viernes, 2 de agosto de 2019


MARÍA MERCEDES CARRANZA





El oficio de vivir



He aquí que llego a la vejez
y nadie ni nada
me podido decir
para qué sirvo.
Sume usted
oficios, vocaciones, misiones y predestinaciones:
la cosa no es conmigo.
No es que me aburra,
es que no sirvo para nada.
Ensayo profesiones,
que van desde cocinera, madre y poeta
hasta contabilista de estrellas.
De repente quisiera ser cebolla
para olvidar obligaciones
o árbol para cumplir con todas ellas.
Sin embargo lo más fácil
es que confiese la verdad.
Sirvo para oficios desuetos:
Espíritu Santo, dama de compañía, Estatua
de la Libertad, Arcipreste de Hita.
No sirvo para nada.

CONRADO NALÉ ROXLO





Nocturno



El bosque se duerme y sueña,
el río no duerme, canta.
Por entre las sombras verdes
el agua sonora pasa
dejando en la orilla oscura
manojos de espuma blanca.
Llenos los ojos de estrellas,
en el fondo de una barca,
yo voy como una emoción
por la música del agua,
y llevo el río en los labios,
y llevo el bosque en el alma.



JORGE EDUARDO EIELSON





Ceremonia solitaria en compañía de mí mismo



Si entre esferas me acuesto
                                Si entre esferas me despierto
Es porque tu sexo
                                Es porque mi sexo
Se parece tanto al mío
                                Se parece tanto al tuyo
Que no conozco nada
                                Que no conozco nada
Más oscuro ni más tibio
                                Más oscuro ni más tibio
Más redondo ni más puro
                                Más redondo ni más puro
Un obelisco de dulzura
                                Un abismo de ternura
Un animal escamoso en la mañana
                                Otro suavísimo en la noche
Un corazón en cambio
                                Un corazón
Significa sólo fuego
                                Significa sólo fuego
Una pared de ceniza
                                Entre tu cuerpo y el mío
Un fragmento de mejilla
                                La redondez de tu ombligo
Una calavera que me espera
                                Una calavera que te espera
Y yo que te pienso diverso
                                Yo que te pienso diverso
Cada día me parezco más a ti
                                 Cada día me parezco más a ti
Que no te pareces a mí.


De: "Ceremonia solitaria"


JESÚS DAVID CURBELO





Fugacidad

sed mulier cupido quod dicit amanti,
in uento et rapida scribere oportet aqua.
Catulo



Lo doloroso no es saber que un día
te irás físicamente,
sino sentir como te vas marchando
a cada instante
detrás de las palabras
y los falsos requiebros.
Aunque quisiera
no alcanzo a retenerte,
y sólo intento rescatar,
escéptico,
los restos del naufragio
que la corriente impulsa hacia mi orilla.

Lo doloroso es comprender que un día,
harto por fin de atesorar despojos,
yo los pondré en el río,
y los veré alejarse, sin dolor,
entre el agua que fluye.


SERGIO BRICEÑO





Crístoris



Coronado de púas,
entreabierto y salino,
aguarda como astilla
en la carne,
como alubia de nervios

Lo tocas y es guinda
su dolor

La punta de tu lengua
lo electriza
aunque al frotarlo
es néctar lo que suda

Crucificado allí,
tallado en el relieve
de unos labios
los groseros lo increpan,
le ensartan el acero de una pica
o lo lamen nerviosos
como se lame el dulce o las heridas

Trepado en el madero
de los muslos
espera tu saliva
o tu desprecio

Es rojo

Es mínimo

Es el hijo
de Dios.


VÍCTOR MANUEL MENDIOLA





Oración 



La música del radio. El auto. Llueve.
Llueve. Miro, a trav6s del parabrisa
la soledad del agua; sed sin prisa.
Todo se acuesta, todo cae leve

sobre la luz de esta visión sumisa
bajo la lluvia; sílaba que mueve
mis pensamientos en voz baja y breve.
El agua corre afuera con su misa.

Rezo. Digo la frase donde Dios
es agua entre mis labios, la palabra
que descifra mi voz mientras me bebe.

Digo no sé qué cosas con mi voz,
digo la oscuridad, digo que se abra.
La música del radio. El auto. Llueve.