martes, 22 de octubre de 2013

MARWAN



Consideraciones con respecto al olvido


El olvido es una disciplina sin geometría
es igual que recordar a una chica sin rostro
es como los espejos
que no se acuerdan de sus visitantes
unos segundos después
es una emoción sin nombre
volver a sentir nada.

El olvido es lo contrario a una cama desecha
es el rival de la tarde en que te fotografié desnuda
y es quien convierte tu corazón en una trinchera
y tu memoria en un vertedero de momentos dulces. 

El olvido siempre cobra caro el amor
como una novia rencorosa.
Es el precio de haber amado y no haber sabido ganar
cuando apostaste todo a la casilla azul de su mirada.
Es correr en dirección contraria a las caricias
es una habitación con todo cambiado de sitio
pero sin nadie dentro
es la pregunta que llena los bares de gente
y la respuesta que llena los vasos de bocas.

También es el rincón concreto de la tierra que no sé habitar
porque mis mapas miran al pasado
porque tengo cien mil manchas con tu nombre en la memoria.

Sigue persiguiéndome de noche
el mensaje oculto de tus pendientes
tu silueta vista a contraluz
tu risa como una manzana abierta
tu pubis de anémonas sujetado por el sueño
la pura geometría nórdica de tu abdomen
que descendía hasta mí como una noche de verano.

En las estanterías no me caben más recuerdos
ya no hay más sitio para ti.

Acabo de tomar mi decisión:
hoy bajaré al parque y me sentaré
en un banco a esperar que las palomas
caminen alrededor de mi vida
y picoteen hasta que no quede
ni un grano de tu recuerdo.




SILVIA CARBONELL




Me eligió para escribir su camino


Me eligió para escribir su camino, de eso no me cabe duda.

Me eligió para abrazarlo en las noches frías y sin ruido. En las noches ausentes llenas de vacío. Me eligió para darle luz a sus ojos.

Cuando alguien así te entrega desde su piel hasta su corazón,
tú debes convertirte en la coraza que nada lo toque y dar gracias por ello.

Me eligió de entre miles, tal vez mejores, tal vez, más fuertes,
pero nunca le amarían de la misma forma,
ni darían su vida por sostenerlo en sus brazos.
No caminarían sus pasos, ni agarrarían sus sueños de la mano.
No le bajarían las estrellas, mientras improvisaban canciones de luna.

Cuando alguien así logra encender tu corazón que no hay frío capaz de romperlo,
tú simplemente agradeces.
Te sientes humilde de que la grandeza con su belleza llegue a tus brazos.
De que el cielo te abrace mientras tú le llevas gestando.

Por eso sostengo sus manos,
no solo es cuestión de que no suelten las mías,
es el muro inquebrantable que se forma con ellas.

Es la fuerza que mantiene todo girando, mi centro, su mundo,
mi universo y todos los sueños sostenidos por nuestros lazos.

Y sí, me eligió para escribir su camino,
el camino nuevo por el que él va sosteniendo sus pasos.
El que no suelta, sino avanza.

El que no se detiene ni por prejuicios e indecisiones.
El que camina firme para sostener el mundo y encenderlo con sus profundos ojos.
El que guarda piedad en su mirada y fuerza en sus pequeñas manos.

El que ríe cuando fija la mirada,
y recuerda algún sueño que lo mantiene flotando.
El que sostiene en sus labios,
una palabra que le dicta a sus ojos cuando se clavan mirando los tuyos.

El que te dice todo con solo tocar tu rostro
y tu alma empequeñece a su tamaño para reconocerlo grande.
El que te eligió de entre todas las manos para no soltarlo,
para escribirle historias de amor tan profundas y llenas de magia como esta.

Es el que te arma cuando el dolor te destruye y no te queda nada. El que te levanta cuando nada más puede hacerlo.
El que lleva resistencia en lo complejo y las rarezas.
El que sabe que puede, aunque el mundo entero diga lo contrario.

Te amo.

"Carta de amor para un hijo".



ALFONSINA STORNI




Olvido



Lidia Rosa: hoy es martes y hace frío. En tu casa,
de piedra gris, tú duermes tu sueño en un costado
de la ciudad. ¿Aún guardas tu pecho enamorado,
ya que de amor moriste? Te diré lo que pasa:

El hombre que adorabas, de grises ojos crueles,
en la tarde de otoño fuma su cigarrillo.
detrás de los cristales mira el cielo amarillo
y la calle en que vuelan desteñidos papeles.

Toma un libro, se acerca a la apagada estufa,
en el tomacorriente al sentarse la enchufa
y sólo se oye un ruido de papel desgarrado.

Las cinco. Tú caías a esta hora en su pecho,
y acaso te recuerda... Pero su blando lecho
ya tiene el hueco tibio de otro cuerpo rosado.


GLORIA OSCARES



  
Gesto


La mano cubre
parte de su rostro
Dibuja una línea
que brilla en el costado de la boca
La sombra alcanza sólo el borde de tus párpados
Mano acurrucada ahora como un racimo
en el silencio de los ojos
Y vos detrás
en el lugar de mi obsesión
Persiste entre nosotros todavía
esa luz
esa elocuencia tan sutil


MARIZEL STONLLO



  
Coraje



Dejar gritar los silencios
con los sueños que se sueñan
y sustraerse de las garras
si el tigre es la ferocidad.

Descorrer los velos
si las algas son plagas deteniendo los arrecifes de coral,
también la locura y el sufrimiento
pueden ser telarañas inconsistentes.

Algo aguarda después,
como un ojo abriéndose en el coraje del pensamiento.

Esa fuerza anida en las manos de su sombra.



MARCELO FAURE





El tiempo



el enjambre sa ha divorciado de las armonías/
los minúsculos aplausos que derrotaron segundos
son como un golpe de foto al espejo
o el puño enfurecido del borracho que trata de voltear la ilusión
del niño que viene a derrotarlo/ espíritu traumado
devenir ordenado
azar ensimismado
causa múltiple de las desdichas y el amor
marca en el cuerpo
marca en la memoria en la palabra y en el choque/
tiempo favorito
tiempo atrás
destiempo contratiempo
contraflor al resto.