"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 28 de noviembre de 2018
RICARDO CASTILLO
Pin uno, pin dos…
Son las
diez de la noche.
De nada
sirven los 600 gramos de felicidad
que ha
ahorrado mi padre.
Prevalece
una agitación de ladrones en el seno familiar
y cada
quien declina
con su
particular manera de desventurar la sangre.
Parece
como si el movimiento fuera la bancarrota,
como si
el amor fuera tan sólo cosa de adolescentes.
Mi
padre nos quiere,
mi
madre nos ama
porque
hemos logrado ser una familia unida, amante de
la tranquilidad.
Pero
ahora que son las diez de la noche,
ahora
que como de costumbre nadie tiene nada que hacer
propongo
cerrar puertas y ventanas
y abrir
la llave del gas.
ANA ROSETTI
"...se hallaba tendido en una chaisse-longue, y tenía en
su blanca mano una rosa sin perfume."
O. Mirebau
su blanca mano una rosa sin perfume."
O. Mirebau
Es tan
adorable introducirme
en su lecho, y que mi mano viajera
descanse, entre sus piernas, descuidada,
y al desenvainar la columna tersa
-su cimera encarnada y jugosa
tendrá el sabor de las fresas, picante-
presenciar la inesperada expresión
de su anatomía que no sabe usar,
mostrarle el sonrosado engarce
al indeciso dedo, mientras en pérfidas
y precisas dosis se le administra audacia.
Es adorable pervertir
a un muchacho, extraerle del vientre
virginal esa rugiente ternura
tan parecida al estertor final
de un agonizante, que es imposible
no irlo matando mientras eyacula.
en su lecho, y que mi mano viajera
descanse, entre sus piernas, descuidada,
y al desenvainar la columna tersa
-su cimera encarnada y jugosa
tendrá el sabor de las fresas, picante-
presenciar la inesperada expresión
de su anatomía que no sabe usar,
mostrarle el sonrosado engarce
al indeciso dedo, mientras en pérfidas
y precisas dosis se le administra audacia.
Es adorable pervertir
a un muchacho, extraerle del vientre
virginal esa rugiente ternura
tan parecida al estertor final
de un agonizante, que es imposible
no irlo matando mientras eyacula.
De: "Los devaneos de Erato"
PERE GIMFERRER
El cuerno de caza
Para quién pide el viento de esta tarde clemencia
En los arcos de otoño qué susurra el zorzal
Con sirenas de buques a lo lejos de la ausencia
Oh capillas nevadas de la noche y el mal
cetrería de oros y de bruma imperial
bella presa halconeros un amante desnudo
presa de luz de viento de espacio de bahías
todo su cuerpo en llamas un puñal un escudo
Lebrel en los pantanos qué luz de cacerías
para mí sólo amor por mí sólo vivías.
No es hablarnos de oídas de cuchillos y sedas
ni proyectar historias en los cuartos oscuros
Cuando todo se ha ido sólo tú amor me quedas
no quiero hablar entonces de estanques ni arboledas
sólo el amor nos hace más solemnes más puros
En la noche de otoño no me valen conjuros
En la glaciar tiniebla de las calles de luna
lleva guantes de plata muerta y fosforescente
Al acecho en la esquina ninguna voz ninguna
me llamará mi amor dulce cuerpo presente
Como si hubiera vuelto la niñez de repente
oh borrosas imágenes cristal esmerilado
densa penumbra densa silencio en los pasillos
de puntillas andamos el viento en los visillos
las ventanas el agua aquel cuarto cerrado
A oscuras muy despacio no sé quién me ha besado
Qué me han dado que todo resplandece y se esfuma
Qué diluye los rostros en su luz misteriosa
Los armarios se abren cae del libro una rosa
Rueda en la playa un aro al jardín de la espuma
Sí recuerdo mi vida Que el amor le consuma
Estos focos que ciegos en la noche no cesan
de recorrer palacios y ciegas galerías
del país del amor encendidos regresan
cuando unos labios a otros labios temblando besan
cuando tú amor a mi lado palidecías.
Y la muerte de blanco soltará sus jaurías
SULLY PRUDHOME
Renacimiento
Quisiera olvidar, volver, a nacer
y gozar a ojos cerrados de la novedad,
flor de las cosas, que se desvanece como edad.
Saludaría de nuevo la luz, pero iría abriendo
lentamente mi alma virgen y mis párpados
para saborear mi asombro.
Adivinaría por mí mismo
esos secretos que se nos enseñan.
Yo solo iría hacia los seres que amo
y les pondría nombre; extasiado
ante los abismos azules
en que parece dormir el verdadero Dios;
escondería mis sublimes lágrimas
en versos con cadencia de infinito;
y mi primer poema sería para ti,
¡oh mi dolor amado!
Haría estallar en un grito supremo
un verso frágil como una flor.
Si existe para nosotros un mundo
en el que se sucedan días mejores,
que su faz no sea redonda,
sino que se extienda sin terminar jamás...
Y que la belleza,
de puro sabida olvidada de continuo,
en una sorpresa incesante
nos proporcione una felicidad completa.
Versión de Max Grillo
JUAN DOMINGO AGUILAR
Memoria histórica
En Polonia
se ha prohibido
hablar de
los campos de concentración
de los
polacos en los campos
de los
polacos vigilando los campos
de los
polacos las palizas
todos los
días a españoles
marcados
con un triángulo rojo
del
mismo color que la sangre
por el
suelo cada mañana
se ha
prohibido hablar de los campos
como si
nunca hubieran existido
como si
Auschwitz y Mauthausen
fueran
una invención
como si
Europa nuca hubiera sido
toda
entera un cementerio
De: “Nosotros tierra de nadie”
SERGIO ÁNGELES
Fotograma de los prodigios
Todas
las cosas abandonan la memoria
disuelven
su forma trágica
hasta
dejar el vacío
La
terrible sonrisa del alba
las
notas violetas de una sinfonía
el
desértico sabor del pan
se
perderán
en el
abismo melancólico del sueño
Los
versos antiguos
tornaron
polvo
la
palabra
-una
fría ave-
se
difumina dentro del oído
Todos
los dones
que
consagró el espíritu
quedaron
fijos
en un
destello que impacta la memoria.
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