEL GARCÍA





[Un puercoespín]



Dijiste que te gustaba la carne con espinas. Que era tu vida el caminar de lado, ser blanca como las angostas calles de tu casa, y brillar en silencio como las estrellas del techo que se te cae todas las noches. Yo soy un animal que se amolda a tu cama, repleto de espinas. Lleno de cercos y púas. Soy la mortaja que en tu vientre se revuelca pidiéndote madre. La mujer que en tu mente me reta, soy yo, vestida de lana por el invierno, escondiendo las púas para no asustarte y cantando en voz baja, la canción de cuna de los niños que tienen frío. Una burbuja rosada se cuela entre tus ojos que miran al techo del piso ocho
Y solloza.