viernes, 1 de abril de 2016


LIVIO RAMÍREZ




10

Habitación


Creando otro tiempo,
amor, creando otro espacio,
iguales y distintos,
inventándonos,
bebiendo uno del otro,
nos hemos devorado,
adentro del relámpago.


De: Descendientes del fuego



FRANCISCO GRANIZO RIBADENEIRA





Aquí, por hondo corazón entero



-ángel la tierra y el vestiglo nube-
alta gacela de dolor acude
a la exiliada forma del acento.

Traída a desamor, caída a beso,
sonámbula perece, se alza y huye
la voz por las barrancas ¿qué consume
lengua, gacela en inefable hueco?

Sueño, de sueño velador. Gusano.
Ya todo el miedo de la carne en vilo
sobre el despojo vegetal del pájaro.

Y por súbitos aires aprendido
se desespera el corazón, clavado
en la pena y la rosa por el trino.



ALFONSO REYES




Caricia ajena



Exhalación clara que anhelas
-a no perturbar un temblor-
por iluminar si desvelas,
por dormir si enciendes amor.

Desde el hombro donde reposas,
caricia ajena, ¿Cómo puedes
regar todavía mercedes
en complacencias azarosas?

Tu fidelidad sobrenada
en vaga espuma de rubor,
y te vuelves, toda entregada,
y regalas, desperdiciada,
los ojos cargados de amor.


(CARICIA AJENA, Constancia Poética OC X.)



HÉCTOR DE PAZ




Día 16



Temblando por el delirio
granos de sal
bajo lengua y párpados
hundo mi cuerpo
en el mar anochecido
me repito sin palabras:
“he aquí al hombre,
lo que un día
quedará de él”.


De: Bitacora de sal tatuada


EUGENIO DE NORA




Lamento



¡Seguid, seguid ese camino,
hermanos;
y a mí dejadme aquí
gritando!

¡Dejadme aquí! Sobre esta tierra seca,
mordido por el viento áspero
-campanario de Dios
frente al derrumbe rojo del ocaso-.

¡Dejadme aquí! Quiero gritar,
tan hondo en el dolor, tan alto,
que mi voz no se oiga sino lejos, muy lejos,
libertada del tiempo y del espacio.

¡Dejadme aquí! Dejadme aquí,
gritando...



LÊDO IVO



En la nave de la vida



Pasajero del navío
que no para en ningún puerto
finjo no ver que la muerte
me quiere vivo y no muerto.