martes, 27 de abril de 2021


 

RICARDO LABRA

 


 

Prodigaba tanto afecto a sus contemporáneos que era fácil comprender que solo se quisiese a sí mismo.

 

RAFAEL ARÉVALO MARTÍNEZ

 

 

 

El beodo

 


Vivo una vida miserable, completamente artificial.
Manda en mis actos no el cerebro sino la médula espinal.
Mi cuerpo se ha hecho transparente como una copa de cristal
y transparenta un alma loca, sin la noción de bien ni mal
en la que ha muerto ha tiempo el hombre y sobrevive el animal.

 

1914

 

 

SANTA TERESA DE AVILA

 

 

 

 

A San Andrés

 



Si el padecer con amor
puede dar tan gran deleite,
¡qué gozo nos dará el verte!

¿Qué será cuando veamos
a la inmensa y suma luz,
pues de ver Andrés la cruz
se pudo tanto alegrar?
¡Oh, que no puede faltar
en el padecer deleite!
¡Qué gozo nos dará el verte!

El amor cuando es crecido
no puede estar sin obrar,
ni el fuerte sin pelear,
por amor de su querido.
Con esto le habrá vencido,
y querrá que en todo acierte.
¡Qué gozo nos dará el verte!

Pues todos temen la muerte,
¿cómo te es dulce el morir?
¡Oh, que voy para vivir
en más encumbrada suerte!
¡Oh mi Dios, que con tu muerte
al más flaco hiciste fuerte!
¡Qué gozo nos dará el verte!

¡Oh cruz, madero precioso,
lleno de gran majestad!
Pues siendo de despreciar,
tomaste a Dios por esposo,
a ti vengo muy gozoso,
sin merecer el quererte.
Esme muy gran gozo el verte.

 

EMILY BRONTË

 

 


 

Qué claro ella brilla

 



¡Qué claro Ella brilla! Qué inmóvil
Yacía yo debajo de su guardián de luz;
Mientras el Cielo y la Tierra me susurraban:
Despierta mañana, y sueña esta noche.
¡Ven, mi elegante, mi encantador Amor!
Estos templos palpitantes besan suavemente;
Dobla mi solitario lecho encima,
Y dadme reposo, dadme toda la dicha.

El mundo huye: ¡oscuro mundo, adiós!
Amargo mundo, ocúltate hasta el amanecer,
El corazón que no has podido someter
Aún ha de resistir, mientras vagas ausente.

Tu Amor yo nunca, nunca compartiré.
Tu Odio sólo despierta una sonrisa;
Tus Lamentos podrán herir,
Tus Errores podrán llorar;
¡Pero tus mentiras jamás cautivarán!
Mientras observaba a las estrellas brillando
En ese mar apacible, sobre mí,
Deseé con fe que todas las aflicciones
Del universo sepan, y se celebren en tí.

Este será mi sueño nocturno.
Pienso que el cielo de esferas gloriosas
Recorre su curso luminoso,
Cubierto de eternas dichas
A través de interminables años.
Pienso que no hay otro mundo allí arriba
Más lejano que aquel que contemplan estos ojos,
Donde la Sabiduría nunca se burló del Amor,
Donde la Virtud nunca se sometió a la Infamia.

 

 

 

OZAM YEHYA

 

 

 

 

no es cierto octavio esto no es la paz

pura imaginación (al poder)

revueltas mi buen josé

me la paso pacheco josemiliando

del tlatelolco que luis explota

al que la china me endosa

heredando la impunidad

de los años y los días (de guardar)

en el festín de la desmemoria

que nadie se mueva

aquí batallón olimpia

no es cierto carlitos

ni monsiváis ni monsivienes

ni elenita de la noche

aquí va el tallón de la limpia

archivo general de los hoyos

palacio negro para la posteridad

quédate quieto

no es todo lo que quisimos

pero sí un chirris de lo que soñamos…

 

 

JUAN CERVERA

 

  

 

Al Guadalquivir

 


Llueve en esta ciudad verde y airosa.

Llueve en esta ciudad verde y callada

y estas aguas me pueblan la mirada

de la tuya distante y rumorosa.

 

Conversan los gorriones misteriosa-

mente al rumor del viento. Sangre alada

el sompancle, ya alquímica granada,

levita en mi memoria voluptuosa.

 

Mis recuerdos te orillan. Palpo y siento

un orbe de relojes detenidos

en la magia sin fin del pensamiento.

 

Llueve en esta ciudad y, aquí reunidos

—son las doce del día, llueve lento—

hallo —memoria virgen— mis olvidos.