"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
jueves, 21 de diciembre de 2017
HUMBERTO GARZA
Sólo yo
Se van muriendo tus palabras,
el viaje termina sin tu voz.
¡Sólo yo!
¡En el peñón altivo de tu alma,
en el silencio grande de tu alma,
¡Sólo yo!
Tu mano cruza por el aire y deja
vorágines de amor en la Creación,
luego hiere la piel de mis tejidos
con abatidos tonos
de una Escala Menor.
¡Sólo yo!
Sobre la cresta hermosa de tu imagen,
¡sólo yo!
¡Yo, nada más!
¡Nada más yo!
Vibrando en el alma de tus cosas,
rodando sobre el eje de tu mente,
creciendo en el abdomen de tu sombra
y amando el blanco mármol de tu frente.
¡Yo, nada más!
en la armonía de tu canción.
Enloquecido en el vaivén de tu alma,
¡sólo yo!
Dentro de todo lo que huele a ti,
cubriendo todo lo que sabe a ti,
dentro de cada letra que te busca
como un clavel que escribe sin saberlo;
¡sólo yo!
CHARLES BAUDELAIRE
147. El fin de la jornada
Bajo una pálida luz
Corre, danza y se retuerce
La Vida, impura y gritona.
Tan pronto como a los cielos
La gozosa noche asciende
Y todo, hasta el hambre calma,
Ocultando la vergüenza
Se dice el Poeta: «¡Al fin!
Bajo una pálida luz
Corre, danza y se retuerce
La Vida, impura y gritona.
Tan pronto como a los cielos
La gozosa noche asciende
Y todo, hasta el hambre calma,
Ocultando la vergüenza
Se dice el Poeta: «¡Al fin!
Mis
vértebras, como mi alma,
Codician dulce reposo;
De fúnebres sueños lleno
La espalda reclinaré
Y rodaré entre tus velos,
¡Oh refrescante tiniebla!»
Codician dulce reposo;
De fúnebres sueños lleno
La espalda reclinaré
Y rodaré entre tus velos,
¡Oh refrescante tiniebla!»
De: "La muerte":
LORENA VENTURA
Precisiones de la sombra
A
veces dios va dejando charcos
con los que se despide
verticalmente
de
los hombres.
Nostalgias
del mar que aquí no recordamos.
Mirada
neutra de una lluvia
que
no hicimos caer encima nuestro.
Y ese
lenguaje nítido que no entendemos
–honduras
de una luz imprecisa,
espejos
en los que nadie quiere ver su rostro–
es
ahora la palabra de un sólido desastre
que
nos llena el corazón de nada,
–un
cordero empapado
tiritando
en la reja de los huesos.
(Y el
polo también es un enorme bache
donde
los osos polares deletrean la desgracia:
la
difícil alba de quedarse a medio mar
en un
naufragio de hielo solitario
–estado
sólido de una luz que se derrumba)
Toda lluvia
de hoy es un diluvio,
una
daga que detiene la alegría en los cristales.
A
dios se le acabó la eternidad.
ADRIANA TAFOYA
Guardemos todos pájaros bajo la falda
Alejémonos
de la absoluta blancura
de
pechos minimalistas y lunas griegas
Césares
castrati y ángeles perversos.
De
sus volantes y sus frunces, alejémonos
dejemos
de flotar en la espuma de esas mentas
—que
somos polvo maliciento—
mantengamos
los dedos activos
aunque
sean silencio las notas del piano
y
estén vibrosas, toqueteantes por aquí y por allá,
las
teclas de este enorme amante negro.
Guardemos
hombres y mujeres bajo las faldas
pajarillos
de todos colores,
tibiemos
la piel de madre-humedad
para
que no aleteen pequeñas sus pestañas por el frío
y
suden consuelo en el aislamiento.
Seamos
oscuros
y
huyamos de la absolutista elocuencia del cielo,
apretemos
con las piernas tantos pájaros como se pueda madurar
hasta
que revienten de blancas y puras plumas
como
hacen las más tercas, temibles y amorosas muchachillas
con
su manchón de vellos.
Entonces
volarán los gorriones de la garganta
y
posible es —que sólo así— listos estemos
para
pertenecer al elegante mármol del cementerio y ser
un
puñado
de
flores agresivas.
ELIANA MALDONADO
Cuerpos
Cuerpos
de piel marina,
salados,
frescos y profundos.
Cuerpos
dulces como algodón de azúcar,
ágiles
y simples.
Cuerpos
cerebro,
autómatas,
calculadores.
Cuerpos
como obras de arte,
sencillo,
para no tocar.
Cuerpos
tortuga,
que
se protegen, lentos y silentes.
Cuerpos
río,
como
agua que se escurre,
frescos,
briosos.
Cuerpos
enfermizos,
yermos,
con pústulas.
Cuerpos
tornado,
destructivos,
lacerantes.
Cuerpos
tierra.
amables
y gentiles,
vientre
y médula.
Cuerpos
con piel de cordero,
como
lobos ocultos.
Cuerpos
voraces, arácnidos,
constrictores,
rastreros.
Cuerpos
que mudan de piel.
Pieles
que se resquebrajan.
Pieles
como la mía.
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