domingo, 5 de octubre de 2025


 

DARÍO RUIZ GÓMEZ

 

 

Imagen

 

 

Dónde estás viva certeza de lo que he sido
hasta hoy? Pequeños montículos de ruinas
ganados por el verdín y la indiferencia
de los días. Ni siquiera
una dirección equivocada
donde la carta daría vueltas
por la ciudad indagando
sobre vivos y muertos. Llegando,
finalmente, rota, manoseada, a un
destinatario analfabeto. Ni
“el que soy” me intriga como antes
pues la evidencia del día me basta.
Cortejo de pétalos, purísimos rostros
de muchachas
viento de sombras congeladas
Siquiera sí ese trazo
tenue que la mano del niño
dibujó sobre la hoja gastada.

 

 

DORA ALONSO

 

  

Palma real

 

 

Palma real, bandera viva
en el paisaje clavada,
tu nombre lo mece el viento,
el viento que llega y pasa.

Cuando al ondular susurras
fina, verde, libre y alta
¡qué cerca te ve la nube
y qué firme la sabana!

Palma real, ¡qué nombre el tuyo
para evocar a la patria!

 

 

FAYAD JAMÍS

 

  

Poema

 

 

¿Qué es para usted la poesía además de una piedra horadada por el sol y la lluvia,
Además de un niño que se muere de frío en una mina del Perú,
Además de un caballo muerto en torno al cual las tiñosas describen eternos círculos de humo,
Además de una anciana que sonríe cuando le hablan de una receta nueva para hacer frituras de sesos
(A la anciana, entretanto, le están contando las maravillas de la electrónica, la cibernética y la cosmonáutica),
Además de un revólver llameante, de un puño cerrado, de una hoja de yagruma, de una muchacha triste o alegre,
Además de un río que parte el corazón de un monte?
¿Qué es para usted la poesía además de una fábrica de juguetes,
Además de un libro abierto como las piernas de una mujer,
Además de las manos callosas del obrero,
Además de las sorpresas del lenguaje -ese océano sin fin totalmente creado por el hombre-,
Además de la despedida de los enamorados en la noche asaltada por las bombas enemigas,
Además de las pequeñas cosas sin nombre y sin historia
(un plato, una silla, una tuerca, un pañuelo, un poco de música en el viento de la tarde)?
¿Qué es para usted la poesía además de un vaso de agua en la garganta del sediento,
Además de una montaña de escombros (las ruinas de un viejo mundo abolido por la libertad),
Además de una película de Charles Chaplin,
Además de un pueblo que encuentra a su guía
y de un guía que encuentra a su pueblo
en la encrucijada de la gran batalla,
Además de una ceiba derramando sus flores en el aire
mientras el campesino se sienta a almorzar,
Además de un perro ladrándole a su propia muerte,
Además del retumbar de los aviones al romper la barrera
del sonido (Pienso especialmente en nuestro cielo y
nuestros héroes)?
¿Qué es para usted la poesía además de una lámpara encendida,
Además de una gallina cacareando porque acaba de poner,
Además de un niño que saca una cuenta y compra un helado de mamey,
Además del verdadero amor, compartido como el pan de cada día,
Además del camino que va de la oscuridad a la luz (y no a la inversa),
Además de la cólera de los que son torturados porque
luchan por la equidad y el pan sobre la tierra,
Además del que resbala en la acera mojada y lo están viendo,
Además del cuerpo de una muchacha desnuda bajo la lluvia,
Además de los camiones que pasan repletos de mercancías,
Además de las herramientas que nos recuerdan una araña o un lagarto,
Además de la victoria de los débiles,
Además de los días y las noches,
Además de los sueños del astrónomo,
Además de lo que empuja hacia adelante a la inmensa humanidad?
¿Qué es para usted la poesía?
Conteste con letra muy legible, preferiblemente de imprenta.

 

ÁLVARO ARMANDO VASSEUR

 


Los conquistadores

 

 

En las albas doradas las lentas carabelas
empavesadas todas, zarpaban para el viaje
legendario y remoto, sobre el fluctuante oleaje
que el huracán encrespa, borrando las estelas.

Majestuosas singlaban al tremor de sus velas
bajo el azul glorioso, con rumbo a la salvaje
región de los Ocasos, donde el triunfal coraje
de los conquistadores, calzaba sus espuelas.

De noche en las cubiertas y sobre las amarras
absortos contemplaban los mares y los cielos
con la mirada inquieta y el corazón suspenso;

y algunos trovadores, al son de las guitarras
cantaban los adioses de trémulos pañuelos
quizá por siempre ocultos tras el abismo inmenso.

 

 

HUMBERTO ZARRILLI

 

 


Cántico del pensamiento en reposo

 

 

Fábula de la brisa que no eludo
porque la tarde se irisó en caireles
y un alternado vuelo de petreles
curvó la playa que cegó tu escudo.

Al llamamiento de esta paz acudo,
duerma el azor y ayunen mis lebreles.
Siento la hora inesperada en mieles
y en mi crucero, deslizado el nudo.

En ociosa pleamar hoy mi esperanza
frente a este mar refluye su ternura
arrullando la antigua desventura.

El pensamiento cruel ya no me alcanza.
Quede Argos cegado en tu cintura
y al tábano feroz deje en holganza.

 

 

DOMINGO ALFONSO

 

  

Con un par de zapatos nuevos
entre las manos

 

 

Ayer, cuando recibí este par de zapatos
semejantes a una pareja de rosas,
pensé que todo me sería posible.
Vi cosas en las cuales nunca hubiera pensado:
flores oscuras cubriendo las calles llenas de polvo;
incendios y muertes sucediéndose en este mismo lugar,
desde el inicio de los tiempos,
diligencias desvanecidas por el fuego y el humo,
pesadillas y lamentaciones
llegaban hasta mí
entre el sonido de golpes de campana,
delirios, visiones que me llenaban de pavor,
los crímenes y el terror de las épocas pasadas
estaban delante de mis ojos;
escenas semiocultas por montones de nubes de ceniza
(ningún otro color estaba presente:
ni el rojo ni el verde ni el magenta
y mucho menos el amarillo),
sólo el matiz de la ceniza
lo presidía todo de manera mecánica.
No pude ver el futuro
a pesar de que me empinaba tratando de conocer más;
 pero todo fue en vano.

De esta manera
me senté en una silla, al borde del camino,
con mi par de zapatos, como dos rosas, entre las manos:
no comprendía nada, estaba sentado allí,
no sería testigo de ninguna revelación,
había visto todo el horror y las tragedias
ocurridas en esta esquina del universo
a lo largo de tantos siglos
y me encontraba allí, en mi silla, tembloroso,
lleno de sudores y de mucho miedo,
cerca de la orilla del camino:
con mi par de zapatos nuevos entre las manos.


Junio 18 de 1990

De: “Vida que es angustia”