"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
domingo, 22 de julio de 2012
GABRIEL CELAYA
Cerca
y lejos
Más
allá del pecado,
indecible, te adoro,
y al buscar mis palabras
sólo encuentro unos besos.
indecible, te adoro,
y al buscar mis palabras
sólo encuentro unos besos.
En
el pecho, en la nuca,
te quiero.
En el cáliz secreto,
te quiero.
te quiero.
En el cáliz secreto,
te quiero.
donde
tu vientre es combo,
fugitiva tu espalda,
oloroso tu cuerpo,
te quiero.
fugitiva tu espalda,
oloroso tu cuerpo,
te quiero.
CARMELINA SOTO
Del
amor inocente
Por
ti es la vida diáfana y ligera
y el dulzor en el fruto diluido
y es el trino y el viento en la pradera
y el perfume en el nardo preferido.
y el dulzor en el fruto diluido
y es el trino y el viento en la pradera
y el perfume en el nardo preferido.
Por
ti tiene razón la primavera
y la luz y la tarde y el sonido.
Y por ti el corazón arrepentido
vuelve desnudo y casto hasta su vera.
y la luz y la tarde y el sonido.
Y por ti el corazón arrepentido
vuelve desnudo y casto hasta su vera.
Por
ti saben los ríos el camino
que conduce otra vez hacia la nube
y el viñedo la sangre para el vino.
que conduce otra vez hacia la nube
y el viñedo la sangre para el vino.
Y
hasta el lirio, sin índice ni huella,
por línea recta, sin saberlo, sube
su fiel aroma a la lejana estrella.
por línea recta, sin saberlo, sube
su fiel aroma a la lejana estrella.
JOSÉ CARLOS CATAÑO
Siempre
serás para un amor lejano y escondido
A
lo mejor uno se enamora para la despedida, para
cuando llega la estación seca y los hombres se besan a
la luz de Venus.
cuando llega la estación seca y los hombres se besan a
la luz de Venus.
A
lo mejor, para que aquella frase (tu cuerpo húmedo
contra el cual aprieto el mío recobra los días que se
fueron) subraye que estás solo.
contra el cual aprieto el mío recobra los días que se
fueron) subraye que estás solo.
Pero
cuando surja de nuevo? la veranda llena de
alegría, los cuerpos abrazados girando en la
penumbra?, volverás a decir:
alegría, los cuerpos abrazados girando en la
penumbra?, volverás a decir:
Luz
del instante, tus ojos. En ellos me veo por
primera vez.
primera vez.
No
vengas con más mentiras, malasangre.
De "El cónsul del mar
del Norte"
JUANA CASTRO
Profecía
Algún
día vendrás, sabes que miento,
que
no puedo ya más tender la seda
lunar de la esperanza. Algún día
vendrás como una horca, el fiero
corazón guardando la armadura
y los labios en flor como limones
sangrados para el beso.
Peregrino lo sé, sé que algún día
recabarás aquí tu singladura
y yo te aguardaré, aguardaré
tu oído del vacío, sé que miento,
que no oiré nunca más
tu caracola niña. Puede ser
que vengas algún día
de otoño o una noche
de fuego en las ventanas, algún día
puede ser, pero sabes
que miento, yo no sé
si algún día.
vendrás como una horca, el fiero
corazón guardando la armadura
y los labios en flor como limones
sangrados para el beso.
Peregrino lo sé, sé que algún día
recabarás aquí tu singladura
y yo te aguardaré, aguardaré
tu oído del vacío, sé que miento,
que no oiré nunca más
tu caracola niña. Puede ser
que vengas algún día
de otoño o una noche
de fuego en las ventanas, algún día
puede ser, pero sabes
que miento, yo no sé
si algún día.
ROSA CHACEL
Yo
me encontré el olivo y el acanto...
A
Nikos Kazanzaki
Yo
me encontré el olivo y el acanto
que sin saber plantaste, hallé dormidas
las piedras de tu frente desprendidas,
y el de tu búho fiel, solemne canto.
que sin saber plantaste, hallé dormidas
las piedras de tu frente desprendidas,
y el de tu búho fiel, solemne canto.
El
rebaño inmortal, paciendo al canto
de tus albas y siestas transcurridas,
las cuadrigas frenéticas, partidas
de tus horas amargas con quebranto.
de tus albas y siestas transcurridas,
las cuadrigas frenéticas, partidas
de tus horas amargas con quebranto.
La
roja musa airada y violenta,
la serena deidad épica y pura
que donde tú soñabas hoy se asienta.
la serena deidad épica y pura
que donde tú soñabas hoy se asienta.
De
estas piezas compongo tu escultura.
Nuestra amistad mis mismos años cuenta:
de ti hablaban mi cielo y mi llanura.
Nuestra amistad mis mismos años cuenta:
de ti hablaban mi cielo y mi llanura.
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