"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 10 de mayo de 2019
ÁNGEL COLLADO RUÍZ
II
La
noche es trampa que susurra
escalofrío
sediento de augurio
pesadumbre
por el día transcurrido
bola de
miedo que cae por la escalera
sinfín
de poemas pegados en el techo
trueno
lluvia
gatos
que aman en gran orgía
marea
de fibra que amenaza tragarlos
No
puedo centrar la vista
todo se
vuelve opaco
no
encuentro brújula que indique el baño
deambulo
a ciegas
Entre
sábanas que vuelan
ella me
atrapa antes que caiga
Me dice
algo al oído
se posa
deslumbrante en el marco de mi vista
anuda
la insistencia
se muda
dentro
muerde
asfixia
Pone
trono a mi impaciencia
agota
ruidos
aquieta
mareas que navegan mi mente
ordena
segundos que son vitales
sujeta
mis hombros acerca su boca
desciende
besa
sonríe
Me
habita
.
JAVIER BAUTISTA MUÑOZ
Pájaro de mar
Del
luido pájaro de mar
reconozco
las islas al noroeste:
en
ellas tu armada ha atracado.
Construye
diques, muelles, astilleros
desune
las olas, de los pólderes ganados,
en
cruces de vino y argamasa,
propicias
para los cultivos.
Embriágame
en copas sobre puentes,
otea
desde los faros mis tierras pantanosas
y
gánale más terreno al mar;
después,
entiérrame cerca de vasijas
e iza
tu blusa y tu corpiño como botín de guerra.
Tu
armada y armisticio le ganaron al mar.
JORGE EDUARDO EIELSON
Perdido a tus pies
Maldita noche, el fuego de la luna,
El tiempo que se esconde entre las hojas,
Los pájaros, el sol que sucede
A tu garganta oscura. ¿Es también
Tu mano temblorosa la que cruza
Sobre esta página estrellada?
¿Es tu cuerpo mortal en la floresta
El que reposa humeando, fatigado,
Como un arma que dispara terciopelo?
Enamorado, inerte, como una pluma
Pronta a caer en el vacío, escucho
Los silenciosos pasos de la luna
Entre el boscaje, lejanas y altas
Velocidades, ruidos que adivino,
Diamantes en marcha y lineales
Vientos en perpetua rotación.
Maldita noche, el fuego de la luna,
El tiempo que se esconde entre las hojas,
Los pájaros, el sol que sucede
A tu garganta oscura. ¿Es también
Tu mano temblorosa la que cruza
Sobre esta página estrellada?
¿Es tu cuerpo mortal en la floresta
El que reposa humeando, fatigado,
Como un arma que dispara terciopelo?
Enamorado, inerte, como una pluma
Pronta a caer en el vacío, escucho
Los silenciosos pasos de la luna
Entre el boscaje, lejanas y altas
Velocidades, ruidos que adivino,
Diamantes en marcha y lineales
Vientos en perpetua rotación.
De: "Doble diamante"
SERGIO CRUZ
Homenaje
En memoria de
Guillermo Fernández
1.
Como si
nada hubiera pasado
luces
de camión en la avenida, hogares
prefabricados
de concreto tiemblan en su estructura
y
aviones elevan su oración de pasajeros en el techo.
Debajo
de todo, el poeta muere cuantas muertes
se
ocultan en el asfalto que nos recorre.
Cada
día más cerca,
el dios
urbano de los hostiles
maldice
contra su piel henchida las ventanas
que
perdieron tiempo, risas crujiendo en el verano,
formas
de otras formas que no se manifiestan
y cose
mortajas para las niñas que todavía
esperan
levantar sus manos sin que otros las amenacen.
Es
marzo y el mundo se acaba.
Es
marzo y las niñas desaparecen.
No
dejemos la memoria congelarse.
2.
¿Quién
dejó crecer esta violencia? No sé.
No fue
así. Así no era. No tiene que ser: el poeta
asesinado
debe reencarnar en otro poeta, la niña muerta
en el
brazo de su nueva madre. El que mata a otro
no sabe
que, de alguna manera, se mata a sí mismo
en otra
tierra. No sabe. Hay que enseñarle cómo
se
sufre afuera de su piel, cómo los otros tratamos
de
deglutir nuestra miseria. Como todo, como vino,
como la
vida que nunca se disgrega,
¿Quién
dejó crecer esta violencia?
3.
Que los
huesos no se cansen de gritar
la
tensión de nervios en el cuello
y
falanges enlutadas ahora estiren:
Guillermo
Fernández está muerto.
Que se
aúllen los ritmos del crimen,
que la
voz no se hunda en nuestras manos:
tendrán
que ver los cuerpos en los ríos
que el
padecer insostenible no fue en vano.
Mataron
a una alumna en noviembre
después
de cobrar fianza, y la encontraron
sus
padres en un campo, descuartizada.
Hay
tantos como Guillermo que mataron:
angustia
de que
la muerte del poeta no se vea
en cada
sueño que regrese a nuestros muertos,
de que
el discurso por el aire sólo arranque
con
retórica los gritos fragmentarios
de una
lágrima, una voz, un sólo llanto
y los
queme lentamente en el silencio
como si
nada,
nunca,
hubiera
pasado.
ROGER WOLFE
Solo
Es como siempre
habías querido
estar
y no podías
hasta que
de repente
lo estás
y entonces
ya no quieres
estar solo
pero claro
quién no quiere
lo que no tiene.
Es como siempre
habías querido
estar
y no podías
hasta que
de repente
lo estás
y entonces
ya no quieres
estar solo
pero claro
quién no quiere
lo que no tiene.
ROBINSON QUINTERO
Muchacha a la que levanta la falda el viento
Gira
sonrojada en su torbellino
danza en una nube de arrebato
indefensa en el ventarrón:
danza en una nube de arrebato
indefensa en el ventarrón:
rosa
eres
abierta de pronto en medio de la calle
abierta de pronto en medio de la calle
Suscribirse a:
Entradas (Atom)