viernes, 21 de noviembre de 2014

JOSÉ MARÍA EGUREN


 

 

Bajo brillante niebla,
De saladas actinias cubierto,
Amaneció en la playa,
Un bote viejo.

Con arena, se mira
La banda de sus bateleros,
Y en la quilla verdosos
Calafateos.

Bote triste, yacente,
Por los moluscos horadado;
Ha venido de ignotos
Muelles amargos.

Apareció en la bruma
Y en la armonía de la aurora;
Trajo de los rompientes
Doradas conchas.

A sus bancos remeros,
A sus amarillentas sogas,
Viene los cormoranes
Y las gaviotas.

Los pintorescos niños,
Cuando dormita la marea
Lo llenan de cordajes
Y de banderas.

Los novios, en la tarde,
En su alta quilla se recuestan;
Y a los vientos marinos,
De amor se besan.

Mas el bote ruinoso
De las arenas del estuario,
Ansía los distantes
Muelles dorados.

Y en la profunda noche,
En fino tumbo abrillantado,
Partió el bote muriente
A los botes lejanos.

 

 

CÉSAR VALLEJO



Ausente

 

Ausente!  La mañana en que me vaya
más lejos de lo lejos, al Misterio,
como siguiendo inevitable raya,
tus pies resbalarán al cementerio.

Ausente!  La mañana en que a la playa
del mar de sombra y del callado imperio,
como un pájaro lúgubre me vaya,
será el blanco panteón tu cautiverio.

Se habrá hecho de noche en tus miradas;
y sufrirás, y tomarás entonces
penitentes blancuras laceradas.

Ausente!  Y en tus propios sufrimientos
ha de cruzar entre un llorar de bronces
una jauría de remordimientos

 

 

XAVIER ABRIL


 
La Rosa Eterna
 


En la mañana vacía
vestida de su alborada;
en la tarde fenecía
cual la rosa de la nada.

Estaba abierta de día,
de noche estaba cerrada;
cantaba como gemía,
sentía cuanto lloraba,

La flor del mundo ignorada,
que sólo el alma adivina,
de su tallo se alejaba
a ser la rosa divina.

 

NICOMEDES SANTA CRUZ



América Latina

 

Mi cuate
Mi socio
Mi hermano

Aparcero
Camarado
Compañero

Mi pata
M´hijito
Paisano…

He aquí mis vecinos.
He aquí mis hermanos.

Las mismas caras latinoamericanas
de cualquier punto de America Latina:

Indoblanquinegros
Blanquinegrindios
Y negrindoblancos

Rubias bembonas
Indios barbudos
Y negros lacios

Todos se quejan:
¡Ah, si en mi país
no hubiese tanta política…!
¡Ah, si en mi país
no hubiera gente paleolítica…!
¡Ah, si en mi país
no hubiese militarismo,
ni oligarquía
ni chauvinismo
ni burocracia
ni hipocresía
ni clerecía
ni antropofagia…
¡Ah, si en mi país…

Alguien pregunta de dónde soy
(Yo no respondo lo siguiente):

Nací cerca del Cuzco
admiro a Puebla
me inspira el ron de las Antillas
canto con voz argentina
creo en Santa Rosa de Lima
y en los orishás de Bahía.

Yo no coloreé mi Continente
ni pinté verde a Brasil
amarillo Perú
roja Bolivia.

Yo no tracé líneas territoriales
separando al hermano del hermano.


Poso la frente sobre Río Grande
me afirmo pétreo sobre el Cabo de Hornos
hundo mi brazo izquierdo en el Pacífico
y sumerjo mi diestra en el Atlántico.

Por las costas de oriente y occidente
doscientas millas entro a cada Océano
sumerjo mano y mano
y así me aferro a nuestro Continente
en un abrazo Latinoamericano.

 

BLANCA VARELA


 
Bodas

 

Perdidos en la niebla
el colibrí y su amante.
Dos piedras lanzadas
por el deseo
se encuentran en el aire.
La retama está viva,
arde en la niebla, habitada.

 

 

 

CÉSAR CALVO



Preguntas y penumbras

 

¿Y si de pronto huyeran
el valor y el destino
-como alas- de este pájaro
que me lleva a los vientos
o a la muerte?
Tal vez mañana mismo.

Si de pronto volara
de mi pecho
el corazón, cayera
como llave en un pozo:
¿Tú abrirías la puerta, cruzarías
al umbral a mi paso señalado?
Buscando entre los muertos

Es a ti a quien hablo,
a ti que creces
como una larga herida
en mi memoria, a ti que ignoras
como yo
los tatuajes de mi brazo. Es
a ti a quien hablo.
El cuerpo del hermano.
Bajo mi cuerpo
tiéndete, acerca tus oídos
a la tierra: ¿Oyes cómo mis manos
te acarician, como el mar suena
todavía
desde tu corazón?
Nuestro cuerpo encontremos.

Tras la puerta, otro fuego
devora las montañas,
los sueños
y los hombres. No digas
nunca: "hay tiempo,
hay tiempo". Tal vez
mañana mismo,
buscando entre los muertos
el cuerpo del hermano,
nuestro cuerpo encontremos.