domingo, 11 de agosto de 2013

SILVIA CARBONELL



Ya no despierto a beso de sol


Ya no puedo romper el sueño
y arrastrarme a la realidad de un solo paso.
Despierto con un llanto de dolor,
ése que con agitación, permanece callado.

Estoy tratando de entender
porqué ni en mi espacio se está a salvo.
Tratando de comprender
porqué al cerrar los ojos, estoy a merced de tu daño.

Ya no despierto a beso de sol,
ni despierto al color de las voces de la mañana.
Despierto con el terror de sentir mi voz atrapada.

No sé si será peor, sentir mi llanto amarrado,
ni sé si será peor, abrir los ojos temblando.

Ya no despierto a beso de sol,
ni con la mañana en la mano,
despierto a todo pulmón de un grito de temor,
que mi voz se encuentra asfixiando.

Y quiero recomponer, el temor de mi cuerpo asustado.
Y trato de comprender la confusión que me está generando.

Ya no despierto a beso de sol,
despierto con el cuerpo agitado.
Tratando de recuperar el control,
que cada pesadilla con tu rostro me está despertando.

Ya no despierto gritando, lo que es peor,
se me ahoga el llanto.
Se me quiebra la voz y el dolor,
en el cuerpo se me queda atrapado.


Ya no despierto a beso de sol,
mis miedos se encuentran llorando.
me consume el dolor, que es real,
lo que me encuentro soñando.

ANA MARÍA RODAS




Domingo 12 de septiembre, 1937



Domingo 12 de septiembre, 1937
a las dos de la mañana: nací.
De ahí mis hábitos nocturnos
y el amor a los fines de semana.
Me clasificaron: nena? rosadito.
Boté el rosa hace mucho tiempo
y escogí el color que más me gusta,
que son todos.
Me acompañan tres hijas y dos perros:
lo que me queda de dos matrimonios.
Estudié porque no había remedio
afortunadamente lo he olvidado casi todo. 

Tengo hígado, estómago, dos ovarios,
una matriz, corazón y cerebro, más accesorios
Todo funciona en orden, por lo tanto,
río, grito, insulto, lloro y hago el amor. 

Y después lo cuento. 


JOSÉ JUAN TABLADA




En el parque



Un último sonrojo murió sobre tu frente...
Caíste sobre el césped; la tarde sucumbía,
Venus en el brumoso confín aparecía
y rimando tus ansias sollozaba la fuente.

¿Viste acaso aquel lirio y cómo deshacía
una a una sus hojas en la turbia corriente,
cuando al eco obstinado de mi súplica ardiente
respondiste anegando tu mirada en la mía?

Ya en la actitud rendida que la caricia invoca,
en la grama tendiste tus blancos brazos flojos
rendida ante los ruegos de mi palabra loca.

Y yo sobre tu cuerpo cayendo al fin de hinojos,
miré todas las rosas sangrando entre tu boca
¡y todas las estrellas bajando hasta tus ojos!


JORGE CUESTA




 Este amor no te mira para hacerte durable


Este amor no te mira para hacerte durable
y desencadenarte de tu vida, que pasa.
Los ojos que a tu imagen apartan de tu muerte
no la impiden, sólo hacen más presente tu ruina.
No hay sitio en mi memoria donde encuentre tu vida
más que tus ya distantes huellas deshabitadas.
Pues en mi sueño en vano tu rostro se refugia
y huye tu voz del aire real que la devora.
Dentro de mí te quema la sangre con más fuego,
los instantes te absorben con más ansia, y tus voces,
mientras más duran, se hunden más hondo en el abismo
de las horas futuras que nunca te han mirado.


PALOMA PALAO




Vivir en tu voz


Vivir en tu voz,
doblarme
bajo tu párpado, sería necesario
para compensar
el beso
de nieve, la luciérnaga
de esta resurrección imposible. Pero nada
han hueco como el agua,
donde el pozo
no es medida, sino acumulación
culpable del vacío, inexistencia
proclamada,
fondo desposeído por su transparencia,
recompensa de mirar
hacia la oscuridad
y hacia dentro.

De "Resurrección de la memoria"


RAFAEL CADENAS




26



Hazte a tu nada
plena.
Déjala florecer.
Acostúmbrate
al ayuno que eres.

Que tu cuerpo se la aprenda.

De “Intemperie”