viernes, 15 de enero de 2016


YASUI




Compitiendo
en el viento de primavera:
las alondras.


Traducción: Addis y Yamamoto


OMAR SANTOS



  
III



Cuando de acuerdes de mi sexo
y no puedas dormir y tus manos calienten
el hermoso pezón,
y tu piel no encuentre
otra piel para el escape.
Cuando te dé vergüenza
la blancura de tus piernas,
demorándote en el fondo de tu desnudez,
y entiendas la soledad del cuerpo,
y no sepas que hacer
con el gemido insoportable,
la humedad del ombligo,
la tibieza en los edredones.
En aquella noche de tus desvíos, en aquel suplicio
de la abandonada carne, lejos de tu sudor de Eva,
lejos de tu entraña habitable,
yo andaré en otra corriente,
nublado en otra oquedad, toda la noche por el intento
de las aguas, insomne sin ti, pensando, escribiendo,
apretando esta larga vena inconquistable.


De: Las criaturas de la negación


IRENE GRUSS



  
Variación con forma de tango



En la ficción ella tiene que morir;
sólo
en la ficción.
En la ficción él será
el único,
el vapuleadamente
verdadero, no el enamorado.
Y ella tiene que morir,
porque si no…




DIANA DEL ÁNGEL




Nocturno



Oigo una gota, dos gotas, otra más:
al mismo tiempo todas,
se alborotan ignorantes del estruendo que producen.
Gordas, fugaces, cristalinas
notas de agua lanzadas
por un músico enloquecido
forman en el aire veloces hilos de plata
que estallan contra el suelo
en miríadas de estrellas de agua
donde la luz de los faroles se refleja y multiplica.
.
El aguacero es un muro,
líquido obstáculo entre los demás,
que poco a poco se entregan al descanso, y yo,
aterida contra esta pared, silenciosa.




SUSANA REYES




Podés dejar todo



Podés dejar todo
pero llevate la memoria
para que el escándalo de sol
me encuentre en total transparencia
y no deba contar a nadie del pasado,
así me evito la tentación
de recordarte y llorar
porque no cabrás en mi transparencia
y no sabré más
de cataplasmas para el dolor de alma

La memoria es la única
maleta frágil
que no puede sufrir registros
en los aeropuertos o estaciones.

Quizá valga la pena que la lleves
tal cual
ingrávida en las bolsas,
lo demás puede quedarse
pues sin vos perderá la trascendencia
serán objetos
objetos sin nombre, sin pasado, sin olor
que me obligue a sentir, guardar
o alterar lo que quede de tu ausencia.
     



LUZ MARÍA JIMENÉZ FARO




Stella matutina



No te desciña el alba tu lindero
madrugado de noche,
porque en las horas pálidas
y en las nocturnas horas,
desnuda
para el extenso gozo
de mirarte,
navegaran tu cuerpo
asombradas luciérnagas.
El cálido universo
de tu mundo
-transgredido de sol
y errada luna-
ha de ser
la promesa de luz
no fugitiva
que atraviese la sombra.
El amor no se aloje
difuminado y triste
en la penumbra,
porque se corre el riesgo
de que se vuelva opaco
y silencioso.
Aprende a estar
calladamente sola
y conduzcan a ti,
que en luz te otorgas,
las distintas estelas
de tu boca.



Del poemario: Letanía doméstica para mujeres enamoradas