sábado, 15 de septiembre de 2012


CESAR MORO





El agua lenta el camino lento...



El agua lenta el camino lento los accidentes lentos
Una caída suspendida en el aire el viento lento
El paso lento del tiempo lento
La noche no termina y el amor se hace lento
Las piernas se cruzan y se anudan lentas para echar raíces
la cabeza cae los brazos se levantan
El cielo de la cama la sombra cae lenta
tu cuerpo moreno como una catarata cae lento
En el abismo
Giramos lentamente por el aire caliente del cuarto caldeado
Las mariposas nocturnas parecen grandes carneros
Ahora sería fácil destrozarnos lentamente
tu cabeza gira tus piernas me envuelven
tus axilas brillan en la noche con todos tus pelos
tus piernas desnudas
En el ángulo preciso
El olor de tus piernas
La lentitud de percepción
El alcohol lentamente me levanta
El alcohol que brota de tus ojos y que más tarde
Hará crecer tu sombra
Mesándose el cabello lentamente subo
Hasta tus labios de bestia

ANTONIO JOSÉ MIALDEA




Como tú amas



Amar como tú amas
con el cáliz de la soledad entre tus pechos
es convocar la débil frontera del delirio.
El mar es tu horizonte más cercano.
Amar en el callejón oscuro de la espera
con el corazón clavado en la memoria
de los mínimos deseos: cuando amar
era sólo dividir las flores en esferas
e inventar de madrugada melodías.

JAVIER EGEA





Lo que pueda contaros…



Lo que pueda contaros
es todo lo que sé desde el dolor
y eso nunca se inventa.

Porque llegar aquí fue una larga sentina,
un extraño viaje,
una curva de sangre sobre el río,
mientras todo era un grito
y ya se perfilaba resuelto en latigazos
el crepúsculo.

Las historias se cuentan con los ojos del frío
y algún sabor a sal y paso a paso
-lengua y camino-
porque la sangre se nos va despacio,
sin borbotón apenas,
desmadejadamente por los labios.

Las historias se cuentan una vez y se pierden.


JULIO CORTÁZAR




  
Bolero


Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.

BEJAMIN PRADO






IX - Conduciendo bajo la lluvia...



Conduciendo bajo la lluvia,
la luna es del color de los coches que pasan.
Atrás queda el pequeño
hotel de carretera junto a un bosque.
Conduciendo bajo la lluvia,
en los jardines públicos brillan ángeles fríos.
Atravesando calles
tranquilas,
soledad edificada.
Conduciendo de vuelta hacia nosotros mismos.
La última frontera es nuestro corazón.

De "Asuntos personales" 1991