viernes, 27 de julio de 2018


IBN HAZM




Mi amor por ti, que es eterno por su propia esencia,
ha llegado a su apogeo, y no puede ni menguar ni crecer.
No tiene más causa ni motivo que la voluntad de amar.
¡Dios me libre de que nadie le conozca otro!
Cuando vemos que una cosa tiene su causa en sí misma,
goza de una existencia que no se extingue jamás;
pero si la tiene en algo distinto,
cesará cuando cese la causa de que depende.


De: "Esencia del amor"


MARGARITA DE HICKEY





Al oído



Déjame penetrar por este oído,
camino de mi bien el más derecho,
y, en el rincón más hondo de tu pecho,
deja que labre mi amoroso nido.

Feliz eternamente y escondido,
viviré de ocuparlo, y satisfecho...
¡De tantos mundos como Dios ha hecho,
este espacio no más a Dios le pido!

Ya no codicio fama dilatada,
ni el aplauso que sigue a la victoria,
ni la gloria de tantos codiciada...

Quiero cifrar mi fama en tu memoria;
quiero encontrar mi aplauso en tu mirada;
y en tus brazos de amor toda mi gloria.

LUIS DE GONGORA Y ARGOTE





De la ambición humana



Mariposa, no sólo no cobarde,
mas temeraria, fatalmente ciega,
lo que la llama el Fénix aún le niega.
quiere obstinada que a sus alas guarde:

pues en su daño arrepentida larde,
del esplendor solicitada, llega
a lo que luce, y ambiciosa entrega
su mal vestida pluma a lo que arde.

¡Yace gloriosa en la que dulcemente
huesa le ha prevenido abeja breve,
suma felicidad a yerro sumo!

No a mi ambición contrario tan luciente,
menos activo, si cuanto más leve,
cenizas la hará, si abrasa el humo.


GHERASIM LUCA






La pronunciación cansina...



La pronunciación cansina
e intencionadamente teatral
de la interjección ¡oh!
seguida del nombre adorado de la amada
basta para expresar
la melancolía latente de mi amor
y, anestesiando mi cólera
mi desesperación y mi exhibicionismo
los reemplaza por una crueldad sorda
como en los ejercicios vampíricos
y catalépticos del amor
de las plantas carnívoras

A pesar de esto, con rabia
me golpeo con un cuchillo
en el corazón

El garabato trazado con la mano izquierda
mientras la derecha sostiene el cuchillo
guarda la melancolía latente del amor

La guarda y la chupa

                                                    (Anotación inmediata)

¡Oh, querida!


Versión de Eugenio Castro


HERMAN HESSE





En la niebla



¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.

Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.

¡Qué extraño es vagar en la niebla!
Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
Cada uno está solo.


Versión de Andrés Holguín


EUGENIO GERARDO LOBO





A Marsia, cubriéndose los ojos con la mano



A tu esplendor se opone soberano
de candor sensitivo nube helada,
porque a poder tu luz ser eclipsada,
lo pudiera ser sólo de tu mano.

Escrúpulo viviente más lozano,
solicita a tu sol Clicie nevada,
y, celosa de puro enamorada,
le da en poco cristal mucho oceano.

De breve oposición blanca osadía,
sepulcro y cuna le aplicó en una hora
a la de luces doble monarquía.