domingo, 29 de noviembre de 2020


 

VLADIMIR HOLAN

 


 

Cuando llueve en domingo y tú estás solo...




Cuando llueve en domingo y tú estás solo, 
completamente solo,
abierto a todo, pero no llega ni el ladrón
y no llama a la puerta ni el borracho ni el enemigo;
cuando llueve en domingo mientras tú estás abandonado
y no comprendes cómo vivir sin cuerpo
y cómo no vivir puesto que tienes cuerpo;
cuando llueve en domingo y, solo, no eres más que tú,
¡no esperes ni hablar contigo mismo!
Entonces el ángel es el único que sabe 
lo que hay encima de él,
entonces el diablo es el único que sabe 
lo que hay debajo de él.

El libro sostenido, el poema al caer...

  

Versión de Clara Janés

REYNALDO URIBE

  


 





hoy vivir

es olvidar

poco a poco

las palabras



degradar

el yo quiero

hasta no puedo



MÓNICA NEPOTE

 

 

 

Origen

 



Por mera cuestión de ancestros mi nombre está cerca de las piedras.

 

La lengua ruda y lastimada que hablaron mis abuelos me pertenece ahora cómo algún día fueran suyos la pala y la pica.  En tarea semejante a su designio minero me hundo en la caverna del lenguaje hasta hacer brotar la gema, pájaro que acude a la ventana de una niña. El secreto radica en descubrir si el ave es cuervo o petirrojo.

 

 

 

RENÉE FERRER

 

 

  

Botella al mar

 


Frente al oleaje que muere 

en un ruedo de espuma sobre la playa

y el sonido constante de las aguas

arengando el piar de las gaviotas

que asedian con sus alas

la contemplación del firmamento 

desde la costa;

de pie y sin rótulos que te definan,

conociéndote a ti misma

o quizás, solamente,

ignorándote un poco menos;

con los ojos siguiendo la curva del planeta

desvanecida en los extremos del atardecer,

sola y sin objeciones,

salvo la obstinada ilusión

o el desmemoriado inventario de altibajos

y momentos dichosos;

prendida al mástil de un velero

que se aleja cual banderín que se entrega

a la liberalidad del viento,

arrojo una botella al mar repleta de mi voz,

sabiendo que un día arribará a algún puerto,

a cierta playa resplandeciente,

donde alguien la recoja,,

beba en ella y, 

tal vez, me responda.

 

 

VLADIMIR MAÏACOVSKI

 



¡Escuchen!



¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que alguien quiere que existan,
quiere decir que alguien escupe esas perlas?

Alguien, esforzándose,
entre nubes de polvo cotidiano,
temiendo llegar tarde,
corre hasta llegar hasta Dios,
y llora,
le besa la mano nudosa,
implora,
exige una estrella,
jura,
no soportará un cielo sin estrellas,
luego anda inquieto,
pero tranquilo en apariencia,
le dice a alguien:
"¿Ahora estás mejor, verdad?
¿Dime, tienes miedo?"
¡Escuchen!
¿Si las estrellas se encienden,
quiere decir que a alguien les hace falta,
quiere decir que son necesarias,
quiere decir que es indispensable,
que todas las noches,
sobre cada techo,
se encienda aunque más no sea una estrella?


PIER PAOLO PASOLINI

 

 

 

 

Comunicado para ANSA (propósitos)

 



He bebido un vaso de agua a las tres de la mañana

mientras Arezzo tenía el aire de ser absolutamente independiente.

Una vez resuelta la omisión de los principales deberes

(de poeta, de ciudadano)

mis versos serán completamente prácticos

(a pesar de que sé bien que sin Dios la práctica es surrealista)

Como dice Eurípides: “La democracia consiste

en estas simples palabras:

¿quién tiene un consejo útil para darle a su patria?”

Así, mis consejos serán los de un loco moderado.

Después de mi muerte, por lo tanto, no se sentirá mi falta:

la ambigüedad importa mientras está vivo el Ambiguo.