viernes, 10 de agosto de 2018


EDUARDO DALTER





Como a cada beso lo borra
el viento que sopla y sopla,

ella pocea y pocea la arena,
pareciera, con más fuerza;

es el viento húmedo, poceado,
que escribe, escribe, escribe.



FÉLIX SUÁREZ





Con una oscura conciencia
de animal escarnecido
lo voy sabiendo:
no duramos.
La mañana es un patio con sol
y pájaros de estruendo.

Luego uno está ahí por un instante.

Solo. Deslumbrado.

Ciego con tanta luz.

Y enseguida oscurece.
(«In memoriam»)




BENJAMÍN VALDIVIA





Entrada



Amamos la palabra y su hierro matizado
porque en ella se cumple la fuerza de la voz
y los ciclos del agua silenciosa.

La palabra trae luz
para nuestro animal introspectivo.

Quien levanta la voz
inaugura los diálogos del fuego.

Y así,
establece recintos por miradas,
produce atardeceres que no pesan
y de nuevo color.

Amamos la palabra
por el río de tiempo en que transita:
un río de manos escribe en mis manos.


De: “El juego del tiempo”



EDGAR MATA





Lascivia



Alguien tomó la foto…
ella se tragó la lente con su piel,
y a lo largo de sus muslos
recortó al tiempo volviéndole carne,
le agregó dos gramos de lujuria por cada cicatriz que reconozco
y en cada tatuaje que escribí con los dedos erizados
pero eso ya es recuerdo, una mera proyección
satisfecha con tu imagen,
con cada cuenta del rosario, de la gota blanca sobre mis sábanas
Alguien tomó la foto y volví a tenerte cerca
y el insomnio se convirtió en mujer



JOSÉ ALFREDO SOTO





Somos



Somos un fósil de calcificadas voces,
roca de melenas que ruge
palabras como coronas, nardos
de rubiáceos pétalos que
en cada página comienzan
y esperan terminar.

Somos cascada sobre los relieves,
evitando formas
pasando de ellos al pasar
como  grito
por los niveles del grito
y quedamos acaso un poco,
lo suficiente.


JOSÉ P. SERRATO


  


Mutaciones



Al-Jumark lucha con el Djinn.
Al-Jumark usa su espada y el Djinn se vuelve ardiente humo,
Al-Jumark corre al río y el Djinn se lanza tiburón al agua,
Al-Jumark sale del agua y el Djinn en rayo se convierte,
Al-Jumark pierde sus armas, está débil.
El Djinn decide arrogante ser un hombre y lo golpea con los puños.
Al-Jumark empieza a tomar ventaja,
un hombre vindicando su dignidad
es más que un hombre que lucha,
y el Djinn lo padece.
Al-Jumark apresa los puños blandos del Djinn,
y éste se torna espada cortante,
Al-Jumark, fortalecido con la esperanza, dobla la espada,
el Djinn, escapa de la muerte en el cuerpo de una serpiente venenosa,
con su cuerpo ácido y correoso, constriñe el vientre y el cuello de Al-Jumark.

La diversificación es la máscara del mal y su ventaja.
Al-Jumark  conoce esa verdad y tiembla,
con el temblor del que se enfrenta a la crueldad de las verdades irrebatibles.
¿Quién de nosotros sabe qué oponer a lo mutable?
¿Cuál es el antídoto contra lo que nunca permanece?
La diversificación será respuesta infinita a la diversificación.
¿A mayores males, mayores defensas?
¿A mayor variedad de insultos, mayor variedad de adargas?
¿Quién lo sabe?
Quizás ustedes, cretinos, infelices poetas,
¡Respondan ustedes que tienen la historia de su lado,
la memoria, lo inmutable, lo eterno!
Señores lógicos, ofrezcan la salida,
vamos, imbéciles bobalicones, mortales admiradores de lo perenne.
¡Es urgente, la vida de Al-Jumark corre peligro!