"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 23 de marzo de 2021
SAINT KABIR
La cerradura del error
cierra la cancela: ábrela con la llave del amor.
Al abrir la puerta, despertarás al Bienamado.
Kabir dice:
No pases, ¡oh, hermano!, sin aprovechar tan buena ventura.
GUSTAVO CAMPOS
¿Habrá otra oportunidad para
el brillo de unos ojos?
La última vez que les hablé
sería la última;
y no lo fue.
Fue devorado el cadáver de la alegría
por aves rapaces.
Esperé otra oportunidad,
una última vez para hablarles,
y como león seguí el rastro de sus pasos.
Fue herida el alba.
Y camino al manicomio, una tarde,
cuando el corazón de un sauce es un rayo,
hablamos por última muerte,
por instinto, frustración,
el lenguaje de la noche
en los jardines cerrados
donde nadie dejará la muerte.
Pregunto: ¿habrá otra oportunidad,
Una última, para el brillo de unos ojos?
LOURDES FERRUFINO
Celebración
Celebro mi permanencia en el
ojo de la fiera
celebro que mis labios todavía inquietos
no sepan nada de plegarias.
Celebro el ciclo de la infinitud
es decir, mi permanencia en el ojo de la fiera.
Dirán de mí que fui semilla echada a perder
infecunda hasta la última gota
por eso celebro la altivez de las estatuas
enviadas a darme la canción de espiga
la misma que atraviesa mi cuello
por cada mujer disoluta que como yo
también ha sido estatua.
VINÍCIUS DE MORAES
La brusca poesía de la mujer
amada
Lejos de los pescadores los ríos interminables
van muriendo de sed lentamente...
Fueron vistos caminando de noche hacia el amor
-¡oh, la mujer amada es como una fuente!
La mujer amada es como el pensamiento del filósofo
que sufre
La mujer amada es como el lago que duerme en el cerro
perdido.
¿Pero quién es esa misteriosa que es como un cirio
crepitando en el pecho,
Esa que tiene ojos, labios y dedos de formas inexistentes?
Por el trigo naciente en los campos de sol la tierra
amorosa elevó el rostro pálido de los lirios
Y los labradores se fueron convirtiendo en príncipes
de manos delicadas y rostros cambiantes...
Oh, la mujer amada es como la ola solitaria que se forma
distante de las playas,
Posada mucho más allá del fondo estará la estrella.
DIEGO MONTES
Oración a San Miguel “N”
San Miguel “N” defiéndenos
en todas las calles. Sé nuestro juez de amparo contra las balas perdidas que
olvidamos desterrar de aquellos cuerpos que se secan fuera de los portones.
Oprimente dios, pedimos suplicantes a tu guardia de la milicia nacional quienes
son los que arrojan al vacío las sensaciones de sabernos arrancados, perdidos,
mirando los pies al diablo y a las otras personas que se dispersan por las
calles hasta olvidarse de sus memorias.
SASIL SÁNCHEZ
Palabras voladoras
Las palabras recorrieron las
migajas del tiempo,
y se concentraron en la saliva que goteaba del recuerdo;
las buscaban, incluso en las grietas de la tierra,
aunque ellas yacían ya en el humo del olvido.
Las palabras renacieron del
silencio de las voces averiadas,
y construyeron la piel con fragmentos de historia quebrada;
reunidas frente al espejo astillado gritaron las voces:
aquí estamos, como el pájaro que nace de las costillas del viento.
Volaron.