martes, 14 de diciembre de 2021


 

VÍCTOR JARA

 

 

La carta

 

Me mandaron una carta
por el correo temprano,
en esa carta me dicen
que cayó preso mi hermano,
y sin compasión, con grillos,
por la calle lo arrastraron, sí.

La carta dice el motivo
de haber prendido a Roberto
haber apoyado el paro
que ya se había resuelto.
Si acaso esto es un motivo
presa voy también, sargento, si.

Yo que me encuentro tan lejos
esperando una noticia,
me viene a decir la carta
que en mi patria no hay justicia,
los hambrientos piden pan,
plomo les da la milicia, sí.

De esta manera pomposa
quieren conservar su asiento
los de abanico y de frac,
sin tener merecimiento,
van y vienen de la iglesia
y olvidan los mandamientos, sí.

Habrase visto insolencia,
barbarie y alevosía,
de presentar el trabuco
y matar a sangre fría
a quien defensa no tiene
con las dos manos vacías, si.

La carta que he recibido
me pide contestación,
yo pido que se propale
por toda la población,
que el «león» es un sanguinario
en toda generación, sí.

Por suerte tengo guitarra
para llorar mi dolor,
también tengo nueve hermanos
fuera del que se engrilló,
los nueve son comunistas
con el favor de mi Dios, sí.

 

 

LATIF HALMAT

 

 


Nazim Hikmet conversa con la humanidad

 

 

Cuando yo nací, los dolores eran tan normales
como el viento;
la muerte tan normal como las piedras y sombras
la alegría,
al igual que los cigarrillos y cerillas en las estaciones de gasolina,
estaba prohibida.
El silencio fue una medalla
en el pecho de cualquier poeta cobarde.
Las palabras fueron cuchillos buscando
la garganta de sus denunciadores.
Luego vine e incendié
las raíces del miedo
y sembré las nubes del amor
en los vientos de las estaciones.
En el país del hambre y la sequía
hice de mi poesía el río de los perfumes
y maldije un siglo
en el que los poetas son capturados, por el miedo,
en las trampas del oro y el dinero,
en el que las aves son capturadas, por el hambre,
en varias trampas y lazos.
En las montañas, en  valles y llanuras
exclamé:
Oh mi hambrienta patria
te amo y te amo,
aquí estoy arando esta tierra
con mis pestañas
convirtiendo en granjas y huertas
donde crecen flores rojas y hermosos poemas
para los niños del mundo venidero
un mundo de paz, amor y libertad.

 

 

PABLO GARCÍA CASADO

 

 

  

Mom

 

 

Ha traído al bebé. No tenía con quién dejarlo, su hermana estaba en el hospital. Nos hemos ido turnando, hasta Hugo lo ha cogido. Esto no es una guardería, ha dicho Javi. Después se ha puesto a llorar, primero un poco, pero luego más y más fuerte. Entonces ella ha venido corriendo y le ha dado la teta, lo que tiene es sed. Nos hemos quedado ahí todas mirando. Luego se ha quedado dormido.

 

De: “La cámara te quiere”

 

MARIANO PEYROU

 

  

 

Viaje

 

 

Murmurando un idioma que
entiende cualquier célula, llega el
mar hasta las puertas de un niño que
se moja. El mar hospital es el mar
aeropuerto, a diez kilómetros de altura
se traza una línea sobre la arena donde no
alcanzan las olas con sus manos maternas
y hasta siempre el agua por los
tobillos. El mar verano no es el
único, está también el mar en la ciudad
exilio: el cable del teléfono enterrado
en el fondo, nombres que superan el
naufragio y se arrepienten y reclaman
apellidos, la gestación de una mitología,
la necesidad de aprender a despedirse
sin haber aprendido a saludar
y sobre todo la precaución de
no pisar las junturas de las baldosas, no
acercarse a los bordes ni conjurar
lo liminal o la antizona. El mar
asoma en todo lo que es
puerta: los ocasos, las bocas, la
música, estar solo; asoma y anticipa
la isla y el azar, la sensación de
consecuencia sin causa conocida.

El mar dos polos también finge, simula un
pez lineal, adusto, recurrente; y pájaro,
se resiste al resumen y a la síntesis, pez
cuyo vuelo se aloja en otro mar.

 

 

KATHLEEN RAINE

 

 

 

El instante

 

 

Para poner por escrito todo lo que contengo en este instante
vaciaría el desierto a través de un reloj de arena,
el mar a través de una clepsidra,
gota a gota y grano a grano
a los impenetrables, inmensurables mares y arenas mutables liberados.

Porque los días y las noches de la tierra se desmoronan sobre mí
las mareas y las arenas me atraviesan,
y yo sólo tengo dos manos y un corazón para retener al desierto
y al mar.

Si se escapa y me esquiva, ¿qué puedo contener?
Las mareas me arrastran
el desierto se desliza bajo mis pies.

 

De: “Living in Time”

Versión de Adolfo Gómez Tomé

 

 

LORENA GARDUÑO

  


 


Busco
entre el ocaso una grieta
………el filtro de luz líquida
y la combustión del aroma
y el sabor de los cerillos
para mojar mis dudas hechas de agua

(has creado del rechazo una estatua
…..en mis sentidos
…..abriste
………………………..entre mis piernas
el fruto del Hipómanes)

.

Estoy
mirando con lupa los espectros del fuego
quiero hallar el núcleo del sol
dentro de mi cuerpo ignífugo
………calcinarme

.

Deseo
(pronuncio deseo y se ahoga en sí misma la palabra)

 

Espero
(sin aliento)
dormir dentro de mí
para vivir rodeada de hombres celestiales
que viertan mi amor en sus labios
…..besos rojizos de fresas
besos/carne vaporosa al centro de los astros

.

.