viernes, 25 de septiembre de 2015

AMADO NERVO




Ofertorio



Dios mío, yo te ofrezco mi dolor:
¡Es todo lo que puedo ofrecerte!
Tú me diste un amor, un solo amor,
¡un gran amor!

                        Me lo robó la muerte
...y no me queda más que mi dolor.
            Acéptalo, Señor;
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!...



De la amada inmóvil

FRANCISCO DE ASÍS FERNÁNDEZ




Sobre el deteriorado pavimento



Sobre el deteriorado pavimento
de una desolada y mugrienta calle
un barquito de papel periódico
está tirado en otro Trafalgar de la vida.

Yo fui el Capitán de las hazañas
de ese navío olvidado.
La memoria se va haciendo con el mismo papel
de este barco que lanzamos en nuestra niñez
para desafiar las correntadas de la vida.





ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ




Canción



Canción para los que saben
Lo que es llorar...
¿Quién pudiera darte al viento
E irse al viento en el cantar!

Canción como lluvia fina
Sobre el mar,
Que se disuelve y es nube
Que sube y vuelve a llorar...

Canción que en el alma es lluvia,
Canción que es llanto en el mar...
¡Quién pudiera darte al viento
E irse al viento en el cantar!



MIGUEL ÁNXO FERNÁN-VELLO

  


A dos adolescentes mojadas por las lluvias de primavera



Salud a esos cuerpos que llevan la frescura
de estas sombras lluviosas en el cielo de mayo.
La primavera llueve en dulces aguas claras.
Nubes de corazón brillante.

En la blancura de las frentes de silencioso viento
tenéis vuestra luz y estrellas húmedas
arden en vuestros ojos con íntima alegría.
Y sonreís al tiempo con rosadas mejillas
ofreciendo al mundo un inocente gesto
de primeros amores.

Salud a esos cuerpos de cabellos mojados
por esta lenta lluvia entre vuestro perfume
de poros deseados para beberlos todos.
Bajo los suaves vestidos sois ninfas alegres
que sueña este silencio de laguna desnuda.
En vuestra piel lleváis licor de flores resplandecientes,
azúcar enamorado en vuestros finos labios.
Qué sabrosos frutos se inflamarán un día
en vuestros cuerpos jóvenes de ciervas exquisitas.
La redondez suave de blandos pechos
tiene maravilla y gozo de cáliz ansiado
y que tierno terciopelo se adivina brillante
en vuestras caderas suaves de delicada blancura.

Salud profunda y larga a esos húmedos cuerpos
de lluvia y primavera,
cuerpos jóvenes y alegres,
hermosuras tan vivas,
adolescentes cuerpos para diosas futuras...


De "Seivas de amor e transito"




MANUEL JOSÉ OTHON




La campana



¿Qué te dice mi voz a la primera
luz auroral? "La muerte está vencida,
ya en todo se oye palpitar la vida,
ya el surco abierto la simiente espera".

Y de la tarde en la hora postrimera:
"Descansa ya. La lumbre está encendida
en el hogar..." Y siempre te convida
mi acento a la oración en donde quiera.

Convoco a la plegaria a los vivientes,
plaño a los muertos con el triste y hondo
son de sollozo en que mi duelo explayo.

Y, al tremendo tronar de los torrentes
en pavorosa tempestad, respondo
con férrea voz que despedaza el rayo.


MANUEL JOSÉ ARCE




Decima



No sé qué casualidad
te trae hoy a mi recuerdo.
Pero te busco y me pierdo
y sigo en mi soledad.
Sé que es una necedad
querer volver a la infancia
como es, en última instancia,
algo tan torpe y tan fútil
llamarte, porque es inútil:
ya te tragó la distancia.