jueves, 10 de enero de 2013

MAX AUB






Almendros…



Almendros en flor.
cielo azul.
¡Qué lindo traje mi amor!

De "Poemas cotidianos" 1925

JOSÉ LUIS HIDALGO






Como un pájaro herido...



Como un pájaro herido
venía tu tristeza,
sus pobres alas mustias
sosteniéndote el alma.

Había un aire azul
con un cielo sin fondo
para volar...
            
                Y el pájaro
leve de tu tristeza
voló a mi corazón
¡porqué tú me querías!


MINERVA MARGARITA VILLAREAL






No tengo a quien hablar



El silencio pesa cruje
El silencio piensa
Entonces hablaré contigo
Tu que eres el ser más remoto
mi dulce vacío
ven preséntate
aunque no te vea
así la forma sea negada para ti
para mis ojos de ti
mi percepción te anuncia
como un río
que crece de madrugada
y se desborda
El agua corre bajo la cama
el agua lleva rostros
y cadenas
lirios y billetes
y vestidos de novia
luego todo es sangre
Un río con su nido de lobos
y nubes de tormenta
ramas crepitando
ciervos
y ese árbol
ese árbol que también eres tu
más allá de la noche
Hay un bulto de pie
junto a mi cama
que emerge
de las aguas del aire

IRMA PINEDA





Si al menos…



Si al menos mis lágrimas sirvieran
para humedecer los campos
y hacer que de nuevo
como una flor se abra la vida




E. DAVID NAVARRO






Caracol




Puedo en este mismo momento dejar de escribir
y las letras se quedarían en el mismo lugar
donde nunca las has dejado.
Perdidas en un caracol dentro de tu oído,
que susurra siempre algo que no entiendes;
algo que no dije yo y que no sabes tú,
algo que sólo el caracol en mí sabe también
y me lo dice y te lo dice
con la lentitud de sus pasos, que van y vienen,
que escarban dentro de tu mente y de la mía

el amor es un-caracol-dos-caracoles
que viven entre más los matamos
y que huyen de si mismos
para poder saberse juntos

andar en tu arena
ser mis dedos a veces
hundiéndose ante el atardecer de la marea.
escalera invisible trazada por la luna

que                

           nos         

                     ata

                              -

                                    Nos

                                               mata.


Pero sigues siendo playa, país,
archipiélago de estrellas nuestras
donde lentamente,
arrastrándome, bebo
del amargo sabor de tu oleaje
y siento a cada sorbo
que el caracol donde vivo
es demasiado pequeño,
y ermitaño camino hasta tu cuerpo.




FERNANDO VALVERDE






El lago



Esta nieve que pisas va a convertirse en barro
y en el lago veré mi rostro sin el tuyo.

He transitado el borde de la orilla, 
he querido cruzarlo sin mojarme los pies
y he tropezado tanto que me duelen las manos. 

Debajo de la hierba esperan piedras
que reciben mi piel como una encrucijada.

Pero no se la apropian,
los cuerpos son tan bellos cuando el tiempo los toca
que no nos pertenecen, 
son un bosque prohibido.

Quedará para siempre la marca de un reflejo
porque no van los brazos a olvidarlo todo
aunque se hagan más grandes nuestras dudas. 

Las canciones que olvidas son huellas en la nieve
y en la piel de los lagos se deshace el futuro.

(De Los ojos del pelícano)