jueves, 3 de mayo de 2012


ELENA MEDEL





Candy




Rota sobre el arcoiris,
descubro que la lluvia
es mi única coraza.
De noche se me forman
piscinas en el hombro,
mientras cuento mis pecas.

De mañana, imagino
que buceo en ellas:
que mi nuez es esponja,
que escribo mis poemas
con la ruina de nadie.
En el fondo de todo
-cuyo cielo es trapecio-
mi cuello de botella
se empequeñece y ríe,
con un mensaje dentro:
salir jamás de aquí,
hormiga a pata coja.

O tumbada en añil:
mi barbilla es cruel
y araña el imperdible
que sujeta mis botas,
o me arranco de cuajo
el punzón que me aferra
al balcón, y me asomo.
He estado ahí abajo.
Golpeo el techo y llueve.
Diluvia mi cabello:
la lluvia es mi defensa;
éste, mi himno acuático.

He estado ahí abajo.
Abajo, más profunda.
Donde puedo estar sola.
Incluso más abajo,
incrustada en el fondo
del agua o de la tierra.
Trenzas destartaladas:
soy muñeca de sucio
trapo, pisoteada,
rota sobre el arcoiris.


CARLOS MARZAL





El combate por la luz




De tanto ver la luz hemos perdido
la recta proporción de ese milagro,
que otorga a la materia su volumen,
contorno fiel al mundo que queremos
y límite a los puntos cardinales.
A fuerza de costumbre, hemos dado en creer
que es un merecimiento, cada día,
que el día se levante en claridad
y que se ofrezca límpido a los ojos,
para que la mirada le entregue un orden propio,
distinto a los demás, y lo convierta
en nuestra inadvertida obra de arte.
Hay una ingratitud consustancial
al hecho de estar vivos, un intrínseco
poder de desmemoria, y nos impiden
brindar a cada instante el homenaje
que cada instante de verdad merece,
por su absoluta magia de estar siendo,
en vez de no haber sido en absoluto.
Con cada amanecer dubitativo,
con cada tumultuoso amanecer,
la luz arrasa el reino de la noche
y emprende su combate. En el confuso
magma de oscuridad, con cada aurora
triunfa la exactitud de cuanto existe
sobre la vocación de incertidumbre
que tienta con su nada a lo real.
En toda madrugada se renueva
un conjuro de origen, esa fórmula
que impuso el movimiento al primer día.
Somos testigos, en el alba pura,
del trono en que la luz alza su reino
y lo concede intacto a cualquier súbdito.
Conviene contemplar la luz con más paciencia,
brindarle una atención encandilada,
el sumiso homenaje con que un bárbaro
descubre reverente en su aventura
la tierra que jamás ha visto nadie.


De "Metales Pesados"

MARÍA CLARA GONZÁLEZ






Corceles de fuego



¡Mi corazón
amo de naufragios
no sabe cómo sobrevivir a la esperanza!

De "Pasajeros del viento"

MANUEL ALTOLAGUIRRE






Amor oscuro



Si para ti fui sombra
cuando cubrí tu cuerpo,
si cuando te besaba
mis ojos eran ciegos,
sigamos siendo noche,
como la noche inmensos,
con nuestro amor oscuro,
sin límites, eterno...
Porque a la luz del día
nuestro amor es pequeño.

CRISTINA MAYA






Deseo




Orilla
laxitud donde se duerme un río
tierra húmeda
placidez del silencio.
Deseo que crece
en las fuentes del sueño
o en el paisaje cálido
donde la luz se anida.
Camino blanco
concierto unánime
¡amanecer abierto de campanas!

JOSÉ JUAN TABLADA


(poema twiteado el 2 de mayo)


Sandía



Del verano, roja y fría
carcajada,
rebanada
de sandía.


MÍA GALLEGOS


(poema twiteado el 2 de mayo)



De «Los reductos del sol»



III

Me aferro al cuerpo
como único reducto permitido.

Carezco de sitios de ternuras y llantos.
De nuevo palpo la llama del pájaro quebrado.
Busco abrigo en lana.

He puesto mis pies debajo de las aguas
y por la presión
de mis párpados callados
sé que no soy ni siquiera una isla.



BENJAMÍN PRADO


(poema twiteado el 2 de mayo)



IX - Conduciendo bajo la lluvia...




Conduciendo bajo la lluvia,
la luna es del color de los coches que pasan.
Atrás queda el pequeño
hotel de carretera junto a un bosque.
Conduciendo bajo la lluvia,
en los jardines públicos brillan ángeles fríos.
Atravesando calles
tranquilas,
soledad edificada.
Conduciendo de vuelta hacia nosotros mismos.
La última frontera es nuestro corazón.

De "Asuntos personales"


FÉLIX GRANDE


(poema twiteado el 2 de mayo)



Rondó




Mirando tu cuerpo desnudo
recuerdo el origen del mundo

Creo en la materia que se busca
Ven misteriosa boreal
Creo en la tiniebla que se encarna
Ven misteriosa boreal
Creo en la energía que se organiza
Ven misteriosa boreal
Creo en la majestad de lo enigmático
Ven misteriosa boreal
Creo en el antiguo canto de los cuerpos
Ven misteriosa boreal
Creo en la mañana de los mortales

Tentando tu cuerpo desnudo
recuerdo el origen del mundo

MARÍA CLARA GONZÁLEZ



(poema twiteado el 2 de mayo)



Búsqueda



¿Hasta cuándo la luz en la ventana
y el corazón ansioso
bebiéndosela a sorbos.?

¿Hasta cuándo
la cacería de sueños
sin destino.?

De "Pasajeros del viento"